martes, 30 de julio de 2013

De "La superficie del día"

(Asensio Escalante)

 

I  Reflejo



La superficie del día
rugosa u ominosa
ó caudalosa y hueca
como el centro de este verbo,

no se obtiene
trazando ó destrazando
íntimos límites
constantes y sonantes

tampoco enumerando

(Los que no son, los que
no fueron antes)

La fórmula precisa
-no nos consta-   es lábil
y variable,  a cierta
altura, y difusa hacia la base:
la base nunca está,
se aprende con el tiempo
-otra variable independiente-
y con el paso de la necesidad

La superficie del día
áspera ó lisa    -no nos
consta-   se desliza   -hay
precedentes-   bajo un orden
estrictamente relativo:

como la superficie del agua
mientras el nadador observa
al observador que nada.


II



La superficie del día
rugosa ó imprecisa
deseosa ó anfractuosa,
puede obtenerse -más
no reproducirse-
por diversos medios

Los que son consecuentes
no la buscan
Los que confían en el futuro
le asignan un valor apenas
relativo pero estricto:
toda fórmula se debe repetir
-es para eso-

Los que manejan cifras
pierden el tiempo: hay muchas
otras formas de perderlo

Nunca se puede conocerlo todo
(como tampoco lo contrario)

La superficie de la pérdida,
líquida ó cuantiosa,
lisa ó  tributaria y auspiciosa
se expande,
dentro de términos previsibles:

La pérdida líquida es estable
tanto para el necesitado
como para el no iniciado
-para los necios también- 

Hay cifras  -la pérdida líquida-
Hay que saber diversificarse
“Soy lo que sueño” dice el repetidor
“Soy lo que sueño que no soy” dice
el soñador disidente...

Los números no mienten: por eso
algunos prefieren soñar números

Los números no mienten, nos
enseñan, las necesidades pasan, las
operaciones se reducen, y los reducidores
también pasan: todo se reduce

Los superficiales viven más,
con una sola fórmula a la que van
sumando aplicaciones (sólo los que
son divisibles pueden diversificarse)

Toda superficie es divisible
Hay que aceptar: Quien acepta sobrevive mas
Hay cifras, hay nichos, hay bolsones,
hay cadáveres.


III  Reflujo



La superficie del día
lisa ó semicóncava,
tendida ó pretendida
deseosa ó inclinada

se extiende ó se desliza,

estable ó inestable,
rigurosa ó semilisa

se desliza,
como lo hace este adverbio.

No todo son contornos
ni terminaciones planas:

El día hábil del gorgojo
-su diámetro-
se extiende en forma paralela.

Sabemos todavía: todo lo que es,
depende (hay superficies con
muchas dependencias, hay especies
que dependen: depender es cómodo)

Hay especies que ocupan poco espacio,
especies que cuidan su espacio, defienden
la superficie de su territorio
(otras defienden sus dependencias:
“defenderemos nuestros límites hasta las
últimas consecuencias”, sostienen …
-hay quienes no son nada sin los límites
que los sostienen-)

La superficie del día -hay claroscuros-
a veces no se ve: -hay altibajos-
y cuesta distinguir los límites
y cuesta incorporar su necesidad (nos
debemos mover adentro de la ley, todo
cuerpo, sabemos, está sujeto a leyes,
aún en su declinación)

La superficie del día -para bacilo ó
superhombre- depende del azar

Los inseguros no vacilan
-suelen avanzar en forma paralela-
conocen que la lucha es el único
camino para acceder a la seguridad:
luchamos por una vida más superficial
-una superficie más segura-

Se sabe: toda superficie incluye otras
como un día hábil ó torpe
contiene dependencias, excesos,
restos de otros

La superficie -continuidad en el espacio-
permite deslizarse ó extenderse
en relación al tiempo consumido
brindando continuidad a la acción
de verbos y sujetos y a las aspiraciones
más superficiales:  

Cada cadáver es irrepetible.





martes, 23 de julio de 2013

Robert O. Jara



(De  DIALOGOS ENCONTRADOS)


I Aspiraciones encontradas



-Hay quienes sostienen que no se puede vivir sin aspiraciones.
-No creo.
-¿No tiene aspiraciones?
-No.
-¿Ninguna? Alguna deberá tener...
-Bueno, sí, tengo una.
-Es de poco aspirar...¿Y cuál es su aspiración, si se puede saber?
-Entender como funciona todo el mundo: entender todo.
-¿Sólo aspira a entender todo?
-Tan solo.
-No parece una aspiración menor, entenderlo todo es cosa de dioses,
¿no cree?
-Soy agnóstico.
-¿Y con qué medios, por qué vías aspira a acceder al conocimiento
absoluto?
-La sistematización del conocimiento, la especulación, la práctica teórica a
partir del ordenamiento de toda la información disponible en los diversos
ámbitos del conocimiento.
-Busca la unidad: ya la anduvieron buscando otros.
-Entiendo, pero se puede aspirar.
-Otros aspiran a no entender. Hay hombres de ciencia que aprecian el desafío
que propone el misterio. “Ojalá encontremos algo que no entendamos”, repiten.
Encuentran más excitante no entender.
-Entiendo.
-Entender todo implica conocer con exactitud la consecuencia de cada acto,
así como las causas y composición de todo deseo...y aún hasta el futuro
de toda aspiración...¿Le parece algo deseable?
-No deseo, sólo aspiro.
-¿Y no teme, en caso de concretar su aspiración, convertirse en un hombre
sin aspiraciones?
-No, sólo se teme lo que no se conoce.


sábado, 13 de julio de 2013

Un poema de Teodoro Losper


Salvedades

 

El arte de escapar:
salir        -airoso-
al cruce del pasado,
su puro acumular:
capas sobre capas
de diversa intensidad:
capacidad  residual 

El arte no descarta los excesos
-arte:  descartarse de alguna
aspiración acérrima-

a saber:

No hay arte sin placer
ni goce sin capacidad ociosa

Hay excesos que son parte
del arte,  sabemos en exceso:

en condiciones naturales
el arte no escapa

hecha la salvedad,
la salvedad no escapa
ni la palabra salvedad
escapa

(Nadie se salva por hacer
ó por dejar de hacer)

La palabra escapa
no escapa (hay capas
de sentidos superpuestos:
hay quien es capaz pero no
escapa)

escapo:  de los que hacen salvedades
ó salvan una parte (siempre hay una
parte innecesaria)

Parte del arte malogrado
se reconoce en ese gesto,
otro intento abortado

El sueño de la palabra no es poema
ni plegaria necesaria para esperar
labrar
(ó escapar)

Lo que la noche labre
es parte del destino que no escapa:
a cada cual lo suyo,

se apueste al vuelo de la oruga
ó al pensamiento abstracto
la evolución avanza inexorable:
de tracto en tracto

Labrar, apalabrar, a lo ancho
de la noche ó a lo largo del sentido
que no escapa

Siempre habrá mejor destino
que labrar

Siempre habrá mejores causas
que servir,  mejores verbos
a conjugar en un futuro
larvado,
que no escapa

Vámonos,  cuervo
a repetir sin pausa lo asignado

Vámonos a labrar
lo ya labrado 

Labran, Sancho …
(buena señal para los mercados)

sábado, 6 de julio de 2013

Un poema de Vicente Narioh

 

Aquende




Doblegada la duda
pende
y te sorprende
su puro vaivén
superador:

Hasta el perfecto concepto
se suspende

¿noción inacabada?
¡oh, cavidades do el azar cavara:
ora horadando, orificando,
ora dudando, aquende la veloz
promesa del gerundio?

Proeza dudosa, obedecer
sin pausa un movimiento dado
y ya dudado

Hay dudas que se oponen,
su puro vaivén
superador,       separa
al movimiento del deseo

¿para llegar adónde?

(otros esperan que resistas
otros aspiran a una duración -mientras
hay duda hay esperanza, suspiran)

Hay suspiros que duran, y dudas
que duran un suspiro …..

Conocemos: nos unen más dudas que
certezas
Sabemos: los jóvenes no dudan, pero
la duda no envejece

Quien duda de su propia capacidad
sólo puede producir hechos dudosos
u objetos directos

Quien duda de su alimento, no sólo
alimenta la duda pero quien levante
banderas dudosas nunca estará solo
y quien cultive valores dudosos,
amasará fortunas

Hay necesidades dudosas
pero seguimos dudando
menos de lo necesario

Sostiene y sigue
sosteniendo Vicente Narioh

Hay hombres que dudan un día y son buenos
Hay otros que dudan un año y son mejores
Hay quienes dudan muchos años y son muy buenos
Pero hay quienes dudan toda la vida, esos son
irrepetibles.




lunes, 1 de julio de 2013

La medida del placer (Abel A. Borda)



                                     “Toda necesidad se calma y todo
                                       vicio crece con la satisfacción”
                                                                              Amiel


No hace falta la sed para beber,
ni el deber, la voluntad, ni el hábito.
Ni siquiera el deseo.

Sin deseo no hay vicio
Sin ansia no hay pasión

(Sin pasión no hay arte ni hay exceso)

Los excesos son propios de naturalezas
débiles (en el débil, hasta un deseo débil
puede precipitar en el exceso)

Quien conoce sus debilidades
toma precauciones: toma  distancia
de su propio deseo que lo excede.

Hay que separar, saber separar a tiempo,
el deseo de la necesidad, el hábito del vicio,
el vicio del placer...

Hay hábitos débiles y fuertes, como
deseos y pasiones.
(Fuertes y débiles solemos contraer)

Se bebe por debilidad, ó para superar un estado
de debilidad, ó para olvidar que se es débil...

No hace falta la sed para beber,
(la sed no es más que un signo vital, como el deseo
-no hay deseo puro, la pureza no es algo deseable;
desear no purifica, como tampoco suprimir todo deseo)

No es necesaria la sed,
ni siquiera el deseo.

Epícuro, como Platón, clasificaba los deseos
en tres especies:

-Los deseos naturales y necesarios
-Los no naturales y necesarios
-Los que no son naturales ni necesarios

(Estos últimos, ocioso es señalarlo, serían propios
de naturalezas superiores y de dioses)