lunes, 31 de agosto de 2020

Samuel Beckett (Irlanda, 1906 - Francia, 1989))



Estar ahí sin dientes y mandíbulas


estar ahí sin dientes ni mandíbulas
adónde se va el gozo de perder
con el apenas inferior
de ganar
y Roscelin y esperamos
adverbio oh regalito
vacío vacío salvo jirones de canción
padre me dio un marido
o al arreglar las flores
que moje cuanto quiera
hasta la elegía
de los zuecos herrados aún lejos de Les Halles
o el agua de la canalla apestando por las tuberías
o nada más que moje
porque es así
que pula lo superfluo
y venga
con la boca idiota y la mano hormigueante
a la cavidad hundida alojo que escucha
lejanos tijeretazos argentinos







Alba


antes de que amanezca aquí estarás
y Dante y el Logos y todos los estratos y misterios
y la luna marcada
allende el blanco plano de la música
que establezcas aquí antes del alba
solemne suave seda cantarina
inclínate hacia el negro firmamento de areca
lluvia sobre bambúes flor de humo callejuela de sauces
quienes aunque te inclines con dedos compasivos
para abonar el polvo
en nada aumentarán tu generosidad
cuya belleza ante mí será como un sudario
informe de sí misma que se extiende sobre la tempestad de los emblemas
de modo que no hay sol ni hay revelaciones
ni víctima tampoco
yo solamente y el sudario luego
y un bulto muerto ya






(Fuente: Zenda.libros)

Samuel Beckett (Irlanda, 1906 - Francia, 1989)



Qué haría yo sin este mundo…

 


Qué haría yo sin este mundo sin rostro sin preguntas
donde ser no dura sino un instante donde cada instante
gira en el vacío en el olvido de haber sido
sin esta onda en donde al final
cuerpo y sombra se confunden
qué haría yo sin este silencio abismo de rumores
jadeando furioso hacia la salvación hacia el amor
sin este cielo que se eleva
sobre el polvo de su lastre
qué haría yo haría como ayer como hoy
mirando por mi rendija si no estoy solo
para errar y alejarme de toda vida
en un espacio falso
sin voz entre las voces
encerradas conmigo





(Fuente: Life vest under your seat)

Jonio González (Buenos Aires, 1954)




      Rabino


si todo peso es ligero
con respecto a otro
y la moneda en la mesa
es un signo del hambre

si una vara de oro
mide igual
que una vara de sueño

       ¿por qué apoyar la frente
         en la luz
         a la hora doméstica
         en que la verdad se revela?

sólo el hombre justo
sabe que no lo es



   En  Ultimos poemas de Eunice Cohen

Alda Merini (Milán, 1931 - 2009) ​



Escribe solamente una carta de amor




Escribe solamente una carta de amor
que tenga la semilla de un gran suspiro
y después olvídala en la memoria
para que yo la pueda escuchar.
De noche, mientras duermes,
no lo sabes, pero voy a buscarte
mi límite se junta con el tuyo,
vivimos en dos desiertos
que al anochecer se transforman en colinas
y desnudo mis senos en la noche
ansiosa de que tú los veas. 




(Fuente:  La parada poética)



Hiroko Aoyama (Kyoto, Japón, 1925 - 2015)



CINCO HAIKUS

 
 
El mirlo
espera la nieve
para cantar
 
 
***
 
 
Bajo una nube gris
la glicina despliega
su veneno morado
 
 
***
 
 
La flor caída
ha encontrado
su lugar
 
 
***
 
 
Un perro se cruza en mi camino
¿cuál de los dos va
en la dirección correcta?
 
 
***
 
 
El monte Hiei
busca su cumbre
entre las nubes
 
 
 
 
___________
en "Yokotawaru", Koseisha, Tokio, 1951. Versiones de Eunice Cohen. 
 
 
 
(Fuente:  Jonio González)

Julio Huasi (Buenos Aires, 1935 - 1987) *




increíble de la carta que dejó el desocupado
en su bolsillo izquierdo



amurado contra la niebla sangro
afilo mi navaja en las chimeneas
desnudo despojado de retórica
espero la ofensiva de los cuervos
que pronto vendrán a desnacer
entre tanta traición me queda un tango
para sucumbir abrazados a la nave
sólo la noche heredará mi camisa
mi plato y mi cama bajarán de la cruz
y mi espacio lo llenará el crepúsculo
mi soñadora ya no sueña exhala rosas
ellas alzan mi viola malherida
y en la última nota cantan órdenes
de vengar al rehén de la miseria
por la sangre que nunca secará
gaviotas rojas despeguen de mi piel
con instrucciones sagradas y en el ala
un ardiente capítulo especial
sobre el amor el dolor y los perdones



(de los increíbles, 1965)







increíble de la libertad


libertad querida ¿quién te conoce?
no hace mucho que ando en el planeta
una juventud tirada a los perros
no te vi ni una vez en este baile
y la verdad es que me estoy cansando
te raptaré una mañana de estas
a punta de tormenta de furor
con una pistola llena de música
amaré tu cuello tu voz tus ojos
ah mi amor uno muere de soñarlo
bajará una patrulla flor y flor
por la violenta sangre que ya truena
para matar la contraflor y el resto
de la sucia baraja que nos pisa
con la espada en la mano te tendré
con el oro haremos los anillos
con el basto el lecho las ventanas
y con la copa nos emborrachamos
hay que festejar querida el casorio
de dos que se encontraron vírgenes


(de los increíbles, 1965)




(Fuente: Hojas del abanico)


(*)  Julio Ciesler, su verdadero nombre, si hay tal cosa.
 

Manuel Bandeira (Brasil, 1886 - 1968)




EN EL CAFÉ

Cuando pasó el cortejo
las gentes del café se descubrieron
maquinalmente
saludando al muerto distraídos
estaban volcados en la vida
absortos en la huida
confiados en la vida.
Sólo uno se descubrió con gesto
amplio y demorado
contemplando el cortejo largamente
solo él sabía que es inútil
la feroz agitación de la vida
que la vida es traición
y saludó a la materia que pasaba
libre para siempre de su alma muerta.

en "Antología", Arquitrave, Bogotá, s/f. Trad. de Umberto Cobo. 

MOMENTO NUM CAFÉ

 

Quando o enterro passou
Os homens que se achavam no café
Tiraram o chapéu maquinalmente
Saudavam o morto distraídos
Estavam todos voltados para a vida
Absortos na vida
Confiantes na vida.
Um no entanto se descobriu num gesto largo e demorado
Olhando o esquife longamente
Este sabia que a vida é uma agitação feroz e sem finalidade
Que a vida é traição
E saudava a matéria que passava
Liberta para sempre da alma extinta.
(Fuente: Jonio González)

Fernando Barbero (Madrid, España, 1949)



Hoy he bajado al trastero


Hoy he bajado al trastero
y he visto las fotos familiares
Obligadas comuniones y bodas
Juegos de mis hijas pisando charcos

Dibujos infantiles con declaraciones
sinceras de amores filiales
Tortugas y mariquitas de barro
que certifican el cariño de mis niñas

Trasteando entre la maleta de las muñecas
y algunos libros casi olvidados
han aparecido los retratos de mis padres y de mi hermano
y sus sonrisas, tan alejadas de la idea de la muerte,
me han atravesado y han acelerado mi respiración

En esos ojos estaban mi niñez, mi juventud
y también la promesa de morir
He cerrado la puerta y he subido a casa: a la vida




Un lugar

Imaginemos un lugar luminoso
Pensemos en miradas solidarias,
abiertas, amistosas y radiantes

Juan Ramón nos protege
de todo mal y de algún bien
Burros, asnos, plateros y rucios

Alguien lee un poema
 en la Peña Flamenca
y el sonido de los vasos se hace música 

Todo se para en la Casa Natal
cuando la palabra inunda el espacio
Un burro gris entra, mira y se ríe

Voces del Extremo en Moguer
Hablar extremadamente                                              
eso quiero seguir haciendo






                                                                                             
Otros mundos    
       
Dios dijo: “Haya luz”, y hubo luz.
Génesis 1.3


Dios creó el mundo,
después se desentendió
y se fue a otro planeta

Allí está creando
Ya sabes: la luz, la oscuridad,
los animales, el hombre…

 Ojalá esta vez le salga mejor.





En La magdalena de Bukowski. Ed. Amargord, 2020



(Fuente: Voces del extremo)

Gloria Gervitz (México, 1943)



Pythia

 


I
Todavía estoy dentro de la luz
Pero eres tú la que ha de decirme
Tú la palabra vacía    la que guarda el nombre
Desbordada luz
en la confluencia de los sueños
anegándose en el corazón
Absuelta luz
en la extensión del instante
Luz sola    sin más
Desasida
Mínima en su raíz
Quebrada luz    áspera
Detenida en su grito
Temblando entre las manos


II
Y dije tu nombre
Y el lugar era de aire
Y la palabra
la presa
en la desolación de la fe
Y la palabra           cierva
en la amplitud del silencio
se desploma
dócil en su infinita contradicción
en su misericordia
Y el corazón se cierra
Y el corazón se abre
Deslumbrado


III
Quietísima la luz
apenas polvo
¿Eres tú la que habita el nombre?
¿Tú la que irrumpes?
El peso de la Pythia
en la conciencia
Balbuceando
me cierno en círculos como un halcón
Segada luz
en su deslumbramiento


IV
Flujo y reflujo de los años vestales
Aquí adentro la luz se derrama
Y la palabra cruza el umbral
Y me llené la boca de tierra
para callar a las palabras






(Fuente:  Life vest under your seat)

Iisidoro Blaisten (Concordia, Argentina, 1933 - 2004)



LA BRÚJULA ROTA


Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
desde un otoño de luto alucinado
desde hoteles y calles y cansancio
de lugares terribles desde la sal al dátil
vuelve otra vez a mí el amor sin geometría
aprieta junto a mí su corazón de pájaro
llora en mi corazón como en un rincón de lástima.


Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta,
cuando se pone triste el alma de los mapas
y se mueren de frío las ventanas,
cuando el verano se asusta de la sangre,
desde el lugar más húmedo del llanto
vienen lentos pordioseros de neblina
caminan por el alma


van en busca de mi propia raíz de agua.

Ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
desde un raro país donde todo es encuentro
donde los tilos huelen a regreso
y caminan dulces viejos con la barba
vuelve hacia mí el amor con lluvia y mariposas
y una pólvora rara que supera al tabaco
y un coñac de misterio que ha engañado a la víspera
y una brújula rota que orienta a la ceniza,
y me lleva al lugar que ha olvidado a la luna
y el otoño es posible
y el amor es posible más allá de los credos.


Toda está bien ahora:
la luz, el heliotropo,
el musgo que ha brotado entre los días;
pero ciertas tardes y noches y mañanas como ésta
cuando mi corazón toma un color de noches perdidas para siempre
y el rocío se acuerda del último crepúsculo
y amanece la espera con su rostro inaudito,
vuelvo otra vez a mí como el río al ahogado
ya no sonríe nadie en los retratos
la desesperación me ladra por la espalda.






(Fuente: Aire nuestro)




Yolanda Bedregal (Bolivia, 1913-1999)



Juan Gert


Mi sueño se hizo dulcemente cal.
La bóveda perfecta de tu cráneo
enclavada en la mariposa de mis huesos
es frágil tulipán
coronando las alas abiertas de la pelvis.

Sacas el molde al mundo
en mi cintura breve;
recogido y devoto como un rezo,
hilas con mi sangre el Universo,
hijo mío.
Creces dentro de mí
como en vaso ritual.

Por ti conozco
la humildad de ser la tierra fértil,
por ti el orgullo del vital milagro;
por ti soy urna bíblica,
por ti soy comunión y penitencia.

Por ti la muerte en su medalla acuna
perfil de piedra en querubín de niebla.
El vivo tulipán de tu cabeza
saca de nuevo el molde al Universo.
 
 
 


en Obras completas (2009), incluido en Poesía boliviana. Donde la nieve y los ríos son míticos. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2015, selec. de Homero Carvalho Oliva).
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Andrea Alzati (Guanajuato, México, 1989)



Memoria


la memoria es
un animal
silencioso
fuera del cuerpo
desproporcional al cuerpo
vive y se alimenta
de nosotros
gestos de reliquia
gestos de animal en
cautiverio
animal en
peligro
de no extinguirse nunca la memoria
no duerme
no sueña
no descansa
la memoria es un animal omnipotente
omnipresente,
súper poderoso
súper selectivo
la memoria es
un animal
inmenso
un animal doméstico inmenso
un animal doméstico
pero no mascota
la memoria
no es una mascota
la memoria es
un animal
salvaje.



Agua viva


una mínima distracción
y el paraguas se queda colgado
en el interior tibio de la casa
así, mínimas
irán cayendo cada una
de las gotas de lluvia
de una tarde cualquiera de julio
así, como cualquier otro
volverás a ser el cuerpo
de agua viva.



Perro


hoy pensé en escribir sobre las orejas de un perro que no conozco
sólo conozco el nombre del perro
podría escribir su nombre
deletrearlo hacia adelante o hacia atrás
del perro sólo conozco su nombre
sus orejas y el resto de su cuerpo de perro
todo lo que lo hace un perro más allá de su nombre
me es desconocido
nada puede impedirme que escriba acerca de este perro como una posibilidad de un perro con nombre,
de un perro
con orejas,
con patas,
con nariz,
con cola,
con lengua,
con ojos
escribo acerca de la posibilidad de un perro que mueve la cola,
de un perro en silencio,
de un perro quieto,
de un perro que es más nombre que perro
que es más perro que perro
que es más idea de perro
imagen de perro
sonido de perro
recuerdo de perro
posiblemente escribo acerca de la posibilidad de escribir sobre un perro que busca la luz del sol
y que se echa en el sol con sus ojos de perro
y que se queda quieto en el sol como perro
y que es el cuerpo de este perro
y que se nombra con el nombre de este perro
porque dentro de las posibilidades que escribo
lo único imposible es que este perro sea otro perro.


N, S, E, O,


a cada pájaro lo habita un caos
anterior al caos íntimo
del aire
las alas que en ruinas de luz en monumentos de luz en rascacielos de luz
encienden
los circuitos eléctricos del pájaro
la tensión muscular de mi lengua cuando pájaro
el pájaro dirá:
no hay cuatro puntos cardinales, es mentira
hay persecución de:
pájaros
de lenguas
de lombrices
de migajas
hay persecuciones de mentiras sobre todo se persiguen mentiras por ejemplo:
cuatro puntos cardinales
hay persecuciones
hacia atrás
una vez persigo la imagen de un pájaro volando hacia atrás una vez
otra vez persigo la imagen de un pájaro volando hacia atrás otra vez
por tercera vez persigo la imagen de un pájaro volando hacia atrás por tercera vez hacia atrás es mentira
el nido es el hambre del pájaro mentira
el nido es el caos íntimo del pájaro mentira
cuatro puntos cardinales mentira




(Fuente: Vallejo & company)

Jonio González (Buenos Aires, 1954)



Ella

Pequeña desnuda
roza la túnica el empeine del pie
primero un pie luego el otro
hasta quedar desnuda frente a él

Túnica azul en el rincón de las ollas
en el vientre dibujándose el buitre
todavía no enorme pero ya furioso

¿Te pondrás la máscara negra
le dirás
"cuidado no te asomes al aljibe"
mientras desde lo profundo del taller
llega un olor de aceites y betunes
el rumor de sátiros y bueyes?

Su encía inflamada en el pezón
morado y erecto
y el hilo de saliva que te une a él

Renunciarás mientras los árboles estallan
para formar un madero
con su imagen en el centro
sangrando una sangre
que quisieras odiar

Pero no es posible
alguien te llama con tu voz
-con lo que dice que es tu voz-
hasta rendirte
porque no existes más que para él
que ahora bebe tu leche
como un lento veneno






 De Últimos poemas de Eunice Cohen, Plaza y Janés, Barcelona, 1999




(Fuente: Campodemaniobras)

domingo, 30 de agosto de 2020

Jimmy Marroquín Lazo (Arequipa, Perú, 1970)




Apostillas del ser y del reflejo

 


I
"Soy uno más, desde luego. O uno menos.
Sustracción que integra, adición
Que menoscaba"; reza, sangrante,
En el espejo, esta sentencia,
A modo de perenne sutura.

¿Ser

Importa?
Larga alborada, copioso desborde
De las horas, sereno limo de la duda.
Importa.

Una mosca ronda la desnudez impune del reflejo.


Crece

La duda, como opaco vaho, en la entraña
Incorruptible del reflejo;
Crece el silencio en la apoteosis
Reclusa del espejo. Un párpado
Yace, insomne, bajo el impetuoso limo, que retorna
De la certidumbre anonadada.

Reflejo dispar, en vaho
Intruso convertido. Ser no importa.
Importa, sí, el empolvado párpado que encarnas,
Tu trama virtual, arteramente sólida,
La perenne fatiga del espejo. ¿Crece o decrece
La sutura que delega, indetenible, el tiempo
En las aguas circulares del espejo?

La mosca, impoluta, se posa, anhelante, en el espejo.


II

De un temor emerges, y de una duda,
Reflejo, cual llama fehaciente,

De una consunción resuelta
En vistosa ceniza, trepidante,

Reflejo pertinaz, ambivalente;
Son los rostros, los gestos y la sangre

Inaudita que te pueblan, infructuosos,
Las cifras de tu agonía y desenfreno,

Reflejo, las suturas sin edad y sin cauterio
Con saña infligidas al espejo,

Tu mentor ardoroso y cruel verdugo.
Son los nombres que recreas y devastas

En la mentira afiebrada de tu vaho, reflejo,
La exacta certeza de tu delirio sin memoria.

III

Salve, reflejo, tu materia de años abismados
Y renuente sangre penitente,

Tus voces escindidas por el celo aleve,
Incisivo del espejo,

Tu elocuencia redentora
Que emerge del lecho astroso de los sueños;

Salve

Tu oscuro caudal de vida reincidente,
Tu racimo de gemidos augurales,
Tus temblores gestantes,
Tu zarpa de mar enmudecido,


Tu nada filosa, tu claustral presencia
Tu vocación de llama, o cieno, o espuma
Consagrada por siempre en el poniente.

IV

"La vida es este crepúsculo invertido,
Esta dentada flama,

Esta tibia presunción
En el bisel

Suicida”.


V

Esta vidriada tumescencia
En su inútil sangre, presa;

Este u otro aletazo de un agonizante
Signo, en el reflejo a fuego impreso;

Esta filuda, espectral fisonomía
Que un destello urde entre las sombras;

Esta helada providencia, alta, ruinosa,
Que el espejo proclama desde su mentira honda.

VI

“Este destello
Inopinado,
Ardiente,

¿Será la faz
Airada del reflejo

Que hace del aire
Su perenne
Trama agreste?”.


VII

En tu impávida llanura que de cieno languidece,
En su ficción convexa y calcinada,
Espejo,
Voces en duermevela, aullidos imperiosos,
Columnas de sangre y sarro
Habitan;
Vocablos absurdos, garfios de aire, gemidos que una mosca,
Ansiosa, deshace, o devora,
Sombras atrapadas en una noche de aguas infinitas,
Sílabas de hielo
Humeantes como yescas,
Fugaz reminiscencia de un lenguaje en ruinas, obsoleto,

Espejo,

Sólo escombros de un idioma purulento
Y sobre ellos tu enérgico resplandor
Que sangra su irrealidad en el reflejo.
 
 
 
 
 
(Fuente:  celebraciones de un trovador)



Alberto Szpunberg (Buenos Aires, 1940)




Un hombre hace fuego
a orillas del río más ancho del mundo
y se refriega las manos sobre los leños
que arden lentamente
hasta que la luz se esparza como jazmín del aire,
jazmín del país en el aire:

¿es posible que el otoño sea
una ligera herrumbre sobre las hojas
y el pan un vago recuerdo que marea?

El hombre seca las ramas aún húmedas
para alimentar el fuego de una noche
que para él será infinita.

Cuando suba el agua,
el río arrastrará las cenizas y borrará las huellas
de un hombre cuya ausencia
se cubre de rocío.

En aguas que no buscan nada
y ni siquiera se arrastran a sí mismas
sobrenada la absurda leyenda
de un hombre solitario.



(Fuente:  Daniel Rafalovich)

Gloria Portugal (Trujillo, Perú, 1976)



Canción del diente de león



No me resistiré al viento.
Me dejaré acariciar,
aturdir,
arrancar,
me dejaré descuartizar.

Conozco mi destino
de yerba,
de mata sin precio.
Mi redención está en el viento.






Un zancudo



Pasa
Repara en mi
Se detiene
Me examina
Presta atención a mi piel y
Las hilachas de mis vestidos
Revolotea en torno a mi angustia
Acaricia mi pelo
Se posa en mi

Sólo quiere una gota de mi sangre
Se la doy
Nunca antes nadie había hecho
Tanto por mi
Por tan poco



Ezra Pound




EL DESVÁN

 
 
Ven, apiadémonos de los que tienen más fortuna que nosotros.
Ven, amiga, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.
 
La aurora entra con sus pies diminutos
como una dorada Pavlova,
y yo estoy cerca de mi deseo.
Nada hay en la vida que sea mejor
que esta hora de limpia frescura.
 
 
 

Versión: Javier Calvo

Raúl González Tuñón (Buenos Aires, 1905 - 1974)



La trastienda

 


¿Va en la carreta Scaramouche?
¿Y mi amigo François Villon?
Piéd Blanc aguarda en el recodo
con el puñal de su rencor.
Oh, la taberna, el vaso tosco,
la mesa dura, el piso fuerte.
Los velones han encendido
y en la ventana está la muerte.
A la trastienda llegó ya
toda cubierta la duquesa;
golpeó tres veces en la mesa
y yo soy quien responderá
Sobre el tonel que está vacío
he de subir, mis camaradas.
Soy el poeta, estoy contento
y la duquesa está borracha.
Pero me iré porque el camino
no tardará en reconocerme.
Los velones han encendido
y en la ventana está la muerte.
______________
en "La calle del agujero en la media", Gleizer Editor, Buenos Aires, 1930 / Ediciones La Rosa Blindada, Buenos Aires, 1961

Félix Grande (España, 1937 - 2014)



Elogio de la desobediencia


Mientras nos lo prohíben
juguemos, sí, con fuego
Un himno a los que viven
como una brasa el juego

En la ocasión primera
huye del lento hielo y arrójate en la hoguera

Atizarán el fuego mientras bramas
y escupirán al fuego
Mas tu sentido sólo está en las llamas

Para ellos la razón, para ti el juego
En la ocasión primera
devuélveles su frío y arrópate en la hoguera

Únicamente vive lo que arde
Alabado sea el fuego

Abrásate de amor, juega tu juego
Que el amor te preserve y que el fuego te guarde
Y en la ocasión primera
besa humilde las llamas horribles de la hoguera




(Fuente: Life vest under your seat) 





Manuel Scorza (Perú, 1928 - España, 1983)



La casa vacía


Voy a la casa donde no viviremos
a mirar los muros que no se levantarán.

Paseo las estancias
y abro las ventanas
para que entre el Tiempo de Ayer envejecido.

¡Si vieras!
Entre las buganvillas
cansadamente juegan
los hijos que jamás tendremos.

Yo los miro. Ellos me miran.
Mi corazón humea.
Éste es el sitio
donde mi corazón humea.

Y a esta hora,
en el balcón, callada,
yo sé que tú también te mueres
y piensas en mí hasta ensangrentarte,
Yo también pienso en ti.
Óyeme donde estés:
por esta herida no sale sólo sangre:
me salgo yo.



La sombra


Como el centinela
que en la agreste torre
lucha por no rendir los ojos al invencible sueño,
yo resisto al olvido.
Pero te me vuelves pequeña;
la lluvia moja
las calles de 1943;
la lluvia rompe
el cristal en que te guarda
mi juventud.
¡Miseria de los amantes
que locamente sueñan
eterna la eternidad!
El Día es de espuma,
niebla es la carne,
humo el ayer.

El país luciente
de nuestra juventud hermosa,
el tiempo asoló con sus ejércitos potentes.
Marcial acampó la herrumbre
donde ardió la rosa.

En la memoria sólo una calle queda
por donde caminas lentamente.
Ya casi no te miro,
y el moribundo sol, atardeciendo,
te torna cada día más pequeña.

Pero pasan los años,
y a medida que te vuelves más pequeña,
arrojas una sombra más larga.



(Fuente: Limeña introvertida)

Fernando Barbero (Madrid, España, 1949)



Me siento esta tarde a escuchar mi propio runrún




Esta tarde me he sentado
a mirar la montaña
de mis sueños
y a recorrer mi vida

Echo la mirada atrás
y tengo la conciencia
de no haber hecho
todo lo necesario

Viví parte de mi vida
bajo una dictadura
y no hice nada por evitarlo
Debería haber matado o ser muerto

Tenía que haber hablado,
solicitado, pedido, rogado…
relaciones a cada mujer
de la que me enamoré

Pude hablar y no lo hice
con Paul Bowles una tarde
en un cafetín del Zoco Chico
o con Juan Goytisolo
en la Yemaaa L´Fna de Marraquech

Sí hablé con Fernando Fernán Gómez
en unas jornadas libertarias allá por el 77
y con Eduardo Galeano
en el Metro de Madrid

Contemplé injusticias
y no hice nada por vengarlas
Fui cobarde, débil
No asumí mi responsabilidad

Volé sobre el Océano
como un ave fénix
que jamás ardió
No tuve que renacer

Crucé el Estrecho de Gibraltar
y Los Andes y el himaláyico Khumbu
y el Canal de Beagle y el Pirineo
Y el Gran Canal veneciano

Antes, cada verano
bajaba la cuesta de Perales
y el contraste entre los montes de yeso
y el Valle del Tajuña me embriagaba

La suerte, diosa o diabla
me ha sonreído en multitud de ocasiones
y en medio del sendero me halló la cálida umbría
de una mujer joven

Debí arriesgarme más:
las montañas, los mares y los viajes
estaban ahí y yo no me atreví
Fui cobarde

Quiero descansar mirando al Ocejón
donde no haya cruces
 Y parte de mí
se extenderá por su cumbre

Vi la belleza de cerca
y a veces la poseí
y a veces me poseyó
Esto fue lo mejor





 La magdalena de Bukowski. Ed. Amargord, 2020



(Fuente: Voces del extremo)

Zbigniew Herbert (Polonia, 1924 - 1998)



TrGeorg Heym: una aventura casi metafísica

 

 

1

Si es verdad
que la imagen precede al pensamiento
cabe pensar
que las ideas de Heym
surgieron mientras patinaba sobre el hielo

-facilidad para deslizarse
sobre una superficie helada

>estaba aquí y estaba allí
giraba en torno a un centro móvil
sin ser un planeta
ni una campana
ni un agricultor apegado a su arado

-relatividad del movimiento
especular penetración de sistemas

la orilla izquierda más cercana
(los rojos tejados de Gatow)
huía hacia atrás
como un mantel del que se tira con violencia
la derecha en cambio
permaneció (aparentemente) en su lugar

-derrumbe del determinismo
maravilloso coexistir de posibilidades

-mi grandeza –
decíase Heym a sí mismo
(ahora patinaba hacia atrás
con su pierna izquierda levantada)
se basa en haber descubierto
que en el mundo contemporáneo
no existe el resultado
la tiranía de las consecuencias
la dictadura de las relaciones causales

sino que todos los pensamientos
acciones
objetos
fenómenos
se presentan uno al lado del otro
como las huellas de patines
sobre una blanca superficie

una afirmación onerosa
para la física teórica
una afirmación inquietante
para la teoría poética

2

los que estaban en la orilla derecha
no se dieron cuenta de la desaparición de Heym

el alumno de bachillerato que lo estaba adelantando
lo vio todo en el orden inverso:

el blanco jersey
el pantalón abrochado bajo la rodilla
con dos botones de hueso
las medias anaranjadas en sus pantorrillas
y los patines causantes de la desgracia

dos policías
apartaron el tropel de mirones
parados junto al agujero en el hielo

(parecía más bien la entrada a un sótano
o la fría boca de una máscara)

humedecieron la punta de sus lápices
antes de intentar hacer el informe del incidente
de reintroducir el orden
conforme a la anticuada
lógica aristotélica
con esa obtusa indiferencia
tan propia de la autoridad
hacia nuestro descubridor
y su pensamiento
que ya entonces
erraban perplejos
bajo el hielo


  Trad. Xaverio Ballester



Georg Heym – przygoda prawie metafizyczna

 

 

1
Jeśli jest prawdą
że obraz wyprzedza myśl
można mniemać
że idee Heyma
powstały w czasie ślizgawki

-łatwość poruszania się
po lodowej powierzchni

był tu i tam
krążył wokół ruchomego centrum
nie był planetą
ani dzwonem
ani rolnikiem przywiązanym do pługa

-względność ruchu
lustrzane przenikanie układów

lewy bliżej brzeg
(czerwone dachy Gatow)
uciekał do tyłu
jak gwałtownie szarpany obrus
prawy natomiast
stał (pozornie) w miejscu

-obalenie determinizmu
cudowna koegzystencja możliwości

-moja wielkość-
mówił do siebie Heym
(sunął teraz do tylu
z uniesioną lewą nogą)
polega na odkryciu
że w świecie współczesnym
nie ma wynikania
tyrani następstw
dyktatury związków przyczynowych

wszystkie myśli
działania
przedmioty
zjawiska
leżą obok siebie
jak ślady łyżew
na białej powierzchni

stwierdzenie ważkie
dla fizyki teoretycznej
stwierdzenie groźne
dla teorii poezji

2

ci którzy stali na prawym brzegu
nie zauważyli zniknięcia Heyma

gimnazjalista który go mijał
widział wszystko w odwróconym porządku:

biały sweter
spodnie zapięte pod kolanem
na dwa kościane guziki
łydki w pomarańczowych pończochach
łyżwy przyczynę nieszczęścia

dwaj policjanci
rozgarnęli tłum gapiów
stojących nad otworem w lodzie

(wyglądał jak wejście do lochu
jak zimne usta maski)

śliniąc ołówki
próbowali zanotować zdarzenie
wprowadzić porządek
zgodnie z przestarzałą
logiką Arystotelesa
z właściwą władzy
tępą obojętnością
dla odkrywcy
i jego myśli
które teraz
błąkały się bezradnie
pod lodem


Transl. Alissa Valles


Georg Heym-an almost metaphysical adventure

 

1
If it is true
that image precedes thought
one might imagine
that Heym’s ideas
arose while he was skating

—the ease of moving
across an icy surface

he went here and there
circling a mobile center
he wasn’t a planet
or a bell
or a farmer bound to a plow

—the relativity of motion
mirrored systems merging

the nearer left bank
(the red roofs of Gatow)
lurched backward
like a yanked tablecloth
the right bank however
(apparently) stood still

—the toppling of determinism
a wondrous coexistence of possibilities

—my greatness—
Heym said to himself
(pushing out with
his raised left leg)
lies in the discovery

that the modern world
knows no direct results
no tyranny of consequences
no dictatorship of causation

all thoughts
actions
objects
phenomena
lie beside each other
like a skater’s tracks
on a white surface

an important claim
for theoretical physics
an ominous claim
for a theory of poetry
2
(…)
licking their pencils
they tried to record the event
to introduce order
according to the obsolete
logic of Aristotle (…)




(Fuente: Ada Lírica)

Julia Lasagabaster (Donostia, España, 1965)



La grieta



Había una grieta en el muro

No sirven de nada
Las fortalezas que puedas construir
Para protegerte del mundo

Inútiles castillos en costas donde
recalan los piratas

Jaulas para guardar la delicadeza de los pájaros en tiempos
huracanados

Armaduras para que no sangren los corazones sangrantes

¿Qué sentido tienen
Si no es para su propio desarme?

Sobre las ruinas de mi pequeña prisión
Observo el horizonte
Me recuerdo luchando por cubrir
Aquella grieta en el muro
Un poco antes de derrumbarse

Y el momento de ser
Penetrada por el mundo
A través de la profunda herida

El terror de separarme
Del más infinito dolor
Con su belleza más terrible

Contemplo el horizonte mientras amanece sobre mis
piedras caídas
No hay muros
No hay grietas
En este vasto espacio amigo del viento





                en La revolución dormida

              La Única Puerta a la Izquierda



                (Fuente: Papeles de Pablo Müller)

Dolores Castro Varela (Aguascalientes, México, 1923)




[CÓMO ARDEN, ARDEN]

Cómo arden, arden
mientras van a morir empavesadas
las palabras.
Leñosas o verdes palabras.

Bajo su toca negra se enjaezan
con los mil tonos de la lumbre.

Y yo las lanzo a su destino;
en su rescoldo brillen.
 

de Soles, 1977


 



SEMILLA ESTÉRIL

Si con arrodillarse
cayera de mí la noche
que se cierne sobre mi cabeza.

Si con arrodillarse
esta semilla estéril
se abriera.

Si con llorar
pudiera salir
como los ríos,
al mar.

Hoy me arrodillaría
a llorar sobre la tierra.
 

de Cantares de vela, 1960
 
 
 
 



SEQUÍA


En espera, tendida como yerba
que apresura su flor en la sequía,
oigo el viento quebrado,
el espiral, la seña.

Quiero decir ahora,
que yo amo la vida:
que si me voy sin flor,
que si no he dado fruto en la sequía,
no es por falta de amor.

Quiero decir que he amado
los días de sol, las noches,
los árboles, el viento, la llovizna.
 

de Cantares de vela, 1960








en El huésped, Secretaría de Educación 
del Gobierno del Estado de México, 2017
para leer + en ISLIADA
+ PERIÓDICO DE POESÍA
en WIKIPEDIA





(Fuente:  Emma Gunst)