viernes, 29 de julio de 2016

Günter Grass

Autorretrato


Masticador de encías, viejo mascullante,
que sólo a cucharadas digiere el puré,
si de noche, limpita, no estuviera
la tercera dentadura en el vaso de agua.

¡Escupido! ¡Escupe, escupe!
No ha de quedar ni una miga.
Fuera los mocos,
la diligencia del que acumula.

Va con marea baja,
paso a paso,
hasta que la marea alta borra
lo que como huella queda y no identifica.

Quiere -sin alento desde hace mucho-
con su ultimísimo diente
no decir ya sí y sí
sino únicamente no, nonó y no.

Esa cancioncilla, conocida de siempre,
vive con pocas estrofas.
Para quien la canta, el desierto,
se convierte, sin eco, en sala de ensayos.

lunes, 25 de julio de 2016

Jorge Teillier

Poema de invierno






El invierno trae caballos blancos que resbalan
            en la helada.
Han encendido fuego para defender los huertos
de la bruja blanca de la helada.
Entre la blanca humareda se agita el cuidador.
El perro entumecido amenaza desde su caseta
            al témpano flotante de la luna.

            Esta noche al niño se le perdonará
                        que duerma tarde.
            En la casa los padres están de fiesta.
            Pero él abre las ventanas
            para ver a los enmascarados jinetes
            que lo esperan en el bosque
            y sabe que su destino
            será amar el olor humilde de los senderos
                        nocturnos.

El invierno trae aguardiente para el maquinista
            y el fogonero.
Una estrella perdida tambalea como baliza.
Cantos de soldados ebrios
que vuelven tarde a sus cuarteles.

            En la casa ha empezado la fiesta.
            Pero el niño sabe que la fiesta está en otra parte,
            y mira por la ventana buscando
                        a los desconocidos
            que pasará toda la vida tratando de encontrar.
 
 
 
(Fuente:  Descontextos)

sábado, 23 de julio de 2016

Rodolfo E. Fogwill (Buenos Aires, 1941 - 2010)

Fumar



El placer de fumar, el placer de quemar
lo que nos llega sólo para ser consumido
y en eso se consuma. El placer de encontrar
en la nada del aire un sabor conocido
un aroma sin nombre, conocido, habitual.
El placer del colmar el aire, este vacío
con el cuerpo del humo que se disolverá
en la nada del aire cesando, convertido
en deseo de volver a desear y volver
otra vez a desear persiguiendo un deseo
intacto que no cese ni se apague al prender
la brasa y que arda en ella convertido en un fuego
ínfimo y casi interior y casi eterno y lento
como el hombre, aspirado desde un vacío del tiempo.

jueves, 21 de julio de 2016

Gonzalo Rojas (Chile)


A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro

Bésense en la boca, lésbicas
baudelerianas, árdanse, aliméntense
o no por el tacto rubio de los pelos, largo
a largo el hueso gozoso, vívanse
la una a la otra en la sábana
perversa,
                y
áureas y serpientes ríanse
del vicio en el
encantamiento flexible, total
está lloviendo peste por todas partes de una costa
a otra de la Especie, torrencial
el semen ciego en su granizo mortuorio
del Este lúgubre
al Oeste, a juzgar
por el sonido y la furia del
espectáculo.
                   Así,
equívocas doncellas, húndanse, acéitense
locas de alto a bajo, jueguen
a eso, ábranse al abismo, ciérrense
como dos grandes orquídeas, diástole y sístole
de un mismo espejo.
                                De ustedes
se dirá que amaron la trizadura.
Nadie va a hablar de belleza.


Jacobo Fijman




Negación



Señor:
 
Todo se angustia en mí y en mí padece;
En mí es noche de sol tu primavera;
Pero mi vida canta, y es grave, y es severa,
Y en tus noches mi espíritu amanece.

¿Mas para qué esta santidad sublime,
Esta pureza dura, atormentada,
Si todo se ha de ir hacia la Nada,
Hasta mi propio ser que se redime?

En mí tu creación pierde sentido;
Nada tiene sentido, ni la muerte.
Tú, que todo lo puedes, tú, el más fuerte,
Vuélveme al polvo, a lo que ayer he sido.

sábado, 16 de julio de 2016

Juan José Saer


A los pecados capitales

Por nuestra fantasía, nos liberan
de la materia pura, pero caemos en la red
de la esperanza. Pecados, vicios, y hasta
las débiles virtudes, nos separan
del cuerpo único del caos,
nos arrancan
de la madera y de los mares.
Guardianes en el umbral de la nada.

viernes, 15 de julio de 2016

Porfirio Barba Jacob (Colombia)


FUTURO

Decid cuando yo muera... (¡y el día esté lejano!)
soberbio y desdeñoso, pródigo y turbulento,
en el vital deliquio por siempre insaciado,
era la llama al viento...

Vagó, sensual y triste, por las islas de su América;
en un pinar de Honduras vigorizó el aliento;
la tierra mexicana le dio su rebeldía,
su libertad, su fuerza... Y era una llama al viento.
De simas no sondadas subía a las estrellas;
un gran dolor incógnito vibraba por su acento;
fue sabio en sus abismos, y humilde, humilde, humilde,
porque no es nada una llamita al viento.
Y supo cosas lúgubres, tan hondas y letales,
que nunca humana lira jamás esclareció,
y nadie ha comprendido su trágico lamento...
Era una llama al viento y el viento la apagó.



viernes, 8 de julio de 2016

Yves Bonnefoy


"A menudo en el silencio...",

© Versión de Juan Carlos Villavicencio


(1923-2016)


A menudo en el silencio de un barranco
oigo (o quiero oír, no lo sé)
un cuerpo que cae entre las ramas. Lenta y larga
es esta caída ciega; que ningún grito
viene jamás a interrumpir o a darle fin.

Entonces pienso en las procesiones de la luz
en el país que no nace ni tampoco muere.





en Hier régnant désert, 1958
(De Descontextos)