domingo, 31 de octubre de 2021

Lord Byron: (Reino Unido, 1788 - 1824)

 

 

Oscuridad 
 

Tuve un sueño, que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
vagaban diluyéndose en el espacio eterno,
sin rayos, sin senderos, y la helada tierra
oscilaba ciega y oscureciéndose en el aire sin luna;
la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo
consigo el día,
Y los hombres olvidaron sus pasiones ante el terror
de esta desolación; y todos los corazones
se helaron en una plegaria egoísta por luz;
y vivieron junto a hogueras —y los tronos,
los palacios de los reyes coronados— las chozas,
los hogares de todas las cosas que habitaban,
fueron quemadas en las fogatas; las ciudades se consumieron,
Y los hombres se reunieron en torno
a sus ardientes refugios
para verse nuevamente las caras unos a otros;
Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo
de los volcanes, y su antorcha montañosa:
Una temerosa esperanza era todo lo que el mundo contenía;
Se encendió fuego a los bosques - pero hora tras hora
Fueron cayendo y apagándose —y los crujientes troncos
se extinguieron con un estrépito—
y todo fue negro.
 
Las frentes de los hombres, a la luz sin esperanza,
tenían un aspecto no terreno, cuando de pronto
los haces caían sobre ellos; algunos se tendían
y escondían sus ojos y lloraban; otros descansaban
sus barbillas en sus manos apretadas, y sonreían;
y otros iban rápido de aquí para allá, y alimentaban
sus pilas funerarias con combustible,
y miraban hacia arriba
con loca inquietud al sordo cielo,
El sudario de un mundo pasado; y entonces otra vez
con maldiciones se arrojaban sobre el polvo,
y rechinaban sus dientes y aullaban; las aves silvestres chillaban,
y, aterrorizadas, revoloteaban sobre el suelo,
y agitaban sus inútiles alas; los brutos más salvajes
venían dóciles y trémulos; y las víboras se arrastraron
y se enroscaron entre la multitud,
siseando, pero sin picar —y fueron muertas para ser alimento:
y la Guerra, que por un momento se había ido,
se sació otra vez—; una comida se compraba
con sangre, y cada uno se hartó, resentido y solo
atiborrándose en la penumbra: no quedaba amor;
toda la tierra era un solo pensamiento
y ese era la muerte,
Inmediata y sin gloria; y el dolor agudo
del hambre se instaló en todas las entrañas —hombres
morían—, y sus huesos no tenían tumba,
y tampoco su carne;
el magro por el magro fue devorado,
y aún los perros asaltaron a sus amos,
todos salvo uno,
Y aquel fue fiel a un cadáver, y mantuvo
a raya a las aves y las bestias y los débiles hombres,
hasta que el hambre se apoderó de ellos, o los muertos que caían
tentaron sus delgadas quijadas; él no se
buscó comida,
Sino que con un gemido piadoso y perpetuo
y un corto grito desolado, lamiendo la mano
que no respondió con una caricia —murió.
 
De a poco la multitud fue muriendo de hambre;
pero dos
de una ciudad enorme sobrevivieron,
y eran enemigos; se encontraron junto
a las agonizantes brasas de un altar
donde se había apilado una masa de cosas santas
para un fin impío; hurgaron,
y temblando revolvieron con sus manos delgadas y esqueléticas
en las débiles cenizas, y sus débiles alientos
soplaron por un poco de vida, e hicieron una llama
que era una burla; entonces levantaron
sus ojos al verla palidecer, y observaron
el aspecto del otro —miraron, y gritaron, y murieron—
De su propio espanto mutuo murieron,
sin saber quién era aquel sobre cuya frente
la hambruna había escrito Enemigo.
El mundo estaba vacío,
lo populoso y lo poderoso —era una masa,
sin estaciones, sin hierba, sin árboles, sin hombres, sin vida -
una masa de muerte— un caos de dura arcilla.
 
Los ríos, lagos, y océanos estaban quietos,
y nada se movía en sus silenciosos abismos;
las naves sin marinos yacían pudriéndose en el mar,
y sus mástiles bajaban poco a poco; cuando caían
dormían en el abismo sin un vaivén -
Las olas estaban muertas; las mareas estaban en sus tumbas,
Antes ya había expirado su señora la luna;
Los vientos se marchitaron en el aire estancado,
Y las nubes perecieron; la Oscuridad no necesitaba
De su ayuda. Ella era el universo.
 
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

 

Daniel González Oronó (Dolores, Buenos Aires, 1962)

Réquiem mecánico

 

He asistido sin querer al despiece
de un vencido motor de auto
en un oscuro taller.
 
Los hombres excitados y ansiosos
identificaban con aplicación y esmero
las partes como joyas sucesivas.
 
En aquellas ásperas manos
parecían desmembrarse poco a poco
duros ejemplos de una ciega y pura voluntad.
 
Así fui observando extrañado
como alguna vez la metafísica de la velocidad
en las tripas de su secreto,
había pulido infructuosamente
sobre la retórica de la materia
el inamovible deseo de llegar a todas partes.
 
 
 
 
(Fuente: Ricardo Ruiz)
 
 

 

Sarah Kay (Nueva York, EE.UU., 1988)

 

 

EL TIPO

Todo el mundo necesita un lugar; no debería ser invadiendo a alguien más

Si creciste siendo el tipo de mujer que los hombres quieren mirar,
puedes permitirles que te miren
pero no confundas ojos con manos,
o ventanas, o espejos.
Déjales ver como se ve una mujer;
quizás nunca han visto una antes.

Si creciste siendo el tipo de mujer que los hombres quieren tocar
puedes permitirles tocarte.
A veces no es a ti a quien buscan,
a veces, es una botella, una puerta, un sándwich, un Pulitzer, otra mujer...
Pero sus manos te encontraron a ti primero.
No te confundas con ser una cuidadora, una musa, o una promesa, o una víctima, o un snack.
Eres una mujer,
piel y huesos, venas y nervios, corazón y sudor.
No estás hecha de metáforas,
ni de disculpas, ni de excusas.

Si creciste siendo el tipo de mujer los hombres quieren contener,
puedes permitirles contenerte.
Todo el día, ellos practican mantener sus cuerpos erguidos.
Aún después de la evolución, esto sigue sintiéndose poco natural.
Todavía tensa los músculos, sostiene los brazos firmes y la columna tiesa.
Sólo algunos hombres querrán aprender lo que se siente volverse un signo de interrogación a tu alrededor,
admitir que no tienen todas las respuestas que pensaron que tendrían ahora.
Algunos hombres querrán tomarte como si fueras la respuesta.
No eres LA respuesta, no eres el problema, ni el poema, o la frase de remate, o el acertijo, o el chiste.

Mujer, si creces para ser el tipo de mujer que los hombres quieren amar,
puedes dejar que te amen.
Ser amada no es lo mismo que amar.
Enamorarte es descubrir el océano, después de años de nadar en charcos.
Es reconocer que tienes manos.
Es alcanzar la cuerda cuando las multitudes se han ido a casa.

No pierdas tiempo preguntándote si eres el tipo de mujer que los hombres quieren lastimar.
Si te deja el corazón resonando como una alarma,
podrías aprender a cantar al unísono.
Es duro dejar de amar el océano.
Aún después de que te ha dejado suspirando — cubierta de sal.
Perdónate por las decisiones que has tomado,
las cuales aún llamas errores cuando las arropas por la noche.
Y comprende esto:
Conócete como el tipo de mujer que está buscando un lugar propio.
Deja que las estatuas tiemblen.
Tú siempre has sido EL lugar.
Tú eres una mujer que puede construirlo.
Tú naciste para construir.

Lectura recomendada por Sol Iametti
 
 

THE TYPE

Everyone needs a place. It shouldn’t be inside of someone else.

If you grow up the type of woman men want to look at,
You can let them look at you.
But do not mistake eyes for hands or windows or mirrors.
Let them see what a woman looks like.
They may have not ever seen one before.

If you grow up the type of woman men want to touch,
You can let them touch you.
Sometimes, it is not you they are reaching for.
Sometimes it is a bottle, a door, a sandwich, a Pulitzer — another woman.
But their hands found you first.
Do not mistake yourself for a guardian or a muse or a promise or a victim or a snack.
You are a woman — skin and bones, veins and nerves, hair and sweat.
You are not made out of metaphors, not apologies, not excuses.

If you grow up the type of woman men want to hold,
You can let them hold you.
All day they practice keeping their bodies upright.
Even after all this evolving it still feels unnatural.
Still strains the muscles, hold firms the arms and spine.
Only some men will want to learn what it feels like to curl themselves into a question mark around you,
Admit they do not have the answers they thought they would by now.
Some men will want to hold you like the answer.
You are not the answer.
You are not the problem.
You are not the poem or the punch-line or the riddle or the joke.

Woman, if you grow up the type men want to love,
You can let them love you.
Being loved is not the same thing as loving.
When you fall in love, it is discovering the ocean after years of puddle jumping.
It is realizing you have hands.
It is reaching for the tightrope when the crowds have all gone home.

Do not spend time wondering if you are the type of women men will hurt.
If he leaves you with a car alarm heart, you learn to sing along.
It is hard to stop loving the ocean even after it has left you gasping — "salty."
So forgive yourself for the decisions you've made.
The ones you still call mistakes when you tuck them in at night and know this:
Know you are the type of woman who is searching for a place to call yours.
Let the statues crumble.
You have always been the place.
You are a woman who can build it yourself.
You are born to build.
 
 

O TIPO

Se você vier a se tornar o tipo de mulher que os homens querem olhar
Você pode deixar que eles te olhem.

Não confunda olhos com mãos.
Ou janelas. Ou espelhos.

Deixem que eles vejam o que é uma mulher.
Talvez eles nunca tenham visto uma antes.

Se você vier a se tornar o tipo de mulher que os homens querem tocar
Você pode deixar que eles te toquem.

Às vezes não é você quem eles estão tentando alcançar.
Às vezes é uma garrafa. Uma porta. Um sanduíche.

Um Pulitzer. Outra mulher.
Mas as mãos deles encontraram você primeiro.

Não confunda a si mesma com uma guardiã.
Ou uma musa. Ou uma promessa. Ou uma vítima. Ou uma merenda.

Você é uma mulher. Pele e ossos. Veias e nervos. Cabelos e suores.
Você não é feita de metáforas. Nem de perdões. Nem de desculpas.

Se você vier a se tornar o tipo de mulher que os homens querem abraçar
Você pode deixar que eles te abracem.

Todos os dias eles treinam em como deixar seus corpos esticados —
Mesmo após toda essa evolução, ainda parece pouco natural

A forma como firmam os músculos, como tensionam os braços e a coluna.
Apenas alguns homens irão querer aprender qual a sensação de se enroscarem como um


um ponto de interrogação ao seu redor e admitir que eles não têm as respostas
Que pensaram que teriam até agora;

alguns homens irão querer te abraçar como se você fosse A Resposta.
Você não é a resposta.

Você não é o problema. Você não é o poema
Ou o trocadilho ou a charada ou a piada.

Mulher. Se você vier a se tornar o tipo que os homens querem amar
Você pode deixar que eles te amem.

Ser amada não é o mesmo que amar.
Quando você ama, é como descobrir o oceano

Após passar anos brincando com poças. É perceber que você tem mãos.
É atravessar uma corda bamba quando toda a multidão já foi para casa.

Não perca seu tempo se perguntando se você é o tipo de mulher
Que os homens irão ferir. Se eles a deixarem com um alarme cantando em seu coração

Aprenda a cantar junto. É difícil deixar de amar o oceano
Mesmo quando ele a deixou arfando e coberta de sal.

Perdoe a si mesma pelas decisões que você tomou.
Aquelas que você ainda chama de erros quando as esconde no meio da noite

E saiba disso:

Saiba que você é o tipo de mulher
Que está procurando um lugar para chamar de seu.

Deixe que as estátuas sucumbam.
Você sempre foi esse lugar.

Você é uma mulher que pode construí-lo por si mesma.
Você nasceu para construir.
 
 

Traducción al portugués de Evelyn Marques






(Fuente: Emma Gunst)

Tristán Tzara (Rumania, 1896 - Francia, 1963)

 

 

Ha girado en torno al faro el nimbo de los pájaros azules
en las mitades de la oscuridad taladrando la lejanía de los barcos
y se han caído al agua cual cenizas de arcángeles 
 
Se ha alterado el pan y la flor
En las leproserías yacen como gavillas nuestros amigos
Tú sigues cosiendo sola pensamientos para tu hijo 
 
Solamente el tren arrastra sus vapores
Animal malherido que corre, destripado
 
 
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 1936 - 1972)

 

Cantaora nocturna

 
       Joe, macht die Musik von damals nacht...
 
 
 
La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
 
Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.
 
Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.
 
Ella canta.



(Fuente: Rosario Vanesa Parisi)

Tatiana Oroño (San José de Mayo, Uruguay, 1947)

 

Papeles

 





Tras de nosotros hay papeles con tu letra
anotaciones cartas efímeros billetes
garabatos de ocio distraídos grafemas.
 
Tras de nosotros hay papeles con mi letra
pañales son toallas
repasadores tibios
 
donde vuelve a ocurrir algo ocurrido:
 
cae un cuerpo y lo salvo
lo acaloro
            enjuago un tenedor
lo envuelvo y lo devuelvo
sano
 
ocurre algo y lo asisto
 
sólo verlo existir sólo
tomándolo
en el hilo cursivo de la letra:
 
no dejarlo caer no consentir
que caiga
lo caído.



en Tajos, 1990


 (Fuente: Descontexto)

Camila Evia (San Martín de los Andes, Argentina, 1987)

 

 

*

INCENDIO 

 

Cuento las pestañas
quemadas por la oscuridad
de tu indiferencia
despojada de toda realidad

Garras de tormento
te absorben …………derriten
las capas de tu espada

Triunfaron los bufones
quemando la seda
por la cerda satisfacción
……………………………….de la ira

Por orden maligna
arrancaste la hierba
cubierta de estrellas

 

(inédito)

_

 

 

(Fuente: Buenos Aires poetry)

Arthur Rimbaud (Francia, 1854 - 1891)

 

El baile de los ahorcados 
 
 

En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.
¡Monseñor Belzebú tira de la corbata
de sus títeres negros, que al cielo gesticulan,
y al darles en la frente un buen zapatillazo
les obliga a bailar ritmos de Villancico!
Sorprendidos, los títeres, juntan sus brazos gráciles:
como un órgano negro, los pechos horadados,
que antaño damiselas gentiles abrazaba,
se rozan y entrechocan, en espantoso amor.
¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza,
trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,
¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!
¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!
¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!
Todos se han despojado de su sayo de piel:
lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.
En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.
El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;
cuelga un jirón de carne de su flaca barilla:
parecen, cuando giran en sombrías refriegas,
rígidos paladines, con bardas de cartón.
¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!
¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!
y responden los lobos desde bosques morados:
rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno…
¡Zarandéame a estos fúnebres capitanes
que desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,
un rosario de amor por sus pálidas vértebras:
¡difuntos, que no estamos aquí en un monasterio!
Y de pronto, en el centro de esta danza macabra
brinca hacia el cielo rojo, loco, un gran esqueleto,
llevado por el ímpetu, cual corcel se encabrita
y, al sentir en el cuello la cuerda tiesa aún,
crispa sus cortos dedos contra un fémur que cruje
con gritos que recuerdan atroces carcajadas,
y, cómo un saltimbanqui se agita en su caseta,
vuelve a iniciar su baile al son de la osamenta.
En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

Mary Oliver (EEUU, 1935 - 2019)

 

Invitación

 

¿Eh, tienes tiempo
de detenerte
sólo por un instante
en tu ocupado
 
y muy importante día
por los jilgueros
que se han reunido
en un campo de cardos
 
para una guerra musical,
a ver quién puede cantar
la nota más aguda
o la más grave,
o la más jubilosa,
o la más tierna?
 
Sus fuertes, romos picos
se beben el aire
mientras luchan
melodiosamente
 
no por tu bien
ni por el mío
ni por ganar
sino por puro placer y gratitud:
 
créenos, dicen,
es cosa seria
simplemente estar vivo
esta mañana fresca
en el mundo roto.
 
Te ruego
no pasar de largo
sin hacer una pausa
para asistir a este
bastante ridículo espectáculo.
Podría significar algo.
Podría significarlo todo.
Podría ser lo que Rilke quiso decir, cuando escribió:
Debes cambiar tu vida.
 
 
 
(Fuente: Una antropóloga en la luna)
 

Charles Simic (Serbia. 1938 / EE. UU)

 



HACIENDO EL CUERVO

 

¿Estás autorizado a hablar
en nombre de los árboles desnudos?
¿Eres capaz de explicar
lo que pretende el viento
con la camisa y el camisón
abandonados en la lavandería?
¿Qué sabes tú de las nubes negras?
¿Y de los estanques repletos de hojas muertas?
¿De coches antiguos oxidándose en la entrada?
¿Quién te ha dado permiso
para mirar la lata de cerveza en la cuneta?
¿Y la cruz blanca junto a la carretera?
¿El columpio en el jardín de las viudas?
Pregúntate a ti mismo si las palabras bastan
o si sería mejor agitar tus alas
de árbol en árbol
y seguir haciendo el cuervo.

 

Trad. Martin López-Vega

 

(Fuente: Ada lírica)

 

Pablo Müller (Bilbao, España, 1961)

 

LEGOLAN (fragmento IV)

 


un colmenero informa de la muerte del viejo a las abejas / les dice que ha terminado su vida con cuidado / que siempre recogió su parte con cuidado / que se condujo con nosotros con cuidado / incluso dejó dócil su brazo al pinchazo de los paliativos / con una sonrisa con cuidado // las abejas agradecen la información y sienten la pérdida / su memoria es tan larga como la de cien generaciones / de colmeneros que mueren viejos / anidan en ella / colmeneras de cera dejaron palabras de idiomas viejos / alguien dijo gracias / cuando las manzanas se abrieron en las flores

 

 

—————————————————

 

 

canto a la camarera que deja el vaso lleno / con el cuidado de un relojero / canto al relojero que inventa el último reloj reparable / y ajusta el tornillo con el cuidado de una camarera / al policía municipal que sonríe al perro suelto / que arrastra su correa con indiferencia / y busca en todos los bares a su dueño olvidado / canto al camarero que sirve el vino / con el respeto de una vida dura / y solo sonríe cuando se lo piden / canto a la cocinera que pela las patatas con el cuidado de un relojero / y mira en su muñeca el reloj de las esperas / el margen de la jornada / mientras repasa la cuenta de las facturas pendientes / y la pierde en la gota de sangre en el filo del cuchillo / el recibo de la funeraria / la bombona de butano / la sal que duele la herida / el dedo que chupa / un óxido de fécula y angustia

 

 

—————————————————

 

 

canto al impresor que ordena los tipos y las cajas / los plomos parientes / lejanos de aquellos ríos trucheros / que levantan los papeles ligeros / de la tinta y te dicen que / los planos están entre las costillas / y si no se ven / es porque no te adelgazas / canto al joven con los dedos rotos / la médula de resina / y cuadernos escondidos de poemas / canto al contable que coge / el teléfono como la última llamada / y habla con el cuidado roto / de la desesperanza y puede / repetir varios números seguidos / sin romper a llorar / como cada noche

 

 

 

canto en el medio de la fábrica de latas / con la directora de calidad y seguridad alimentaria / cantamos a las moscas para alejarlas / de las bocas anchas de los envases / antes del último paso de baile que ejecuta el palet retractilado

 

 

 


En:   Legolan. Ed. LUPI, 2021

 

 

(Fuente: Voces del extremo)

 

Robert Nelson (EEUU, 1912 - 1935)

 

 

Debajo de la tumba
 

Seres aterradores andan a tientas en lagos sangrientos,
una bruma asquerosa se arrastra y se alimenta de hinchadas babosas;
de los lechos de plantas perfumadas se retuercen serpientes fétidas,
y como una flor cultivada con negras sustancias,
una luna de acero gotea sangre sobre un cielo oscurecido
por las profecías de locos fantasmas.
Pero esto ha cesado, ha quedado atrás,
y en ese bosque mefítico, debajo de la tumba,
los muertos cenan donde las sombras flotan,
y velas abrasadoras limpian la pútrida penumbra;
y los que estaban de pie en la alegría y el dolor de la tristeza,
ahora urden el estribillo extático del infierno.
Muy por debajo, donde criaturas tumefactas se mantienen
en habitaciones glaciales, y los cráneos arden como lámparas
para guiar a través de la vida más allá, y donde se corren
los velos verdes de un limo rezumante y mortales humedades,
resuena la tumba eternamente en alegre liberación.
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

 

Pere Quart (Joan Oliver: Barcelona, España, 1899-1986)

 

JUEGO

 

Navego contra la corriente.
Voy cuando vuelven.
 
Antes de pensar me lo repienso.
Lloro y sonrío en silencio
y en soledad.
 
Busco el anillo que he perdido
allí donde hay luz y bonanza.
 
"Tutto ch'altrui aggrada me disgrada."
 
Cuando puedo, discrepo.
Por ejemplo:
no digo "higuera de moro"
sino "nopal".
 
Y para perderme la vida
trabajo cada domingo.
 
Moribundo festejaré
-si me lo permiten la familia
y el resto de los poderes-
mi nacimiento.
 
 
_________________
en "Vacances pagades" (1960), Proa, Barcelona, 1965. Versión de Jonio González
 
 
 

JOC

 

Navego contra corrent.
Hi vaig quan en tornen. 
 
Abans de pensar em repenso.
Ploro i somric en silencii
en soledat. 
 
Cerco l'anell que he perdut
allà on hi ha llum i bonança.
Tutto ch'altrui aggrada me disgrada. 
 
Quan puc, discrepo.
Per exemple:
no dic "figuera de moro"
sinó "nopal". 
 
I per a perdre'm la vida
treballo cada diumenge. 
 
Moribund festejaré
-si m'ho permet la família
i la resta dels poders-
 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Rainer Maria Rilke (Praga, 1875 - Suiza, 1926)

 

 

Gato negro
 

Un fantasma, aunque invisible, todavía es como un lugar donde
su vista puede tocar, haciendo eco; pero aquí
dentro de esta piel negra y espesa, tu mirada más fuerte
será absorbida y desaparecerá por completo:
Al igual que un loco loco, cuando nada más
puede aliviarlo, se lanza a su oscura noche
aullando, golpea la pared acolchada y siente que
la rabia es absorbida y pacificada.
Parece esconder todas las miradas que alguna vez han caído
en ella, para que, como una audiencia,
pueda mirarlas, amenazadoras y hoscas,
y acurrucarse para acostarse con ellas. Pero de repente
Como si hubiera despertado, vuelve su rostro hacia el tuyo;
y con un susto, te ves, pequeña,
dentro del ámbar dorado de sus globos oculares
suspendidos, como una mosca prehistórica.
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

Muso Soseki (Japón, 夢窓疎石, 1275-1351)

 

MI CHOZA DE PAJA
 

Mi choza de paja
el cielo entero
es su techo
las montañas su cerco
y por jardín
tiene el mar
Yo estoy dentro
sin nada
ni siquiera una bolsa
y aun así hay viajeros
que dicen "Está escondido
detrás de una puerta de bambú"
 
***
 
 

VISITANDO MI VIEJA CHOZA AL FINAL DE LA PRIMAVERA
 

Hace tiempo viví
durante años
en esta playa
ahora vengo
a caminar por ella
como quien la visita
Los árboles en torno a la choza
todavía se acuerdan de mí
y el verdor
que regresa tras las flores
me ofrece una vez más
lo que queda de la primavera
 
 
 
_________________
en "Sun and Midnight. Poems and Sermons", North Point Press, San Francisco, 1989. Trad. del japonés al inglés, W. S. Merwin y Soiku Shigematsu. Versiones del inglés al castellano, Jonio González. 
 
 
_

MY THATCHED HUT

 
My thatched hut
the whole sky
is its roof
the mountains are its hedge
and it has the sea
for a garden
I’m inside
with nothing at all
not even a bag
and yet there are visitors
who say “It’s hidden
behind a bamboo door”
 
***
 
 

VISITING MY OLD HUT IN LATE SPRING
 

At one time I lived
for several years
on this beach
now I come
wandering along here
as a visitor
The trees around the hut
still remember me
and the green
that returns after the flowers
offers me once more
what is left of the spring
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

Edgar Allan Poe (EEUU, 1809 - 1849)

 

 

Espíritus de los muertos
 
 

Tu alma, sobre la tumba de piedra gris
a solas yacerá con sombríos pensamientos;
Nadie, en toda esa intimidad, penetrará
en la delgada hora de tu Secreto,
Sé silencioso en esa quietud,
la cual no es Soledad, ya que
Los Espíritus de los Muertos,
quienes te precedieron en la Vida,
en la Muerte te rodearán,
y con Sombras, tu quietud enlazarán;
La Noche, tan clara, se oscurecerá,
y las estrellas nos arrebatarán su brillo
desde sus altos tronos en el Cielo,
con su luz de esperanza para los mortales,
pero sus esferas rojas, apagadas,
en tu hastío tendrán la forma de Fiebre y Llamas,
y te reclamarán para siempre.
Ahora son pensamientos que no desterrarás,
ahora son visiones casi desvaneciéndose;
de tu Espíritu no pasarán jamás,
como la gota de rocío muere sobre la hierba
La brisa, aliento de Dios, es inmóvil,
y la niebla sobre la colina
Sombría, sombría, y a la vez intocable,
Es una Señal y un Símbolo.
¡Cómo se extiende sobre los árboles,
Misterio de Misterios!
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

H. P. Lovecraft (EEUU, 1890 - 1937)

 

 

El mensajero 
 

La Cosa, dijo él, por la noche vendría,
desde el viejo camposanto sobre la colina,
agachado frente al rubor de un fuego de robles
traté de decirme que aquello no podía ser.
seguramente, reflexioné, esto es una burla,
urdida por alguien que desconoce sin dudas
el Signo Mayor, legado de antigua solemnidad,
que libera las formas que hurgan en la oscuridad.
Él no quiso afirmarlo, no, pero igual encendí
otra lámpara, mientras el estrellado Leo
remontaba el río, la llama chispeó como un deseo,
y la luz de la lumbre se deshizo, lento, muy lento.
¡Entonces en la puerta, de la cautelosa agitación vino,
Y la Verdad demencial me devoró como una llama!
 
 
 
(Fuente: Bajo la sombra del tiempo)

 

Aleyda Quevedo (Quito, Ecuador, 1972)

 














 
Cortadas a media noche,
las flores de verano iluminan la habitación del hotel.
Las de color naranja excitan
hasta afectar
en esa zona que las mujeres confunden con:
deseo,
desgarro,
defectos.
Las flores fucsia y las excesivamente moradas
distraen y llegan a enervar.
Pero estoy húmeda,
lista para la noche en este hotel del mundo.
Piso un jardín de intimidades.
A las ramas verdes del follaje
las chupo una por una.
La clorofila aceitada me va dejando
las ganas de ir hasta el fondo,
Mas lo que hago antes de dormir
es leer los poemas de Szymborska.

***

Fotografía de Martín Jaramillo
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

Francisco de Quevedo (Madrid, 1580-Torre de San Juan Abad, Villanueva de los Infantes, España, 1645)

 

Atribuido a Francisco de Quevedo/ Rogarla, desdeñarme; amarla, hundirme...

 




Rogarla, desdeñarme; amarla, hundirme;
seguirla, defenderse; asirla, airarse;
querer y no querer dejar tocarse
y a persuasiones mil mostrarse firme.

Tenerla bien, probar a desasirme;
luchar entre mis brazos y enojarse;
besarla a su pesar y ella agraviarse;
probar, y no poder, a despedirse.

Decirse agravios, reprenderse el gusto
y, en fin, a baterías de mi prisa,
dejar el ceño, no mostrar disgusto.

Consentir que le aparte la camisa,
hallarlo limpio y encajarlo justo:
esto es amor y lo demás es risa.
 
 

Atribuido a Francisco de Quevedo (Madrid, 1580-Torre de San Juan Abad, Villanueva de los Infantes, España, 1645), "Sonetos encontrados en diversos lugares", Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

 

Nota del Ad.: El soneto se considera una respuesta satírica al muy conocido de Lope de Vega (Madrid, 1562-1635) que enseguida se reproduce:

CXXVI

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega, Rimas, 1602 , edición de Ramón García González, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes


Ilustración: Detalle de una de las tres copias del retrato original de Francisco de Quevedo pintado por Diego de Velázquez, cuyo paradero no se conoce. Las copias se atribuyen a Juan van der Hamen (Madrid, 1596-1631).Siglo XVII Wikimedia Commons
 
 
 
(Fuente: Campo de maniobras)

 

Pier Paolo Pasolini (Italia, 1922 - 1975)

 

Al príncipe

 

Si vuelve el sol, si desciende la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una tarde de lluvia parece volver
de tiempos tan amados y nunca del todo poseídos,
ya no soy feliz de gozarlos o sufrirlos:
no siento ya, frente a mí, toda la vida…
Para ser poetas se necesita mucho tiempo:
horas y horas de soledad son necesarias
para formar algo que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para darle forma al caos.
Poco tiempo me queda: por culpa de la muerte
que me viene al encuentro en mi marchita juventud.
Mas por culpa también de nuestro mundo humano
que le quita el pan a los hombres, y a los poetas la paz.
 
 
 
(Fuente: Rosario Vanesa Parisi)