sábado, 31 de octubre de 2020

Héctor Incháustegui Cabral (República Dominicana, 1912 - 1979)

 

 


EQUIVOCACION DE LOS ANGELES

 

Eran ángeles fuertes,
con las manos curtidas
y dientes de caballo
detrás de la sonrisa.

Colgaron el Mal en una rama,
y la tierra tirando,
y la cuerda tirando,
hicieron del mundo una sinfonía.

Eran ángeles fuertes,
abiertos los dedos de los pies,
simples como el agua,
rudos como el hierro.

Potente músculos en el ala,
la frente despejada,
las manos, de ajusticiar,
sin resignación encallecidas.

Eran dos iguales, quizás
como si un limpio espejo
entre ellos siempre retratara,
eran dos y un pensamiento,
dos gemelas llamas amarillas,
una sola luz

En donde tierra por morir se acaba
detuvieron su paso poderoso;
paro su canto la avecilla,
expiraron los aires y perfumes.



(Fuente: Poetas dominicanos blog)

 

León Félix Batista (República Dominicana, 1964)

 

 

TRAYECTORIA DE UNA BALA

 

 
Le produjo una muerte fulminante
con orificio de entrada
en la región temporal derecha
bordes abrasivos, contundidos, regulares, invertidos,
anillo de enjugamiento,
con la impresión de la boca de fuego
(signo de puppe werkgartner),
anillo de humo sobre el hueso externo
de la bóveda craneal
(signo de benassi)
 
la experticia de parafina detectó
residuos de pólvora en la mano
y ropa del occiso,
cosa que determina que disparó la pistola
calibre 9mm encontrada en el lugar del hecho.
 
estuvo consumiendo alcohol,
despidiéndose de amigos y conocidos
a los que anunciaba que ya no le volverían a ver
y con los que se tomó fotografías.
 
realizando una valoración armónica
de todas y cada una de las pruebas,
podemos concluir que la muerte de X
se trató de un suicidio,
el cual será notificado a los familiares de la víctima.
 
 
 
(Informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses,
no un poema)

 

Wislawa Szymborska (Polonia, 1923 - 2012)

 

 

La habitación del suicida

 

Seguramente creerán que la habitación estaba vacía.
Pero no. Había tres sillas bien firmes.
Una buena lámpara contra la oscuridad.
Un escritorio, en el escritorio una cartera, diarios.
Un buda apacible, un cristo abstraído.
Siete elefantes para la buena suerte y una agenda en el cajón.
¿Creen que no estaban ahí nuestras direcciones?

Seguro pensarán que no había libros, cuadros ni discos.
Pues sí. Había una animada trompeta en unas manos negras.
Saskia con una flor cordial.
Alegría, divina chispa.
Odiseo sobre el estante durmiendo un estimulante sueño
después de las fatigas del canto quinto.
Moralistas,
apellidos estampados con sílabas doradas
sobre lomos bellamente curtidos.
Los políticos justo al lado se conservaban erguidos.
No parecía que de este cuarto no hubiera salida,
al menos por la puerta,
o que no tuviera alguna perspectiva, al menos
desde la ventana.

Los lentes para ver de lejos estaban en el alféizar.
Zumbaba una mosca, o sea que aún vivía.
Seguramente creerán que cuanto menos
la carta algo aclaraba.
Y si les dijera que no había ninguna carta.
Tantos de nosotros, amigos, y todos entramos
en un sobre vacío apoyado en un vaso.  







( Traduccion: Gerardo Beltrán y
Abel A. Murcia)
 
 
 
 
(Fuente: La biblioteca de Marcelo Leites)




 

Paul Celan (Rumania, 1920 - Francia, 1970)

 

 

RECUERDO DE FRANCIA


 Recuerda conmigo: el cielo de París, ese gigantesco

                                                   azafrán de otoño...

 Salimos a comprar corazones* en el puesto de la joven

                                                   florista:

 eran azules y se abrían en el agua.

 Comenzó a llover en nuestro cuarto,

 y entró nuestro vecino. Monsieur Le Songe, un hombre

                                                               pequeño y magro.

 Jugamos a las cartas. Yo perdí los iris de mis ojos:

 tú me prestaste tu pelo. Lo perdí, nos dejó de cama.

 Salió por la puerta, la lluvia salió tras él.

 Estábamos muertos y podíamos respirar.  

                                


 * Hearts (corazones): un tipo de flor.

 

 

 



 TENEBRAE


 Cercanos estamos, Señor,

 cercanos y aferrables.


 Ya aferrados, Señor,

 engrampados uno con otro, como si

 cada uno de nuestros cuerpos fuesen

 tu cuerpo, Señor.


 Reza, Señor,

 rézanos a nosotros,

 estamos cerca.


 Fuimos allí torcidos por el viento,

 fuimos allí a doblarnos

 sobre foso y cráter.


 Fuimos al abrevadero de agua, Señor.

 

 era sangre, era

 lo que tú derramaste, Señor.


 Brillaba.


 Lanzó tu imagen dentro de nuestros ojos, Señor.

 Ojos y boca están tan abiertos y vacíos, Señor.

 Hemos bebido, Señor.

 La sangre y la imagen que estaba en la sangre, Señor.


 Reza, Señor.

 Estamos cerca.

 

 

 

(Fuente: Idiomas olvidados)


 

Adam Zagajewski (Polonia, 1945)

 

 

CAZADORA VERDE

 

Cuando mi padre iba por París,
a menudo con su cazadora verde
que se había hecho coser a medida
(uno de los pocos lujos
en su más bien modesta vida),
cuando pasaba largas horas en el Louvre,
estudiando las obras de Corot y de otros
pequeños maestros de siglos pasados,
no sabía aún, no podía saber,
cuánta destrucción se ocultaba
en los años que tenían que llegar,
como si aquella cazadora verde
le trajera mala suerte,
pero ahora lo entiendo,
sospecho que la catástrofe
estaba cosida en toda su ropa,
independientemente del color y de la forma,
e incluso los más grandes maestros de la pintura
aquí no podían ayudar en nada.

 

 

 



TEMBLOR

 

En la belleza creada por otros
Sólo en la belleza creada
por otros hay consuelo,
en la música de otros y en los poemas de otros.
Sólo otros nos salvan,
aunque la soledad sepa a
opio. Los otros no son el infierno,
si se les ve temprano, con sus
frentes puras, lavadas por sueños.
Por eso me pregunto qué
palabra debería utilizarse, "él" o "tú". Cada "él"
es una traición a un cierto "tú" pero
a cambio el poema de alguien
ofrece la fidelidad de un grave diálogo.

 

 



LA MAJESTUOSIDAD DEL SUEÑO

 

El sueño, cual veranda de una casa rural,
te descubre el bosque, las sombras
y el interior de los recuerdos.
El sueño es un espíritu libre de obligaciones,
la orgullosa capital de la poesía y el teatro.
El sueño es un pensamiento aún sin encarnar
que la envidiosa realidad apenas alimenta.
El sueño es la Asiria severa y valiente.
El sueño es la Toscana vista al alba,
cuando los finos árboles beben tinta
de la negra tierra; y es la ciudad
que respira en largos cigarrillos de tristeza.
El sueño visita hospitales y cárceles,
consuela a los afligidos
como una monja de corazón puro.
El sueño se apaga, cansado;
muere plácido, sin rencor
y sin heredero, como Norwid.





(Traducción: Xavier Farré)
 
 
 
(Fuente: La biblioteca de Marcelo Leites)

 

Günther Eich (Alemania, 1907 - 1972)

 

 






INVENTARIO


 Esta es mi gorra,

 este es mi abrigo,

 aquí está mi estuche de afeitar

 en una bolsa de lino.


 Una lata vacía:

 mi plato, mi taza,

 en la hojalata

 he grabado mi nombre.


 Lo he grabado con este

 precioso clavo,

 que escondo

 de las codiciosas miradas.

 

 En mi bolsa del pan hay

 un par de medias de lana

 y algunas cosas que no le

 comento a nadie,


 sirve como una almohada

 de noche para mi cabeza.

 El cartón yace ahí

 entre yo y la tierra.


 La mina del lápiz  es lo que más quiero:

 me escribe los versos

 que concibo por las noches.


 Este es mi cuaderno,

 este es mi toldo de lona,

 esta es mi toalla,

 este es mi hilo de coser.

 

 

(Fuente: Idiomas olvidados)



 

Inge Müller (Alemania, 1925 - 1966)

 

 

 


 DEBAJO DE LOS ESCOMBROS III


 Cuando fui a buscar agua

 La casa colapsó encima mío

 Soportamos la casa

 El perro abandonado y yo.

 No me pregunten cómo lo hicimos

 No me acuerdo.

 Pregúntenle al perro.

 

 

 



 'TE DEJÉ ANOCHE'


 Te dejé anoche

 Por un tiempo largo -tengo la sensación, para siempre.

 La mañana era un cuarto gris.

 Y cuando saliste las calles estaban llenas de humo.

 

 

 

(Fuente: Idiomas olvidados)



 

Jorge Eduardo Eielson (Perú, 1924 - Italia, 2006)

 

 

CUERPO ANTERIOR

 
 
El arco iris atraviesa a mi padre y mi madre
Mientras duermen. No están desnudos
Ni los cubre pijama ni sábana alguna
Son más bien una nube
En forma de mujer y hombre entrelazados
Quizás el primer hombre y la primera mujer
Sobre la tierra. El arco iris me sorprende
Viendo correr lagartijas entre los intersticios
De sus huesos y mis huesos viendo crecer
Un algodón celeste entre sus cejas
Ya ni se miran ni se abrazan ni se mueven
El arco iris se los lleva nuevamente
Como se lleva mi pensamiento
Mi juventud y mis anteojos
 
 
 
 

en "Noche oscura del cuerpo", Jaime Campodónico Editor, Lima, 1985.
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Elena Mikhalkova - Елена Михалкова (Nizhny Novgorod, Rusia, 1974)

 

La habitación de las llaves antiguas  (fragmento)

 

(...) Mi abuela una vez me dio este consejo: "Cuando los tiempos sean difíciles, avanza en pequeños pasos. Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo lentamente. No pienses en el futuro ni en lo que pueda pasar mañana. Limpia los platos. Limpia el polvo. Escribe una carta. Cocina sopa. ¿Ves eso? Sigue adelante, paso a paso. Da un paso y luego haz una pausa. Toma un descanso. Valórate a ti misma. Da el siguiente paso. Luego otro. Apenas lo notarás, pero tus pasos se harán más largos. Hasta que llegue el momento en que puedas volver a pensar en el futuro sin llorar."

f r a g m e n t o 
leído en el facebook de Lola Garrido Armendáriz




Когда-то бабушка дала совет: «Если тебе тяжело, иди маленькими шагами Делай то, что должна, по чуть-чуть, не заглядывай в будущее. Не думай даже о том, что случится завтра. Помой посуду. Вытри пыль. Напиши письмо. Свари суп. Видишь? Ты идешь маленькими шагами. Сделала шаг, остановилась, передохнула, похвалила себя. Потом другой. За ним третий. Ты сама не заметишь, как твои шаги станут шире. Наступит время, когда ты сможешь подумать о завтрашнем дне без слез»




THE ROOM OF ANCIENT KEYS

Grandma once gave me a tip: "During difficult times, you move forward in small steps. Do what you have to do, but little by little. Don’t think about the future, not even what might happen tomorrow. Wash the dishes. Take off the dust. Write a letter. Make some soup. Do you see? You are moving forward step by step. Take a step and stop. Get some rest. Compliment yourself. Take another step. Then another one. You won’t notice, but your steps will grow bigger and bigger. And time will come when you can think about the future without crying."

Publicado originalmente el 24 de abril 2020, en la página de facebook de Midwives of the Soul


LA STANZA DELLE CHIAVI ANTICHE

...Una volta la nonna mi aveva dato consiglio: "Nei periodi difficili, vai a vanti a piccoli passi. Fai ciò che devi fare, ma poco alla volta. Non pensare al futuro, nemmeno a quello che potrebbe accadere domani.  Lava i piatti. Togli la polvere. Scrivi una lettera. Fai una minestra. 
Vedi? Stai andando avanti passo dopo passo. Fai un passo e fermati. Riposati. Fatti i complimenti.  Fai un altro passo. Poi un altro.  Non te ne accorgerai, ma i tuoi passi diventeranno sempre più grandi. E verrà il tempo quando potrai  pensare al futuro senza piangere."

Traducción al italiano extraída de Psicodersomatica





de La habitación de las llaves antiguas/Комната старинных ключей
Серия: Настоящий детектив Цикл:


(Fuente: Emma Gunst)

 

Nuria Ruiz de Viñaspre ( Logroño, España, 1969 )

 

 


Poema incorregible


                                                                        Sin amor nada se puede
                                                                        ni siquiera morir se puede sin amor
                                                                                                         Vladimir Holan



¡Cómo es la muerte! Te clava los ojos -que ya no son tuyos- a un punto extraño de una habitación que tampoco es tuya, y ese mismo punto que te está mirando te inmoviliza hasta la expiración completa. Los que aquí quedamos nunca sabremos qué puntos son esos que los de allí ven con tanta claridad.
Ver cómo el padre miraba ese punto. Seguir la trayectoria de sus ojos fijos y ver que miraba una luz que le miraba fijo. Era una luz incandescente. La luz de emergencia de cualquier hospital. La luminosa muerte iluminándole. La luz que quemó su último sueño. El sueño del Fuego.
A las dos y cincuenta y uno de un día trece del mes más cruel, escribir cómo nos mira la muerte pero no concluir nada, porque la muerte nos rapta antes de concretar nada,
solo la muerte es inconcreta
vivir la muerte del padre
literal y literariamente te inconcreta

quedarse a solas con el padre a solas
el mundo desmundado al otro lado
al otro lado el río
y al otro del otro su cadáver expuesto
nunca expuesto

después
la quietud del silencio
los pegados labios indecibles
el pectoral izquierdo sobresaliente
como si la esperada muerte súbita
le cogiera con el aire levantado
como si el corazón le hubiera estallado
de amor correspondido
y fuera ahora una cordillera inmóvil
las no horas infravaloradas de ese órgano
el plástico en el que envolvieron su cuerpo líquido
recorriendo mis manos
el sonido de mis manos chocando contra el plástico
la dureza de su mandíbula deshaciéndose por lágrima
mis manos caminando como un ciempiés por cada músculo frío
cada centímetro detenido
cada célula muerta al fin

no sé cómo escribir la muerte
sí puedo escribir que un apellido tumbado tumba tu nombre

pero tú no eres nada
-me digo-
tu nombre solo es un nombre
anclado a tierra
pala cuerda y escaleras hacia el cielo
panteones que se alzan como construcciones hacia abajo
¿escalar hacia lo profundo es incalar
o recalar?
qué trabajo más extraño
el de levantador de tapas de ataúdes
echador de tierra en tierra
albañil que abre y cierra tumbas
y alquila y vende horizontales casitas
de madera

mis pies están enterrados
en dos cubos de cemento
mientras una cigüeña dibuja en el cielo su futuro nido
-hay una cigüeña sobrevolando a tu padre- me dices
quiere anidar vida sobre su caja féretra
yo miro la caja y la caja duerme
a orillas de un mar que ahora es río
su rostro se serena al sentir el vuelo cigüeñal
y el cielo deja de mover nubes

papá ha muerto
ha entrado un bosque en la habitación
y ahora hablo a solas en el cuarto
hablo y digo en alto papá ha muerto

las paredes se han agrietado
las células han transitado de un lado a otro
de un latido a otro de una nube a otra
me ha movido de una pared a otra
de la habitación
estaba escribiendo la palabra nube
mientras le tocaba la frente y le decía
-¿que miras tan fijamente papá?
pero él ya no me oía
solo miraba esa luz que le miraba fluorescente y calva
mientras su voz pedía que sentaran
su cuerpo para tocar la tierra con sus pies alados
tras tomar tierra descansó
con esa cigüeña-madre sobrevolando su cabeza
y sus aladas patas ya atadas

después el golpe seco
-dulcísimo pero seco-
su pierna cayendo de la cama
resbalando sin latido
como resbala el agua de la fuente o de la frente
mi ralentizada mano recolocando
su fémur mientras el mundo se paraba

su muerte me ha pillado
escribiendo
su
muerte

se han muerto sus brazos en mis brazos
en mis únicos brazos
en mis huérfanos brazos
qué quieto se queda el aire en ese abrazo
qué quieto se queda todo
qué silencio y qué tanto tan a solas

me duelen los dientes
del olor a mentol quieto y a asepsia
de tocar su traje nuevo plastificado
de seguir la trayectoria de sus huesos
de buscar contornos y formas
de tocarlo todo
hasta la toalla que amorosa sostenía su aorta
como si mis manos tuvieran que palpar su muerte
para ver que era real sin ser ya real
para volver a dibujarlo todo en la cartografía de mi mente
y sentir la soñada y fina lluvia
que pulverizó todo y a todos dentro de la casa

no quiero corregir este poema
quiero que permanezca tal cual fue visto y descrito
no quiero corregir su muerte
no quiero corregir su vida
es mi último acto de amor
incorregible




(Fuente:  Caína bella)

Nuria Ruiz de Viñaspre (España, 1969)

 

 

la muerte es un hecho diario

 

 

 

no hay manera

mi caldera está llena de óxido         vacío

nervio-hueco

 

no hay manera sin espada ni metales

solo ovejas esquiladas

solo sangre en vena

solo sangre envenenada que elogia al hueso

y lo oxigena

solo la sangre en vez de nada

 

y el hambre y los ciegos y los niños sin maneras

 

curioseé desabrigada y quemé la herida

no hay manera sin el óxido

 

intenté congeniar con mi carne abierta

adaptarme al oxidado músculo

alternar ligamento al arte

esquilar el amianto de mi fracturado cuerpo

de mi escombro

 

pero no hay manera

porque no hay maneras sin arterias

las arterias que oxigenan

—esas locas de la casa

 

 

—————————————————

 

 

los estribos de la tierra

son aquellos oxidados huesos que en la vida nos dimos

nuestros dedos

caballos estériles de cinco patas

que plantamos yermos en esta porción de piedra

—relinchar equino por regiones

anatómicas—

 

hipocrático animal que juraste en tu cruz más alta

la ética de nuestro propio vacío

 

anatomía del agarre

que con esa misma gravedad nos grava

 

 

—————————————————

 

 

el glaucoma orbita mi ojo

mientras la brújula de mi nuca decelera su curso

 

lloro metal argénteo para cicatrizar mi herida

y no perder el progreso de mi cornea

—bonanza de la fibra más nerviosa—

 

pero mi gato aminora el mercurio de su pulso

y mi mermada órbita            mi retina

y su ángulo

degradan el iris en la hendidura de mi surco

no advirtiendo en la ecografía

el tiempo que tenaz se acerca al delirio

 

 

 


En Órbita cementerio

 

               Luces de Gálibo

 

             (Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

Olga Bergholz (Leningrado, Rusia, 1910 - 1975)

 

 

ANTES DE SEPARARSE

 

 
Al irme, todo lo dejo para ti,
todo lo mejor en cada año desaparecido.
Toda la ternura pasada, la fidelidad pasada,
y el borde de la felicidad beso como una bandera.
A la severa y combativa bandera
de nuevo hago mi juramento
y, levantando la rodilla en el aire, la suelto.
Ya no nos conoceremos tú y yo
una felicidad igual a la que ardía en nosotros.
Pero creo que mi mejor canción
conservará para siempre
la bandera que sirvió lo suyo.
También te dejo la golondrina
de la primera bandada, que regresó, atrevida,
nuestra golondrina del bloqueo,
que vivía bajo un techo de dolor.
En tu hora solitaria la escucharás...
Y lleva conmigo todas las lágrimas,
y nuestras pérdidas,
golpes,
amenazas,
todas nuestras turbaciones
y atrevimientos,
nuestra difícil y gran maduración,
la canción de cuna que nunca se cantó
sobre nuestra hija,
canción concebida en la noche de guerra,
entre torbellinos de nieve;
sólo está conmigo y no es más alta ni más baja.
¡Adiós, mi generoso!
Tanto te amé...
Serás ahora más rico.
Así he dividido nuestra riqueza.
 
 
 
 
 
_________________________
en "Poesía rusa del siglo XX", Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1970. Trad. de Manuel Rojas. 
 
Nacida en Leningrado en 1910, Bergholz estudió filología y trabajó como periodista en esa misma ciudad. En 1938, en el transcurso de la Gran Purga, fue encarcelada durante siete meses con cargos falsos "en conexión con los enemigos del pueblo" y como participante en una conspiración contrarrevolucionaria. Como consecuencia de las palizas y los malos tratos recibidos su hija nació prematuramente y murió. Su marido fue fusilado. Por fin, en 1939 se la declaró inocente y fue rehabilitada. En 1940 se afilió al Partido Comunista. Amiga de Ana Ajmátova, durante el sitio de Leningrado realizó transmisiones radiales para reconfortar a los defensores de la ciudad, en la que murieron unos dos millones de personas. A la entrada del mausoleo en memoria de los caídos, grabada en granito, hay una frase suya: "Nadie es olvidado y nada es olvidado". Murió en Leningrado en 1975.
 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Dritëro Agolli (Albania, 1931-2017)

 

 

El profeta maldito

 


Maldecidme, insultadme hasta rasgaros los hocicos,
Soy el alma de la piedra donde rezan los cirios;

Rumiad proverbios y tejed mentiras,
Se me vuelven iconos los versos y poemas;

Lanzadme blasfemias, causadme sufrimiento,
Me sonrío porque en la montaña me espera otro nacimiento.

Golpead con palabras y herid con hierro,
Yo soy inmortal, ya que no estoy muerto…
 
 
 
 
 

incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, agosto de 2020, Chile, versión de Mira Meksi y Francisco J. Uriz, selec. de Albert Lázaro-Tinaut).

 

 

(Fuente: Asamblea de palabras)

Giuseppe Ungaretti (Italia)

 

 

Ironía






Oigo la primavera en las indolentes ramas negras. 
Uno puede seguir solo a esta hora, pasando entre las casas a solas 
            con sus propios pensamientos. 
Es la hora de las ventanas cerradas, pero me ha quitado el sueño 
            esta tristeza de retornos. 
Mañana por la mañana un velo verde enternecerá estos árboles,  
            que hace poco, cuando sobrevino la noche, aún estaban secos. 
Dios no da paz. 
Sólo a esta hora le ha dado, a algún extraño soñador, el martirio 
            de continuar su obra. 
Esta noche, si bien es abril, nieva en la ciudad. *
Ninguna forma de violencia supera a aquella que tiene aspectos 
            silenciosos y fríos. 




en L'allegria, 1931 






* Nota del traductor: en abril, plena primavera, como si fuera octubre en el hemisferio Sur.



Traducción de Juan Carlos Villavicencio






 Ironia 

Odo la primavera nei rami neri indolenziti. / Si può seguire solo a quest’ora, passando tra le case soli con i propri pensieri. / È l’ora delle finestre chiuse, ma questa tristezza di ritorni m’ha tolto il sonno. / Un velo di verde intenerirà domattina da questi alberi, poco fa quando è sopraggiunta la notte, ancora secchi. / Iddio non si dà pace. / Solo a quest’ora è dato, a qualche raro sognatore, il martirio di seguirne l’opera. / Stanotte, benché sia d’aprile, nevica sulla città. / Nessuna violenza supera quella che ha aspetti silenziosi e freddi.
 
 
 
(Fuente: Descontexto)






 

viernes, 30 de octubre de 2020

Daniel Zazo (Avila, España, 1985)

 

 

(La jaula invisible)

 

No he venido hasta aquí para elevar una queja.

No haré apología de las sombras.

Tampoco gritaré a los cuatro vientos

las bondades del cirio o del farol.

Pero sí daría lo que fuera por cambiar

los breves destellos de luz de este confinamiento

por el brillo de la luciérnaga que, en libertad

y desde el crepúsculo hasta el alba,

no duda en iluminar el frágil ecosistema de la charca.

 

 

 

 

(Haiku del confinamiento)

 

Duelen los labios 

heridos de silencio,

áspera vaina.



(inéditos)

 

 

(Fuente: Voces del extremo)

 

Jean Cocteau (Francia, 1889 - 1963)

 

 

El crepúsculo





En el instante donde el atardecer, viejo brujo, inocula
Con disimulo el tedio, áspero y convencido veneno,
Sentí que alguien entraba en la casa,
Y que ese alguien era el crepúsculo.
Con lentitud, sobre los tapices negros y mudos,
Acariciando todos los objetos con su hálito húmedo,
Avanzaba, los pies envueltos en algodón...
Se hubiera dicho que los muertos en la sombra se agitaban.
Y, brusca calma, hizo, con un aire de romance
Anticuado, con la voz enjuta de las abuelas,
En un retorno miedoso de formas de pensar emigrantes,
Susurrar en mi corazón los recuerdos de infancia.
 

 
 
 
en La mentira que siempre dice la verdad (Antología), 2015
Traducción: Jordi Corominas i Julián



(Fuente: Descontexto)


 

Ana Blandiana (Rumania, 1942)

 

 

Omphalos

 
 
Una piedra es un dios que
Se mueve tan despacio
Que mi ojo mortal
No reconoce el movimiento
Así como no pedimos
A una ola,
A una nube
Que entienda qué es el mar.
Cuando todo se derrumba
Y luego se disuelve
En una mezcla tóxica
Del ayer y del mañana,
Una piedra es la semilla aún viva
Del mundo,
El sentido encogido que permanece,
Omphalos y brote del que todo el
Universo asesinado
Crecerá otra vez,
Cuando el dios dividido por igual
Entre las piedras
Se erija en una barricada.
 
 
 
(Fuente: La parada poética)

Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949)

 

 

UN OLOR

 
 
¿De dónde viene el olor agrio
al despertar? ¿Del cuerpo?
¿De la ropa?
¿Del cerebro?
¿Es el olor de la civilizada
descomposición? ¿Viene
de la garganta, de las paredes,
de las calles, de los edificios?
A pesar de la acritud, el gesto
largamente aprendido
de girar la canilla funciona.
Con mecánica solvencia
llenamos un vaso,
caminamos por el interior
de un mundo no natural,
de día y de noche,
como si lo demás fuera un gran animal
tendido en una playa,
cuya alma todavía vuela alrededor
de la ciudad.
 
 
 
 

de "La lírica" (2020), en "Poesía reunida", Ediciones En Danza, Buenos Aires, 2020. 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Ted Berrigan(1934, Providence / 1983, Nueva York, Estados Unidos )

 

 

LXXVI             




Me despierto con dolor de espalda por la cama blanda Pat
se fue al trabajo Ron a clases (yo
nunca escuché ningún sonido) es mi cumpleaños. Me pongo
los pantalones de cumpleaños la camisa de cumpleaños  voy a ADAM’S compro una
pepsi para el desayuno vuelvo a casa la tomo tomo una pastilla
Estoy colocado. Hago tres lecciones de griego
para compensar la clase que falté. Leo un libro de cumpleaños
(de Joe) sobre Juan Gris su nombre verdadero José Vittoriano
Gonzáles me detengo a la mitad leo todos
mis poemas me regodeo un poco en una nueva balada rápido evito los viejos
sonetos imitaciones de Shakespeare. Vuelvo a los libros. Leo
poemas de Auden Spenser Pound Stevens y Frank O’ Hara.
Odio los libros.
Me pregunto si Jan, Helen o Babe
alguna vez piensan en mí. Me pregunto si Dave Bearden todavía
me tiene rechazo. Me pregunto si la gente habla de mí
en secreto. Me pregunto si soy demasiado viejo. Me pregunto si me engaño
con las pastillas. Me pregunto qué hay en la heladera. Me pregunto
si Ron o Pat compraron esta mañana papel higiénico .

 

 



Despedida


para Costa



nunca son como en las películas
en las películas dicen antes algo importante
siempre
uno se queda y el otro se va
despacio
con un gesto triste
(mirar por encima del hombro, atarse los cordones
llamar a un taxi)
cuando la figura ya es diminuta y está fuera de foco
justo antes de doblar en alguna esquina
y desaparecer
nunca se putean antes
y cuando uno se va dando un portazo
el otro se queda mirando la puerta como si algo fuera a pasar
nunca nada interrumpe la imagen
en las películas
una chica nunca desaparece para siempre
al borde de la escalera del aeropuerto
entre dos hippies y una familia de gordos
segundos después de esquivar tu beso mientras te dice
no te olvides de lavar la ropa
por favor, Ted.

 

 




Traducción: Patricio Grinberg

 

 

(Fuente: El poeta ocasional)

 

Ted Berrigan (EEUU, 1934 - 1983)

 

 

UNA LISTA DE LOS DELIRIOS DEL LOCO, DE QUÉ TIENEN MIEDO

 
 
De estar hambrientos.
De que su sangre se convierta en agua.
De despedir mal olor.
Ser pobres.
De estar en el infierno.
De ser instrumentos de otro poder.
De haber robado algo.
De haber cometido un pecado imperdonable.
Ser incapaces de vivir.
De que sustancias químicas malignas hayan impregnado el aire.
Padecer una enfermedad misteriosa.
De no recuperarse.
De que sus hijos estén ardiendo.
 
 
 


POSTAL DESDE EL CIELO

 
 
Enamorado de ella
lees mis poemas y te preguntas
qué ve en ti.
 
 
 
 
_________________
en "The Selected Poems of Ted Berrigan", University of California Press, Berkeley, 2011. Versiones de Jonio González. 
 
 
 
 

A LIST OF THE DELUSIONS OF THE INSANE, WHAT THEY ARE AFRAID OF

 

 
That they are starving.
That their blood has turned to water.
That they give off a bad smell.
Being poor.
That they are in hell.
That they are the tools of another power.
That they have stolen something.
That they have committed an unpardonable sin.
Being unfit to live.
That evil chemicals have entered the air.
Being ill with a mysterious disease.
That they will not recover.
That their children are burning.
 
 
 
 
 

POSTCARD FROM THES SKY

 
 
You in love with her
read my poems and wonder
what she sees in you
 
 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)