Ángeles sin cielo
Las personas que en el metro nos venden pañuelos,
las que alegres nos regalan su música,
las que vienen de lejos, las de hablar extraño,
las que con el hijo en brazos exageran su dolor al oído,
las que nunca sabremos si acaban de salir de la cárcel...
yo sé que son ángeles, ángeles sin cielo,
que tienen sexo y pecan, se rascan la pierna si les pica,
nos distraen de la diaria pesadilla terrenal,
nos transportan con canciones lloradas al paraíso
Ahí vienen
son ángeles
yo he visto sus alas
Francisco Cenamor en Ángeles sin cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003).
(Fuente: Asamblea de palabras)
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