miércoles, 31 de agosto de 2022

José Antonio Llera (Badajoz, España, 1971)

 

UN POEMA DE JOSÉ ANTONIO LLERA EN EL HOMBRE AL QUE LE ZUMBAN LOS OÍDOS

 

 

 

 

FARMACIAS

 

 

 

       El mundo —los despertares, la fibra óptica, las grandes consultoras— nos enferma. Por eso acudimos a las puertas de la farmacia, para comulgar con sus ríos de hierro y sombra.

       Le pedimos Fluoxetina 40 mg. a la bella farmacéutica que se decolora el pelo usando agua oxigenada. Nos entrega la sagrada forma. Así, drogadas y lánguidas, danzamos delante de nuestros jefes, a los que vemos desnudos e irritables (acaban de leer la historia de Polifemo y se tocan mucho los párpados).

      Nuestras creencias se espesan como el colágeno. El ventilador tiene patas de gallo. ¿Quién será el vecino que se afeita al amanecer?

      Rompe esta tela de algodón e introduce los dedos por la abertura. ¿No ves la cámara mortuoria?

        El mundo —te lo repito— nos enferma. Saca el balde a la calle y hojea el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disordiers (5th Edition). Ahora lo sabes: los esquizoides afinan las campanas; los agorafóbicos estudian arquitectura en las láminas de Giorgio de Chirico; las anoréxicas trabajan de reponedoras; las bulímicas curten las pieles; los afásicos maquillan a los actores del kabuki.

        Por la carretera de Sintra, las amapolas han pintado de rojo los arcenes. ¿Te sirvo otra ginebra?

       Aquella muchacha que sorbió ácido sin darse cuenta, ¿la conoces? No iremos solas a la fiesta de fin de curso, Iremos todas juntas, nosotras, las vírgenes de la farmacia, venéreas, enlutadas y roncas.

 

 

 

José Antonio Llera

El hombre al que le zumban los oídos

 

Ril Editores

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

Mary O’Malley (Irlanda, 1954)

 

EN FRIAR'S HILL

"Cuando partas a Ítaca / ruega que tu viaje sea largo". 
Cavafy
 
 
 
A esta hora de la noche los objetos de la casa
ya no son inertes o agradables.
Despiden emanaciones cargadas de ceniza.
El frío televisor, el panel de la ventana
y el teléfono tiemblan ligeramente
en sus sueños de baratija.
 
Hace casi dieciocho años
regresamos del sol
con dos hijos pequeños
a esta, nuestra ciudad universitaria.
Aquí, no lo sabíamos,
planeaban abrir una calle.
 
En la colina de enfrente
solían pastar dos caballos, Verano e Invierno,
que nuestra hijita adoraba.
 
Arriba, en las constelaciones,
convergían trayectorias
de estrellas candentes. Pese a las
señales de desastre,
cada colisión fue evitada.
 
Cuando volví al hogar esta noche
los gatos vinieron hacia mí,
una sombra gris, una nube naranja.
 
¿Hogar? No hay peligro de elegía.
Ya nunca tendremos treinta años de casados.
Este anillo de bodas
que fue nuestra O de regocijo
y “para siempre” y que está en un
oscuro cajón, todavía me va bien.
 
Cuando partimos a Ítaca
con rostros radiantes, te di juventud
y fuego, tanto como dolor.
Aunque esa isla desnuda no era
el destino esperado,
compramos ámbar y ébano
y nuestro viaje fue largo.
 
Los caballos ya no están,
reemplazados por casas.
En cada calle, en cada barrio nuevo,
comienza una vez más.
 
Esta noche de noviembre
hay una luna
atrapada en un tenue malla
de bruma. Me consuela saber
que podría ir hasta la colina de enfrente
donde pastaban la yegua blanca y el caballo marrón
y la bahía se ensanchaba al oeste,
hacia el agua y la fuga.
 
 
 
Este poema se encuentra en “Poesía irlandesa actual. La memoria esparcida”, editorial detodoslosmares, 2015. Con prólogo y traducción de Gerardo Gambolini.
 
 
(Fuente: Sandra Cornejo)

Carlos de la Púa (Carlos Muñoz del Solar, La Plata, Argentina, 1898-Buenos Aires, 1950)

 

/ Tres poemas





 
 
El vago Amargura

Mandando a bodega su troli de vino
junto con la mugre de un bar mishiadura,
está siempre escabio el vago Amargura,
que en tiempos pasados fue un gran malandrino.

Cuentan los caneros que ha tiempo lo embrocan
que fue de los púas para la avería.
Hizo, prepotente, trabajos de bronca
pa' vivir al margen de la fulería.

Y aunque siempre tuvo minas retrecheras
que hacían las latas con facilidad,
tiró bien la lanza, y en giras burreras
forzó pateadores con felicidad.

Y, siempre al tanteo de lo que cuadraba,
todos los laburos se los repasó:
fue escruche, lancero, furquista de biaba
y por lerdo nunca jamás fracasó.

Hasta que una noche, ¡maldito bailongo!,
acaso en curdela, quizás el destino
con la fariñera le cortó el mondongo
a un gil, rechiflado por culpa del vino.

Entonces la yuta se arregló la cosa
vengando las biabas que d'él recibía
y por esa muerte, minga de alevosa,
pasó veinte años fuera de la vía.

Y volvió de Ushuaia con la conocida
tos envenenada que atrapa el canero,
y olvidando todo se engrupe la vida
mandando a bodega su troli cabrero.
 


La Payaso

Fue, desde pebeta, siempre cortejada
cuando requintada, cuando retrechera
cayó a aquel bailongo de la deschavada
su pinta debute con pilcha fulera.

Y obtuvo el requiebro de los gavilanes
y el grato floreo de los bailarines,
que le palpitaron ser con los bacanes
pebeta de carpa pa' los berretines.

Y previo unos tangos de cuerpo presente
con púas cancheros en bailes mistongos,
pa' los del asfalto se fue prepotente
y a las más corridas les bailó sin tongo.

Y olvidó, mareada por los copetines,
junto con sus viejos, todo el arrabal,
y entre la camada de turros y afines
bebió hasta las heces la copa del mal.
 


Citroën

Siempre en cucliyas te miró mi pena
antes de ser lo que sos hoy, bacana,
en la enlozada vieja en que se entrena
el poliglota loro de Ritana.

Después, con más chiqué y con más tacto,
en la aliviada que te dio la guita
te divisé montada al artefacto
que Lola Mora en el balneario imita.

Y ayer, en el Florida matutino
que cantara Rubén en verso fino,
te campanié de nuevo embelesado.

En la higiénica imagen atrevida
y tu blanco Citroën de mantenida
era como un bidet estilizado.
 
 

En La crencha engrasada, cuaderno sin mención de editorial ni de imprenta, páginas sin numerar, 1928


Ilustración: Carlos de la Púa, caricatura basada en una foto de época El Tomi/El Ortiba
 
 
(Fuente:  Otra Iglesia Es Imposible)

 

Leopoldo Panero Torbado (León, Castilla, España 1909 - 1962)

 


La melancolía

 

El hombre coge en sueños la mano que le tiende
un ángel, casi un ángel. Toca su carne fría,
y hasta el fondo del alma, de rodillas, desciende.
Es él. Es el que espera llevarnos cada día.
Es el dulce fantasma del corazón, el duende
de nuestras pobres almas, es la melancolía.
¡Es el son de los bosques donde el viento se extiende
hablándonos lo mismo que Dios nos hablaría!
Un ángel, casi un ángel. En nuestro pecho reza,
en nuestros ojos mira y en nuestra mano toca;
y todo es como niebla de una leve tristeza,
y todo es como un beso cerca de nuestra boca,
y todo es como un ángel cansado de belleza,
¡que lleva a sus espaldas este peso de roca!
 
 
 
 
(Fuente: Poesía de El Toro de Barro)


 

Donald Hall (EEUU, 1928-2018)

 

EL AMO

 
 
Donde el poeta se detiene, el poema
comienza. El poema sólo pide
que el poeta se quite de en medio.
 
El poema se vacía a sí mismo
para llenarse.
 
El poema está más cerca del poeta
cuando el poeta lamenta
que haya desaparecido para siempre.
 
Cuando el poeta desaparece
el poema se vuelve visible.
 
¿Qué puede el poema elegir
que sea mejor para el poeta?
Elegirá que el poeta
no elija por sí mismo.
 
 
_____________
en "The Selected Poems of Donald Hall", Houghton Mifflin, Nueva York, 2015. Versión de Jonio González.
 
 
 

THE MASTER

 
Where the poet stops, the poem
begins. The poem asks only
that the poet get out of the way.
 
The poem empties itself
in order to fill itself up.
 
The poem is nearest the poet
when the poet laments
that it has vanished forever.
 
When the poet disappears
the poem becomes visible.
 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Həmid Herisçi (Azerbaiyán, 1961)

 

 

Había carroña en los ojos de esa mujer...

 


 
 
 
 
Había carroña en los ojos de esa mujer,
la muerte
en sus sucias uñas.
Cantaba la canción de Aygun Kazimova.
La oscuridad de su cuerpo — “¡Permíteme apagar la luz!”
Detrás de ella había una librería desamparada.
Bajo sus manos
los manuales de Física, Matemática,
los diarios de Kafka,
las interpretaciones del Corán,
Días de París de Umm El-Banu...

Al llegar el cliente,
al fijarse en su bolsillo,
al hablar un poco de todo,
pone en su mano cinco kapeks.
Aquella mujer desgarra una página
del centro de uno de estos libros desafortunados,
Dios mío, del centro
de El capital de Marx...

Enrolla el papel y mete las semillas dentro.
Entre comillas, insulta al Gobierno,
pregunta por los problemas de los clientes,
se interesa mucho,
en verdad entiende muy bien el mundo con su sabiduría,
está destruyendo Tesoro escondido de secretos de N. Ganyaví,
se está despojando de toda la filosofía
del Capitán Nemo.
 
 
 

Həmid Herisçi, incluido en El coloquio de los perros (Cartagena/Madrid, 3 de diciembre de 2021, trad. de Tatuxanym Yunusova).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

Manuel Bandeira (Recife, 1886-Rio de Janeiro, 1968)

 

cinco poemas













 
 
 
Poética
 
Estoy harto del lirismo comedido
Del lirismo bien comportado
Del lirismo funcionario público con hoja de presencia expediente
protocolo y manifestaciones de aprecio al sr. director.
Estoy harto del lirismo que para y va a averiguar en el diccionario
el cuño vernáculo de un vocablo.
Abajo los puristas
Todas las palabras sobre todo los barbarismos universales
Todas las construcciones sobre todo las sintaxis de excepción
Todos los ritmos sobre todo los inumerables
Estoy harto del lirismo enamorador
Político
Raquítico
Sifilítico
De todo lirismo que capitula a lo que quiera que sea
fuera de sí mismo
Además, no es lirismo
Será contabilidad tabla de cosenos secretario del amante
ejemplar con cien modelos de cartas y las diferentes
maneras de agradar a las mujeres, etc.
Prefiero el lirismo de los locos
El lirismo de los borrachos
El lirismo difícil y pungente de los borrachos
El lirismo de los payasos de Shakespeare

— No quiero saber más del lirismo que no es liberación.

~
 

Autorretrato



Provinciano que nunca supo
Escoger bien una corbata;
Pernambucano a quien repugna
La navaja del pernambucano;
Poeta ruin que en el arte de la prosa
Envejeció en la infancia del arte,
Y hasta escribiendo crónicas
Se quedó en cronista de provincia;
Arquitecto fallado, músico
Fallado (se tragó un día
Un piano, pero el teclado
Quedó fuera); sin familia,
Religión o filosofía;
Mal teniendo la inquietación de espíritu
Que viene de lo sobrenatural,
Y en materia de profesión
Un tísico profesional.

~
 

Desencanto



Yo hago versos como quien llora
De desaliento. . . de desencanto. . .
Cierra mi libro, si por ahora
No tienes ningún motivo para el llanto.

Mi verso es sangre. Voluptuosidad ardiente. . .
Tristeza dispersa... remordimiento vano...
Me duele en las venas. Amargo y caliente,
Cae, gota a gota, del corazón.

Y en estos versos de angustia ronca,
Así de los labios la vida corre,
Dejando un agrio sabor en la boca.

– Yo hago versos como quien muere.

~
 

Madrigal Melancólico



Lo que yo adoro en ti
No es tu belleza
La belleza es nosotros que existe
La belleza es un concepto
Y la belleza es triste
No es triste en sí
Sino por lo que hay en ella
De fragilidad e incerteza

Lo que yo adoro en ti
No es tu inteligencia
No es tu espíritu sutil
Tan ágil y tan luminoso
Ave suelta en el cielo matinal de la montaña
Ni es tu ciencia
Del corazón de los hombres y de las cosas.

Lo que yo adoro en ti
No es tu gracia musical
Sucesiva y renovada a cada momento
Gracia aérea como tu propio momento
Gracia que perturba y que satisface

Lo que yo adoro en ti
No es la madre que ya perdí
Y ni a mi padre

Lo que yo adoro en tu naturaleza
No es el profundo instinto matinal

En tu flanco abierto como una herida
Ni tu pureza. Ni tu impureza.

Lo que adoro em ti me lastima y me consuela:
¡Lo que yo adoro en ti es la vida!

~
 

Brisa



Vamos a vivir al Nordeste, Anarina.
Dejaré aquí a mis amigos, mis libros, mis riquezas, mi vergüenza.
Dejarás aquí a tu hija, tu abuela, tu marido, tu amante.

Aquí hace mucho calor.
En el Nordeste hace calor también.
Pero allí hay brisa:
Vamos a vivir de brisa, Anarina.

***

Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/
 

Poética
 
 
Estou farto do lirismo comedido
Do lirismo bem comportado
Do lirismo funcionário público com livro de ponto expediente
protocolo e manifestações de apreço ao sr. diretor.
Estou farto do lirismo que para e vai averiguar no dicionário
o cunho vernáculo de um vocábulo.
Abaixo os puristas
Todas as palavras sobretudo os barbarismos universais
Todas as construções sobretudo as sintaxes de exceção
Todos os ritmos sobretudo os inumeráveis
Estou farto do lirismo namorador
Político
Raquítico
Sifilítico
De todo lirismo que capitula ao que quer que seja
fora de si mesmo
De resto não é lirismo
Será contabilidade tabela de co-senos secretário do amante
exemplar com cem modelos de cartas e as diferentes
maneiras de agradar às mulheres, etc
Quero antes o lirismo dos loucos
O lirismo dos bêbedos
O lirismo difícil e pungente dos bêbedos
O lirismo dos clowns de Shakespeare

— Não quero mais saber do lirismo que não é libertação.

~

Auto-retrato


Provinciano que nunca soube
Escolher bem uma gravata;
Pernambucano a quem repugna
A faca do pernambucano;
Poeta ruim que na arte da prosa
Envelheceu na infância da arte,
E até mesmo escrevendo crônicas
Ficou cronista de província;
Arquiteto falhado, músico
Falhado (engoliu um dia
Um piano, mas o teclado
Ficou de fora); sem família,
Religião ou filosofia;
Mal tendo a inquietação de espírito
Que vem do sobrenatural,
E em matéria de profissão
Um tísico profissional.

~

Desencanto


Eu faço versos como quem chora
De desalento. . . de desencanto. . .
Fecha o meu livro, se por agora
Não tens motivo nenhum de pranto.

Meu verso é sangue. Volúpia ardente. . .
Tristeza esparsa... remorso vão...
Dói-me nas veias. Amargo e quente,
Cai, gota a gota, do coração.

E nestes versos de angústia rouca,
Assim dos lábios a vida corre,
Deixando um acre sabor na boca.

– Eu faço versos como quem morre.

~
 

Madrigal Melancólico


O que eu adoro em ti
Não é a tua beleza
A beleza é em nós que existe
A beleza é um conceito
E a beleza é triste
Não é triste em si
Mas pelo que há nela
De fragilidade e incerteza

O que eu adoro em ti
Não é a tua inteligência
Não é o teu espírito sutil
Tão ágil e tão luminoso
Ave solta no céu matinal da montanha
Nem é a tua ciência
Do coração dos homens e das coisas.

O que eu adoro em ti
Não é a tua graça musical
Sucessiva e renovada a cada momento
Graça aérea como teu próprio momento
Graça que perturba e que satisfaz

O que eu adoro em ti
Não é a mãe que já perdi
E nem meu pai

O que eu adoro em tua natureza
Não é o profundo instinto matinal

Em teu flanco aberto como uma ferida
Nem a tua pureza. Nem a tua impureza.

O que adoro em ti lastima-me e consola-me:
O que eu adoro em ti é a vida!

~
 

Brisa


Vamos viver no Nordeste, Anarina.
Deixarei aqui meus amigos, meus livros, minhas riquezas, minha vergonha.
Deixaras aqui tua filha, tua avó, teu marido, teu amante.

Aqui faz muito calor.
No Nordeste faz calor também.
Mas lá tem brisa:
Vamos viver de brisa, Anarina.
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

martes, 30 de agosto de 2022

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

Uno,
en los sueños,
sin costillas ni ojos,
daga sin plumas,
arrastrado,
desjarretado,
en vuelo y totémico;
uno
entre fieras
y flechas,
fresco de agua
y blanco de dientes,
momificado,
titán o gusano,
empetrolado,
esperma de sodio,
acongojado
y desacongojado
según
bala que no sale
o cera en lo ojos;
uno,
desnudo y ventral,
cubierto de pelos,
jergas y gruñidos,
enterrado hasta el cuello,
alambre y suspiro,
principal o catarro;
uno,
Calvino y Moliére,
trompeta o fagot,
limpio y chiquero,
rico y pobre,
neutro,
huyendo del cielo
o cayendo y cayendo,
oh, cayendo;
uno,
de hocicos
en la ley de los purpúreos
o en jaula de carbón,
singular, autodeterminado,
hueco, material,
hacker, centella
o tres cosas en una,
sucesivo bajo luces,
quemado
en la negrura que nunca termina;
uno
en los sueños,
arroja palabras
al espacio
y las agarra en el vuelo,
o no,
retraídas,
desangradas,
chirles de uso,
subterráneas,
masangueadas,
en cuanto
engaño,
dado,
fruto podrido.
 
 

-Inédito-

 

César Bandin Ron (Buenos Aires, 1948)

 

 La intemperie no tiene techo 

 


 

 

La intemperie no tiene techo y las estrellas,

debería admitirlo, son por lo general inalcanzables.

Hace tiempo que vivo al margen. Sin buscarlo,

casi sin darme cuenta, las cosas se descompaginaron

y quedé afuera, protagonista de aquella otra, incierta

vida, que tanto me intrigaba y me atraía.

Están los que viven adentro y los que viven afuera

de las casas. Yo hace tiempo que vivo afuera.

Hoy, desde la calle, miro las ventanas iluminadas

e imagino historias normales de gente normal

y, por un instante, lamento el no ser uno de ellos.

Aunque pronto me imagino otra vez ahí asomado,

fascinado con ese otro que me mira desde afuera.

 

 

(Fuente:  Basta de texto)

 

Austen Leah Rose (EEUU, 1990?)

 



Trad. Adam Gai

El río no ahogado

 

Durante catorce años, mi hermana y yo navegábamos río abajo.
Ella estaba a estribor; yo estaba a babor. Juntas, una cosmología completa.

Navegábamos a través de praderas de trigo sarraceno y milenrama.
Navegábamos a través de valles de niebla.
A veces, yo me volvía loca y mi hermana transcribía mi jerigonza con ambas manos
en un pedazo de corteza de sauce
antes de enviarla en el pico de un águila pescadora.
A veces, yo trenzaba huesos de pescado en su cabello oscuro.

Tratábamos de establecer un punto de vista, el modo en que el agua se establece en la base de una cascada.

A la noche, yo dormía y ella miraba las estrellas o yo miraba las estrellas y ella dormía, o las dos
las mirábamos y ninguna de nosotras dormía, o la noche estaba nublada y no había estrellas.

Yo decía, la luz lunar es una forma de empatía radical y ella decía, la distancia es de color azul
y yo decía, mirar un avión despegar es el mejor remedio para la depresión.
Dios es una montaña en la traducción, ella decía
y yo pensaba en esto por unos días, finalmente inclinaba la cabeza en señal de asentimiento.

En un momento dado, ella tuvo un hijo,
y, como una mariposa, él nació con las memorias de nuestra infancia olvidada.

Cuando ella decía, hermana, yo decía, mi cuerpo como una piedra contra tu pena brillante
Cuando ella decía, amor, yo decía, un tipo de fotografía.
Esto era así durante horas. Yo sé que no sé nada, decía el río.

Todos los días mirábamos salir el sol en el mundo no ahogado.
Todos los días reinventábamos el río.

 

Collage propio

 

 

Tłum. Ada Trzeciakowska

Niezatopiona rzeka

Przez czternaście lat razem z siostrą żeglowałyśmy w dół rzeki.
Ona była sterburtą; ja lewą burtą. Razem, kompletną kosmologią.

Żeglowałyśmy przez łąki gryki i krwawnika.
Żeglowałyśmy przez doliny mgieł.
Czasami popadałam w obłęd, a siostra spisywała mój bełkot dwoma rękami
na kawałku wierzbowej kory
przed wysłaniem go w dziobie rybołowa.
Czasem wplatałam w jej ciemne włosy rybie ości.

Próbowaliśmy skrystalizować punkt widzenia, tak jak woda krystalizuje się
u stóp wodospadu.

Nocą ja spałam, a ona patrzyła na gwiazdy lub ja patrzyłam na gwiazdy, a ona spała, albo obie
patrzyłyśmy na gwiazdy i żadna z nas nie spała, lub noc była pochmurna i nie było gwiazd.

Mówiłam, że światło księżyca jest formą radykalnej empatii, a ona, że odległość ma kolor niebieski, mówiłam, że oglądanie startującego samolotu jest najlepszym lekiem na depresję.
Bóg jest górą w tłumaczeniu, mówiła,
a ja myślałam o tym przez kilka dni, by wreszcie jej przytaknąć.
W pewnym momencie pojawił się jej syn,
jak motyl, przyszedł na świat pełen wspomnień z naszego zapomnianego dzieciństwa.

Kiedy mówiła, siostro, ja mówiłam, moje ciało jest jak głaz przeciwko twojemu lśniącemu bólowi.
Kiedy mówiła miłość, ja mówiłam, że to rodzaj fotografii.
Trwało to godzinami. Wiem, że nic nie wiem, mówiła rzeka.

Każdego ranka oglądaliśmy wschód słońca nad niezatopionym światem.
Każdego ranka wymyślałyśmy rzekę na nowo.

 

the undrowned world

For fourteen years, my sister and I sailed down a river.
She was starboard; I was port. Together, a complete cosmology.

We sailed through meadows of buckwheat and yarrow.
We sailed through valleys of fog.
Sometimes, I went mad and my sister transcribed my gibberish with both hands
on a piece of willow bark
before sending it away in an osprey’s beak.
Sometimes, I braided fish bones into her dark hair.

We were trying to establish a point of view, the way water establishes itself
at the base of a waterfall.

At night, I slept and she watched the stars, or I watched the stars and she slept, or we both
watched the stars and neither of us slept, or the night was cloudy and there were no stars.

I said, moonlight is a form of radical empathy, and she said, distance is the color blue,
and I said, watching an airplane take off is the best cure for depression.
God is a mountain in translation, she said,
and I thought about this for a few days, ultimately nodding in agreement.
At one point, she had a son,
and, like a butterfly, he was born with the memories of our forgotten childhood.

When she said sister, I said, my body like a boulder against your bright pain.
When she said love, I said, a type of photograph.
It went on like this for hours. I know that I know nothing, the river said.

Every morning, we watched the sunrise over the undrowned world.
Every morning, we reinvented the river. 

 

(Fuente: Ada Lírica)





 

Hugo Giovanetti Viola (Uruguay, 1948)

 

 

(Celebración del báculo divino)
 

Fluyó en la noche de la tribu helada
la orgásmica pasión de tu fineza
transfigurada como la Teresa
que ascendió entre su carne atravesada
 
por una flecha trágica y dorada
que puncionó el vellón de su belleza
con el ardor del ángel que nos besa
cuando aspiramos la paz estrellada.
 
Vera Sienra transida y entrealando
los desencantos de la vida entera
para que el raso azul siga reinando
 
hasta entreabrir la pronta primavera
de la morada próxima y llamando
a los que aman la llama verdadera.

 

Concepción Silva Bélinzon (Montevideo, 1900-1987

 

 

EL LOBO SE QUEDÓ SIN LA PASTORA

 
Adentro de paredes sufres miles
yo te espero en la puerta con el fresco,
de millones de justos invisibles
tu silla está muy cerca a lo grotesco.
 
Ya no estoy incompleta entre gentiles
se escapa de mi cuerpo el parentesco:
los cambistas de joyas y fusiles
y el ruido de las sedas tan burlesco.
 
El lobo se quedó sin la pastora;
ganado el equilibrio entre las redes
con tanta realidad abrumadora.
 
Sin fondo el corazón bajo la cera:
de peldaño en peldaño entre paredes
súbitamente luce la escalera.
 
 
 
_____________
de "Al oído del hombre", Letras, Montevideo, 1970. 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Ariel Dorfman (Buenos Aires, 1942)

 

 

30 DE AGOSTO - DIA DEL DETENIDX DESAPARECIDO -EMCF - 

 

 
Cuando te digan
que no estoy preso,
no les creas.
Tendrán que reconocerlo
algún día.
Cuando te digan
que me soltaron,
no les creas.
Tendrán que reconocer
que es mentira algún día.
Cuando te digan
que traicioné al Partido,
no les creas.
Tendrán que reconocer
que fui leal algún día.
Cuando te digan
que estoy en Francia,
no les creas.
No les creas cuando te muestren
mi carnet falso,
no les creas.
No les creas cuando te muestren
la foto de mi cuerpo,
no les creas.
No les creas cuando te digan
que la luna es la luna,
si te dicen que la luna es luna,
que esta es mi voz en una
grabadora,
que esta es mi firma en un papel,
si dicen que un árbol es un árbol,
no les creas,
no les creas
nada de lo que digan
nada de lo que te juren
nada de lo que te muestren,
no les creas.
Y cuando finalmente
llegue ese día
cuando te pidan que pases
a reconocer el cadáver
y ahí me veas
y una voz te diga
“Lo matamos
se nos escapó en la tortura
está muerto”,
cuando te digan
que estoy
enteramente absolutamente
definitivamente
muerto,
no les creas,
no les creas,
no les creas,
no les creas.

 

Jules Laforgue (Montevideo, 1860-París, 1887)

 

LAMENTO DEL OLVIDO DE LOS MUERTOS

 

 
Señoras y señores,
Vosotros, cuya madre ha muerto,
Es el bueno del sepulturero
Quien araña vuestra puerta.
 
Los muertos
Están bajo tierra
Y apenas
Si salen.
 
Fumáis en vuestras jarras de cerveza,
Saldáis algún que otro idilio,
Allá lejos canta el gallo,
¡Pobres muertos fuera de las ciudades!
 
El abuelo se inclinaba,
Allí, con el dedo en la sien,
La hermana tejía,
La madre subía la lámpara.
 
Los muertos
Son discretos
Duermen
Demasiado a la intemperie.
 
Habéis comido bien,
¿Cómo va ese asunto?
¡Ah!, los niños que nacen muertos
¡Qué pocos mimos reciben!
 
Anotad, con letra clara,
En el libro de caja,
Entre dos gastos de fiestas:
Mantenimiento de tumba y misa.
 
Es alegre
Esta vida;
¡Verdad, amiga mía?
¿A que sí?
 
Señoras y señores,
Vosotros, cuya hermana ha muerto,
Abrid al sepulturero
Que llama a vuestra puerta;
 
¡Si no tenéis piedad,
Vendrá (sin rencor)
A arrastraros de los pies,
Una noche de luna llena!
 
¡Inoportuno
Viento furioso!
¿Los difuntos?
viajan…
 
 
 
 
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de "Les complaintes" (1885), Armand Colin, París, 1959 / "Poésies complètes", I, Gallimard, París, 1979. Trad. de Eduardo Conde.
 
 
 

COMPLAINTE DE L'OUBLI DES MORTS
 

Mesdames et Messieurs,
Vous dont la mère est morte,
C’est le bon fossoyeux
Qui gratte à votre porte.
 
Les morts
C’est sous terre ;
Ça n’en sort
Guère.
 
Vous fumez dans vos bocks,
Vous soldez quelque idylle,
Là-bas chante le coq,
Pauvres morts hors des villes !
 
Grand-papa se penchait,
Là, le doigt sur la tempe,
Sœur faisait du crochet,
Mère montait la lampe.
 
Les morts
C’est discret,
Ça dort
Trop au frais.
 
Vous avez bien dîné,
Comment va cette affaire ?
Ah ! les petits mort-nés
Ne se dorlotent guère !
 
Notez, d’un trait égal,
Au livre de la caisse,
Entre deux frais de bal :
Entretien tombe et messe.
 
C’est gai,
Cette vie ;
Hein, ma mie,
Ô gué ?
 
Mesdames et Messieurs,
Vous dont la sœur est morte,
Ouvrez au fossoyeux
Qui claque à votre porte;
 
Si vous n’avez pitié,
Il viendra (sans rancune)
Vous tirer par les pieds,
Une nuit de grand lune !
 
Importun
Vent qui rage !
Les défunts ?
Ça voyage….
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Antonio Ramírez Almanza (Huelva, España, 1956)

 

LO VISTO ESTÁ INACABADO (fragmentos II)




12 

El tumulto de vivir lo ausente 


19 

En algún lugar alguien deliberadamente nos tiene a obscuras. Alguien oculto nos mira interrogante. 


 22 

En los momentos de pesadumbre me reconforta saber que brotan, con sólo invocarlas, luces por el territorio que habito.


32 

Interrumpieron la cadencia de los días para sumergirse en las profundidades sin barcazas ni remos, solitarios amantes de crepúsculos y sueños. 


 36 

Asumamos la raíz clavada en el latido


38 

Alejarse para ganar los silencios. 


 41 

Tendrá que existir algo más que accione mecanismos de explosión interna en esa argamasa que une órganos y sienten y son sentidos.


43 

A veces las respuestas están en las formas complejas de lo unido. En los restos de lo desatado. 


46 

El fulgor momentáneo, la armonía permanente fundidos en un todo.


49 

Los pasadizos no están en los corredores de las calles, ni en los barrios, ni en las ciudades, ni en las casas, ni en las habitaciones. Todo está tras la cortina de lo que miras y en la transparencia de lo que tocas, en la visura y encaro de los espejos interiores, en lo invisible: en un ángel translúcido mirándonos. 


50 

He planeado un viaje de brisas para captar la invisibilidad de las diminutas gotas golpeando las yemas de los dedos y los parpados cerrados en las noches de sueño ilimitado. 51 Habían previsto un refugio para preguntarse si el tiempo existe y un jardín que se mirase sólo en el amanecer de los que duermen juntos.


53 

Miraban el límite y el tiempo que les restaba, porque aún no se sentían lo suficientemente amados. 


54 

El agua abre surcos entre el follaje de las cañas: un trono a cielo abierto. 


55 

La mirada ante la mirada, mirando mirarte mientras me miras.

 



Antonio Ramírez Almanza. Lo visto está inacabado. Ed. Amargord, 2022

Fotografía de Estela García

 

(Fuente: Voces del extremo)

 

Joanna Żabnicka (Polonia, 1989)

 

lo que queda













 
 
Cariño, abre la ventana -dice
desde la cocina-. La entreabre,
pero no oye nada más, porque la voz
no se repite, y en los oídos
explotan las ortigas.
Pero la ventana ha sido abierta, un remolino de semillas
ha habitado la casa, estalla una y otra vez. Pero la ventana
se ha quedado, entreabre el gesto, acompaña
al sonido hasta el infinito.
Los cuerpos nunca aparecieron, no los buscaron.

***

Versión de Ada Trzeciakowska

/

Co zostaje


Kochanie, otwórz okno – mówi
z kuchni. Uchyla,
ale nie słyszy już niczego więcej, bo glos
się nie powtarza, a w uszach
eksplodują pokrzywy.
Ale okno zostało otwarte, dom zamieszkuje
zawierucha nasion, wybucha raz po raz. Ale okno
zostało, uchyla gest, odprowadza
dźwięk w nieskończoność.
Ciał nigdy nie znaleziono, nie szukano.
 
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

Sandra Cornejo (La Plata, Argentina, 1962)

 


 

Sandra Cornejo






















 
 
Dolores 

                 “You'll always be 
                    special to me”
                  No Need to Argue, 
                   The Cranberries. 

Sus huesos 
cargaban el hambre
de su clan.
Sin arpa, sin amparo.

Dorada Dolores, rapsoda.

Peñasco tus pies,
sones tu caída.
Armadillo herido,
pastora de lobos
con esa tristeza temprana.
Tus ojos de octubre, 
tu marea negra,
tu final de enero.
Tan frágil
tan ruda
corazón de orfebre, 
Limerick, brumosa, 
te reza,
te llora.

Que tu brisa dance
tonadas,
que tu voz abrace
este cielo Zombie
sin vos.
Risa centelleante
respiro,
arándano rojo.

Te fuiste
You'll always be 
special to me, 
special to me, to me.
Dolores. 

Castor sin abrigo.

Dolores.

(A Dolores O'Riordan) 

(De Corteza, Prueba de Galera, 2019)
 


Isla de los manzanos
Qué es la vida sino detalles.
Cerrar las ventanas por la noche.
Aguardar que las manzanas asadas
te cobijen.
Observar en el verde
lo frondoso que ha crecido el ficus.
Comprobarle a la casa sus sueños.
Leer en su texto indeleble
la certeza tallada con el corazón.
Como si de pronto un druida
se hubiera hecho cargo
del mundo y su peso
sentirse
de tanto en tanto
a salvo.

(De Bajo los ríos del cielo, Ediciones al Margen, 2014)


Un abedul 
cuando llueve, 
una arboleda que aclara
al arañar la pista
y desciende el avión en un aeropuerto 
donde las mujeres beben vodka
a las seis de la mañana hora local
               
Era acogedor el frío 
aunque temible
Cantabas en mi idioma
pero con otro acento
Afuera la hilera de abedules
los aviones solos sobre el cemento mojado
Detrás de las cabinas
los soldados
te miraban cantar
Algunas veces, por un instante
la historia debería sentir compasión
y alertarnos

(De Sin suelo, Ediciones Vox, 2001)



Sandra Cornejo nació en La Plata en 1962. Creció entre Catamarca, Chubut y Mendoza. Reside en La Plata. Es Licenciada en Comunicación Social por la UNLP, gestora cultural y poeta. Publicó Borradores (Cuadernos de Sudestada, 1989), Ildikó (Último Reino, 1998), Sin suelo (Ediciones Vox, 2001), Partes del mundo (Alción Editora, 2005), Bajo los ríos del cielo (Ediciones Al Margen, 2014) y Corteza (Prueba de Galera, 2019). En 2012, la colección de poesía Cuadernos orquestados, dio a conocer una selección de sus textos con el título Todo lo perdido reaparece. Poemas suyos fueron incluidos, asimismo, en varias antologías; entre ellas: Poetas argentinas, 1961-1980 (Ediciones del Dock, 2007), Poesía de Pensamiento. Una antología de poesía argentina (Endymion, España, 2015); Antología Federal de Poesía. Provincia de Buenos Aires (CFI, 2019) y Fundación Argentina para la Poesía (Vinciguerra hechos de cultura, 2021). Representó a su país en el Festival ISLA (Dublín, Irlanda, 2017), entre otros. 


(Fuente: Alpialdelapalabra)

 

Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991)

 

De "Quien habla no está muerto", 6


 
 
Comida con música

El azulino vapor,
ramificándose por la mesa,
contoneos, fragantes elipses,

el entrañable reverberar,
conduciendo las retinas a la fuente,
a hermanarlas con los punzantes alientos,

el chasquido de comensales,
agradeciendo que comer
sea sobrevivir,

el invocar a los cielos, lenguas
alabándolos por haber sido hechas,
para hundirse como azadas, envolver lo revuelto.

El oratorio de Haendel,
servido al unísono con las lentejas,
como aderezo complementario,
                                                plato
de emergencia, tranquilizador
recurso por si inopinadamente
se despiertan más apetitos, hambre
canina a ser hartada entonces
con comida en otra longitud de onda.
 


En "Quien habla no está muerto", 1975, Obra poética III, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1980

Otra Iglesia Es Imposible - DardanelosA Media Voz - El Placard - Analecta Literaria - De Sibilas y Pitias - Javier Barreiro - Diario de Poesía - Universidad Complutense de Madrid - Hablar de Poesía - La Nación - Clarín, 1 - Clarín, 2 - Eterna Cadencia - Palabra Virtual (audio) - Los 7 Locos/YouTube

Foto: Alberto Girri, Buenos Aires, 1988 Luis Barreiro
 
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)

 

Francisco Cenamor (España, 1965)

 

Solo en Barcelona

 


 
 
 
 
 
Uno no se siente más yo
que cuando está solo
en una ciudad que no conoce
y además hay calles desabridas
con hileras de dos faros que no se detienen
y oloroso silencio frente a la Sagrada Familia
(ese esqueleto de fantasma cuyas puntas
se pierden en la noche del cielo)
y el viento sopla frío
y las farolas están tristes
y las palmeras quedan ridículas en aquel frío
y por fin La Rambla
donde paseamos todos los forasteros
y miramos cómo recogen las flores
y las putas tan jóvenes y negras
y bajamos los ojos y alguien mira
y hace señas y la ciudad es hostil de repente
y coges el metro en Drassanes
hasta el frío hostal donde te alojas
y en la habitación piensas estás solo
pero es que esta vez querías estar solo
por eso es mejor que ella no haya venido
y hubiese mar y olor silencioso
fantasma de Sagrada Familia
y ciudad que no conoces,
farolas tristes y La Rambla
forasteros y putas y metro
y la habitación del hostal donde estás solo
porque esta vez quieres estar solo
 
 
 

Francisco Cenamor en Ángeles sin cielo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2003).
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

Simonny Azul Urdaneta (Valencia, Venezuela, 1978)

 


 


Simonny Azul Urdaneta














Festivo

Sácale las tripas al toro
déjalo colgado desangrarse lentamente
nadie lo mandó a creer en ti
en quien sujeta el puñal de lejos
las mujeres sentadas observan la faena 
y el agua roja llega a los crisantemos
y aun así miramos al cielo
luego bajar la montaña
luego las aves de rapiña
tragando duro en la costilla
no bastará el próximo día festivo
para el encuentro
échame la sal aquí en la herida abierta
y ya y ya ni una palabra escrita
ni una dicha.
 


Eucalipto

Se llamaba eucalipto esa rama verde blancuzca
se llamaba tordo esa sombra picoteando mi cabeza
temprano supe de fantasmas y canciones de años
de celajes y de espantos 
temprano supe leer libros y oráculos distintos
esta bandera blanca en la puerta
esta cruz de palma, este palo santo
este grano de sal bajo la lengua par estar vivos
y la neblina acaso
las visiones que vuelven a contarme de ti.
 


Halo

Y en esta hora pura en que el sol y su halo
mandan sus señales encriptadas
de seguro estás allí, hermano mío
mirándome
desde el otro lado del ojo del cielo.
 


Quédate

Quédate
con lo que sobra
las heridas de la espalda
su olor a sequedad
las mordidas de la boca
que ayer comió de mi
hay espacio en el desván
para la ropa raída
la lengua de las bestias
en este círculo me fundo
mis dedos ya tocaron
la orilla clara
de las palabras
son el destello
la incandescencia
de haber perdido
la avidez de lo continuo
como el humo de las piedras
sueno distinto
cada vez
cuando te quedas 
con lo poco
fragmentos
de lo que nunca te di


Lengua


Escribiré un poema
Con mi lengua
en la línea
de tu espalda
alargo
las vocales
como gemidos
en dirección
a tu flanco
mi lengua es ésta
la del cuerpo
la que te circunda
apenas ésta
que nombra
para alcanzarte.
 


Piedra de Rayo

Si algún día vez olvida las palabras
inventará otra forma de invocarte
rayo que suena siempre distinto
para qué cuerpo o memoria  
qué temor ni sombra
qué neblina
si tu sonido aparece 
veloz y es sin esfuerzo 
cada cosa en el camino
oscura piedra de rayo
el río la sal también la sed
la arena piel de lo que es nuestro 
y no nos deja
entonces aún en el descuido
en la omisión en el olvido caes
fragmento de noche
poema
oscura piedra de rayo
que me salvas



Poema allanado

Intento escribir 
un poema claro 
ausente 
de metáforas 
que puedan 
comprometerme 
un poema 
huella digital 
que diga 
tu nombre 
de manera 
única 
que se sepa 
allanado 
y bajo 
vigilancia 
intento 
escribir 
un poema 
aunque sé 
que tengo derecho 
a guardar silencio.


Somos de esta calle
lo sabes

hay una grieta en
la frente y un hueco
que te recuerda
su nombre

sus muertos nos llevaron
a vernos en silencio

el cuerpo en la sala
y nosotros
pasando en aguardiente
las ganas de decirnos

lo siento.    
           
                                                                 

He dicho tantas mentiras

mamá me enseñó 
y lo hago siempre
mirando a los ojos

las digo a mí misma
en voz queda
sin parpadear

he dicho tantas que 
no sé si pueda encontrar 
ese pedazo de cuerpo 
donde me escondo 

también de una mentira 
nació la hija.




 Simonny Azul Urdaneta  (Valencia, Venezuela, 1978)  Poeta, investigadora, Jefa del Departamento de Pedagogía Infantil FaCE-UC, Profesora e investigadora en la Universidad de Carabobo. Actriz, dramaturgo, productora radial y teatral. Fue Directora de la Escuela de Teatro “Ramón Zapata”. Ha publicado: Los cuentos de hadas no hablan de sexo (1997, 2002), Mi calle de una acera (2002) Líbrame (2005) Como una costumbre (2010), Piedra de Rayo (2015). Halo y otros poemas (2022), Cómo hacer de un bebé un lector (2022). Premio Concurso de Poesía Liceísta CELARG, 1994. Premio Mención Poesía en el Concurso de Literatura FACE-UC 1997, Premio Certamen Mayor de las Artes y las Letras, 2004, Premio Bienal José Rafael Pocaterra 2009, Premio Concurso de Poesía Festival Mundial de Poesía, 2014. Fue condecorada con la Orden “José Félix Ribas” en su tercera clase, área artística. Orden "Arturo Michelena" por su trayectoria artística. Participó en Festivales Internacionales en Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Dictó su taller: Voces femeninas en la poesía contemporánea en Saint Vincent, 2011 y Lima, Perú, 2019. Su trabajo literario e investigativo ha aparecido en antologías como En Obra, de Gina Saraceni, Editorial Equinoccio; Antología de Poesía Venezolana, Embajada de Venezuela en Siria; Antología “El vuelo más largo, Poesía Hispanoamericana”, Ángeles de Papel Editores, entre otras; también en periódicos y revistas de circulación nacional e internacional. Su poesía ha sido parcialmente traducida al inglés, portugués, italiano y árabe. 
 
 
(Fuente: Alpialdelapalabra)