jueves, 31 de agosto de 2023

Rafael Gabino Brítez (Alte. Brown, Pcia. de Buenos Aires)

 

LA SONRISA DE YURI GAGARIN



“Un piloto no debe cesar de volar” Y. G.
 
“Somos sobrevivientes del linaje de Ulises,
nadadores de aguas profundas,
exploradores del océano cósmico,
impulsores de una épica
recitada al pie de las naves
como un mantra salvador.”
                                  Leonel César Jovellanos,
                                  La mística del aventurero
 
 
----
Hay quienes aman viajar, se van lejos de casa
viven un tiempo abrazados al peligro
luego extrañan
emprenden la vuelta
bajo el amparo de sus dioses
otros aman la aventura constante
con cada regreso se motivan
para una nueva partida.
 
Cuando volvió de orbitar la Tierra
Yuri Gagarin ya no fue el mismo
aquí, sobre el suelo, se sentía pesado
salía a la calle vestido de astronauta
los vecinos aplaudían a su paso.
 
El héroe de la carrera espacial
sonreía, las chicas lo abrazaban
sólo querían un beso con aliento a estrellas,
su amada esposa recorría la ciudad
hasta encontrarlo, lo arropaba de modo decente
lo cuidaba hasta la próxima aventura,
su obsesión era volver al espacio
en cambio el Partido lo enviaba
como propagandista de la hazaña
lo recibían los líderes del mundo.
 
Es improbable, nadie quiere acordarse
de la presencia del tango en la Unión Soviética
durante aquellos años de la guerra fría,
parece inverosímil que los astronautas
escucharan a Gardel para relajarse
durante los descansos.
 
Un documentalista está buscando
testimonios que lo corroboren,
se interna en la espesura de la taiga
acumula entrevistas en aldeas perdidas
en medio de la estepa,
en una esquina de la Plaza Roja
algunos se lanzan a declarar sobre el asunto
entre un fundido y otro.
 
La leyenda dice
la sonrisa de Yuri
fue determinante para que Jruschov
le confiara el primer vuelo
alrededor del planeta.
 
La sonrisa de Yuri
se parecía a la de Gardel,
tenía un aire, digamos
esa intensidad cautivadora
uno primero, otro después
ambos murieron en accidentes de avión
ahora son mitos amados por el pueblo.
 
Los soviéticos se rezagaron
y ya sabemos quiénes dicen
que llegaron a la luna un poco después
de que el MiG de Yuri se estrellara
una trágica mañana de marzo.
 
En algún lugar están ocultos
los registros grabados
los últimos instantes del vuelo,
un balbuceo confuso
la inminencia de la muerte
guardada en caja negra.
 
Decir que el destino se articula de manera lógica
parece aventurado,
huye de las certezas a menudo
cruza coordenadas insólitas
con datos en apariencia inconexos
para acomodar la suerte de los hombres.
 
Un campesino dice que vio un resplandor
estira un brazo frente a la cámara
para señalar un punto en el cielo
sobre el bosque donde el MiG de Yuri
se precipitó como un relámpago,
en la teve de Moscú nadie da crédito al relato
editado con fondo de bandoneón
y un horizonte de estepa
mientras corren los títulos.
 
 
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)

Rafael Gabino Britez (Almirante Brown, Argentina)

 

l´union libre du sud



 
 
Pasábamos de las doce como un mono
salta de una rama a otra
el nuevo día esperaba allá en el fondo
de las pupilas
la oscuridad de afuera nos llamaba
preferíamos alargar un poco las mesas
y estirar la madrugada en l´union libre
así decía el cartel en la pared
con letras de todos los colores
y dibujos a lo Dalí
una noche jugamos a ver quién recitaba
de memoria más versos del poema
ganó el Polaco, que era de Turdera,
llegó sin trabarse, dando matices y las pausas justas hasta
mi mujer con espalda de pájaro que huye en vuelo vertical
después de un tiempo se borró
hasta que escribió desde Bolivia
andaba como fotógrafo free lance
dijo que iba a volver
nunca supimos, le perdimos otra vez el rastro
no había pantallas ni redes sociales para seguir a nadie
los vínculos funcionaban de otro modo
teníamos oportunidad de encender discusiones
abrazarnos, partir, rejuntarnos
lo demás era ir y venir
entre sombras agazapadas
y autos sospechosos
en las veredas
l´union libre nos daba abrigo
en noches cerradas de espanto y furia
levantábamos los vasos orientando el brindis
hacia vos, querido André, siempre atento desde la barra
con tu peinado hacia atrás de galán años cincuenta
solo sonreías, algunas veces te soltabas para decirnos
chers  garçons… muchachos
la vie est très pauvre sin imaginación
acá me tienen por su gracia parmi vous.

Nunca me animé a volver a la esquina de l´union libre
no sé si algo quedó en pie de ese reducto
si algo se partió en la memoria,
me queda sí tu voz certera
en medio del fragor de aquellas noches
risas, voces alzadas, sueños heridos,  espanto y furia.
Entonces no podía entender la maravilla:
respiraba con ella para cambiar el mundo
ahora sé que nuestra mirada es la que cambia
y se conmueve con los restos devastados de la época.
 
 

Rafael Gabino Britez (Almirante Brown, Argentina), André Breton24 de septiembre de 2016


Foto: Rafael Gabino Britez/Facebook
 
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)

 

Rafael Gabino Britez (Alte. Brown - Prov. de Buenos Aires - Argentina)

 



17, EL REGRESO

 

antes de la última tormenta
mi padre me dio un abrazo
me entregó su sombrero
una camisa blanca
(una rosa de los vientos
bordada en el pecho)
una antología de poetas latinos
un libro con estampas
de la Guerra del Chaco
un cuchillo de campo
 
eso es todo, me dijo
y se quedó extasiado
 
en la mancha de la pared
veía un mapa
de la ruta a su pueblo
 
 
 

40, EL POZO

 

El que no duerme
reaviva una lumbre agotada en otra parte
penetra en cada poro de la noche
transmuta miedo en delirio
trafica una tristeza
obtiene silencio en hebras
del árbol de las sombras
desafía la voracidad
del fuego alrededor de sus papeles
busca refugio
en los márgenes de los días que huyen.
 
 

 "A espaldas de la noche", Rafael Gabino Britez, Ediciones Del Dock, 2016.
 
 
(Fuente:  Oscar Vicente Conde)

 

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

Usar la negación

 
El pelo de Medusa,
la crema solar
del sargento Cruz,
rascar el vello púbico
en una cárcel de Sevilla.
 
Usar la débida (sic) inversa,
el argot y el cockney
en ocasión de sanatorio.
La picaresca
y la mora de Corín Tellado.
Oh, volverse masculino,
"dolce acque" despobladas.
 
Usar
la interrupción
y su propio desenlace,
el cuento roto
de Pérez Galdós,
y la terciana
como la guadaña,
norma y forma
coqueta,
empollada;
saldar cuentas,
ese mono garcilaso,
pirulero.
 
 

- Inédito-

 

Daniel Quintero (Buenos Aires, 1957)

 


Del dicho al hecho

 

Todo pasa
todo llega
al chancho San Martín
a Catalina su cabalgadura
dios al que madruga
al que amanece más temprano
todo
nadie se queda afuera
el pájaro en la mano
los 100 volando
la bicicleta con toldo
el que escupe para arriba
los sobrinos que manda el diablo
el que aprieta poco
el que abarca
la barca también
el mar
los peces
todo llega
a las intenciones del infierno
al cántaro
a la fuente
dios que ahorca
la rabia del perro muerto
el enero del banquero
la paja en ojo ajeno
todo llega
el ojo del amo
el ganado gordo
el pan para hoy
tocar campana y procesión
nacer para pito y corneta
el mal que viene por bien
el agua de dejar correr
llegan los cuervos a los ojos
sus crías a las cuencas vacías
100 años más de perdón
las palabras sordas
los oídos necios
los ojos que no ven
tantos corazones que no sienten
todo llega
todo pasa
más tarde que nunca
la ocasión al ladrón
el cuchillo de palo al herrero
el monte a la cabra
el sordo
el grito
los oídos ajenos
el frío de los muertos que se cuentan
las sábanas pisoteadas de los fantasmas
la calma
la tempestad
el cadáver de tu vecino
el vecino de tu cadáver
las moscas golpeando a la boca
las pocas palabras al buen entendedor
no te embarques
no te cases hoy es martes
a las buenas tortas
el hambre
el pan duro
los grandes remedios
dios que los amontona
el viento que los une
el soldado que huye
la batalla que no sirve
el vuelo al pájaro que comió
los trapos sucios
que se lavan en casa
cuando se vuelve del trabajo
que dignifica
las paredes que oyen
la maña
la fuerza
el ojo
el diente
la ceguera
la sarna que se rasca
el gusto que no pica
la silla
Sevilla
Toledo
la inquisición española
todo llega
el ruido
las nueces
a Roma los caminos
el perdón de dios que no averigua
los dientes del caballo regalado
la ganancia de los pescadores
la astilla al palo
la leña al árbol
al monje el hábito
al capitán el marinero
mi abuela que acaba de parir
lo que dices
lo que haces
el tuerto
el rey
los ciegos
el país.
Mal de muchos, consuelo de tontos.

 

Manuel J. Castilla (Salta, Argentina, 1918 - 1980)

 

La Pomeña  (zamba)

 

Eulogia Tapia en 'La Poma
Al aire da su ternura
Si pasa sobre la arena
Y va pisando la luna
Si pasa sobre la arena
Y va pisando la luna
 
El trigo que va cortando
Madura por su cintura
Mirando flores de alfalfa
Sus ojos negros se azulan
Mirando flores de alfalfa
Sus ojos negros se azulan
 
El sauce de tu casa
Te está llorando
Porque te roban, Eulogia
Carnavaleando
Porque te roban, Eulogia
Carnavaleando
 
La cara se le enharina
La sombra se le enarena
Cantando y desencantando
Se le entreveran las penas
Cantando y desencantando
Se le entreveran las penas
 
Viene en un caballo blanco
La caja en sus manos tiembla
Y cuando se hunde en la noche
Es una dalia morena
Y cuando se hunde en la noche
Es una dalia morena
 
El sauce de tu casa
Te está llorando
Porque te roban, Eulogia
Carnavaleando
Porque te roban, Eulogia
Carnavaleando

 

José Hierro (España)

 

Vida 
 

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
 
Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.
 
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
 
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
 
 
 
(Fuente: Arborecer Horizontes)

 

Jorge Teillier (Chile, 1935 - 1996)

 

Retrato de mi padre, militante comunista




Junto a Jorge Teillier que firmaba, su padre Fernando y su hijo Sebastián


 
En las tardes de invierno
cuando un sol equivocado busca a tientas
los aromos de primaveras perdidas,
va mi padre en su Dodge 30
por los caminos ripiados de la Frontera
hacia aldeas que parecen guijarros o perdices echadas.

O llega a través de barriales
a las reducciones de sus amigos mapuches
cuyas tierras se achican día a día,
para hablarles del tiempo en que la tierra
se multiplicará como los panes y los peces
y será de verdad para todos.

Desde hace treinta años
grita «Viva la Reforma Agraria»
o canta «La Internacional»
con su voz desafinada
en planicies barridas por el puelche,
en sindicatos o locales clandestinos,
rodeado de campesinos y obreros,
maestros primarios y estudiantes,
apenas un puñado de semillas
para que crezcan los árboles de mundos nuevos.

Honrado como una manta de Castilla
lo recuerdo defendiendo al Partido y a la Revolución
sin esperar ninguna recompensa
así como Eddie Polo –su héroe de infancia—
luchaba por Perla White.

Porque su esperanza ha sido hermosa
como ciruelos florecidos para siempre
a orillas de un camino,
pido que llegue a vivir en el tiempo
que siempre ha esperado,
cuando las calles cambien de nombre
y se llamen Luis Emilio Recabarren o Elías Lafferte
(a quien conoció una lluviosa mañana de 1931 en Temuco,
cuando al Partido sólo entraban los héroes).

Que pueda cuidar siempre
los patos y las gallinas,
y vea crecer los manzanos
que ha destinado a sus nietos.

Que siga por muchos años
cantando la Marsellesa el 14 de julio
en homenaje a sus padres que llegaron de Burdeos.

Que sus días lleguen a ser tranquilos
como una laguna cuando no hay viento,
y se pueda reunir siempre con sus amigos
de cuyas bromas se ríe más que nadie,
a jugar tejo, y comer asado al palo
en el silencio interminable de los campos.

En las tardes de invierno
cuando un sol convaleciente
se asoma entre el humo de la ciudad
veo a mi padre que va por los caminos ripiados de la Frontera
a hablar de la Revolución y el paraíso sobre la tierra
en pueblos que parecen guijarros o perdices echadas.




en Muertes y maravillas, 1971











 

(Fuente: Descontexto)

Dante Alighieri (Florencia, Italia, 1265 - Rávena, Italia, 1321)

 

LECTURA DANTIS
 
"PAROLE DI DOLORE, ACCENTI D' IRA"
 
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(La entrada al infierno se parece al mundo)
\\

Canto tercero

"Por mí se va a la ciudad sufriente,
por mí se va al eterno dolor,
por mí se va a la perdida gente.
 
"Justicia movió a mi alto creador,
me hizo la divina potestad,
la sabiduría suma y el primer amor.
 
"No hubo antes de mí cosa creada,
sino las eternas, y yo vivo eterno;
dejen toda esperanza los que entran."
 
Estas palabras de color oscuro
vi escritas en lo alto de una puerta;
y dije: "Maestro, su sentido es duro".
 
Y él a mí, como persona experta:
"Te es preciso aquí dejar todo recelo;
toda cobardía conviene sea muerta.
 
"Hemos llegado al mencionado sitio,
en el que verás a las gentes dolorosas
que han perdido el bien del intelecto."
 
Y luego que su mano posó sobre la mía,
con dichoso rostro que me reanimó,
me llevó dentro de secretas cosas.
 
Allí, suspiros, llantos y otros ayes
resonaban en un aire sin estrellas,
que me hicieron llorar ni bien entré.
 
Lenguas diversas, horrorosas blasfemias,
palabras de dolor, acentos de ira,
voces altas, roncas, son de manos con ellas,
 
hacen un tumulto que perpetuo gira,
en aquel aire sin tiempo, tinto,
como arena que el turbión arremolina.
(...)
 
Divina Comedia, Ediciones Lom, Chile, 2018
Traducc. Jorge Aulicino
---
Imagen: Anteinferno, Luca Signorelli, Duomo de Orvieto, 1502
 
 
-

Canto Terzo
 

«Per me si va ne la città dolente,
per me si va ne l'etterno dolore,
per me si va tra la perduta gente. 3
Giustizia mosse il mio alto fattore;
fecemi la divina podestate,
la somma sapienza e 'l primo amore. 6
Dinanzi a me non fuor cose create
se non etterne, e io etterno duro.
Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate". 9
Queste parole di colore oscuro
vid'io scritte al sommo d'una porta;
per ch'io: «Maestro, il senso lor m'è duro». 12
Ed elli a me, come persona accorta:
«Qui si convien lasciare ogne sospetto;
ogne viltà convien che qui sia morta. 15
Noi siam venuti al loco ov'i' t'ho detto
che tu vedrai le genti dolorose
c'hanno perduto il ben de l'intelletto». 18
E poi che la sua mano a la mia puose
con lieto volto, ond'io mi confortai,
mi mise dentro a le segrete cose. 21
Quivi sospiri, pianti e alti guai
risonavan per l'aere sanza stelle,
per ch'io al cominciar ne lagrimai. 24
Diverse lingue, orribili favelle,
parole di dolore, accenti d'ira,
voci alte e fioche, e suon di man con elle 27
facevano un tumulto, il qual s'aggira
sempre in quell'aura sanza tempo tinta,
come la rena quando turbo spira.
 
 
(Fuente: Jorge Aulicino)

 

Santiago Espel (Buenos Aires, 1960)

 

 

UN SONETO RENGO CANTA LOS VÍTORES DE UNA JORNADA PATRIA
 

Terminado el discurso de la directora, y cantado el himno,
la patria retoma sus quehaceres. Blanco y deshilachado, en fila,
el alumnado vuelve a las aulas. Las galeras y peinetas, al ropero.
Los comedores escolares repartirán codazos; y picarán viandas.
 
Alguien morirá hoy sin saber por qué; otro ganará la lotería.
Por la tarde habrá anuncios económicos importantes; y alivio.
Se dirá que estas cosas pasan en todo el mundo; y no sólo acá.
 
En una esquina rosada alguien escribe versos en un cuaderno
San Martín. Frente a otra casa rosada, una mano suma sextinas
sobre un gaucho desertor. También habrá prosa sobre barbarie.
En direcciones distintas, escriben la patria. La patria escindida.
 
Alguien dirá que la patria está por encima de todo; y recibirá
aplausos. Y que la herencia era muy pesada. Vacío, el patio de
la escuela ensaya el guion de la próxima comedia: alguien barre.
 
 
*

TRES CRIOLLOS DISTRAEN PENURIAS BAJO EL CEIBO DE UNA PLAZA
 

Bajo el sol de la siesta, sol de chicharras, juegan al truco gallo.
Un carenciado, un enfermo y un desocupado. Mienten a voces,
porque lo manda el juego, y porque quieren. El mazo de cartas
se percude en los dedos; el eco de las señas rebota en la fuente
seca. Dos tres palomas anidan en el fresno y cagan desde arriba.
 
No dicen más que la baraja y la tormenta de Santa Rosa; el mate
va lavado de boca en boca, y las galletas bajan gorriones y loros.
Una de las manos, cualquiera, revolea el ancho de espadas.
En las camisas, tienen escarapelas; prendas de una fiesta patria.
 
Nadie los olvida, porque para olvidar hay que haber mirado;
pero ellos sí miran: los dos tres porotos del truco, el lumilagro.
 
 
 
En Esto que a secas llamamos patria  (la carta de Oliver, 2023)
 
(Fuente: César Cantoni)

Sakutaro Hagiwara (萩原 朔太郎, Maebashi, Japón, 1886 – Tokio, Japón, 1942)

 

EL RÍO HIROSE

 

El río Hirose corre completamente blanco,
del modo en que el tiempo pasa, así también desaparece todo pensamiento fantasioso.
Con la esperanza de que la vida sirviese de cebo en anzuelo y línea,
ayer dejé colgada en el río mi caña de pescar.
Oh, semejante alegría duró bien poco,
ahora el pez es tan pequeño que apenas llama la atención.
 
 
 
________________
en "Cat Town", New York Review Book. Poets, Nueva York, 1978. Trad. del japonés al inglés, Hiroaki Sato. Versión al castellano, Jonio González. En la imagen, Sakutaro Hagiwara (萩原 朔太郎, Maebashi, Japón, 1886 – Tokio, Japón, 1942 / Japan News)
 
Puede ser una imagen de una persona
 

HIROSE RIVER

 

The Hirose River runs all white,
as time wiles away, so too disappear all fanciful thoughts.
Hoping to bait life on hook and line,
I dangled my fishing rod in the river yesterday.
O such merriment has long receded,
now minnowy fish scarce catch the eye
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Ana Paula Ribeiro Tavares (Lubango, Angola, 1952)

 

tres poemas













 
 

La madre y la hermana



La madre no llevó a la hermana de la mano
viajó toda la noche sobre sus propios pasos
toda la noche, esta noche, muchas noches
La madre iba sola sin el cesto y el pescado ahumado
la botella de aceite de palma y el vino fresco de las espigas rojas
La madre viajó toda la noche, esta noche, muchas noches, todas las noches
con sus pies desnudos subió la montaña por el este
y sólo llevaba la luna en fase menguante por compañía
y las voces altas de los licaones.
La madre viajó sin las pulseras y los aceites de protección
en el paño mal atado
en las manos abiertas de dolor
estaba escrito:
mi hijo, mi hijo único
no se baña en el río
mi hijo único se fue sin bueyes
a los pastizales del cielo
que son vastos
pero donde no crece el capín.
La madre se sentó
hizo un fuego nuevo con los palos antiguos
preparó una nueva muñeca de boda.
No era su trabajo
pero la madre no descuidó el fuego
enrolló también un humo largo para la pipa.
Las tías al lado del león lloraron dos veces
y los hombres al lado del buey
afilaron las lanzas.
La madre preparó las palabras despacito

pero lo que salió de su boca
no tenía sentido.
La madre miró las entrañas con tristeza
exprimió los pechos marchitos
se quedó callada
en la mitad del día.

~
 

Amargos como frutos



“Me dices cosas tan amargas como los frutos...”
Kwanyama

Amado, por qué vuelves
con la muerte en los ojos
y sin sandalias
como si otro te habitase
en un tiempo
más allá
de todo el tiempo

Amado, dónde perdiste tu lengua de metal,
la de los signos y del proverbio
con mi nombre inscrito

dónde dejaste tu voz
suave de capín y terciopelo
sembrada de estrellas

Amado, mi amado
lo que regresó de ti
es tu sombra
dividida a la mitad
es un antes de ti
las hablas amargas
como los frutos

(Me dices cosas amargas como los frutos)

~
 

Mukai*


1

Cuerpo ya labrado
equidistante de la semilla
es trigo
es cizaña
maíz híbrido
zahína

resiste al tiempo
doblado
exhausto
bajo el sol
que le espiga
la cabellera.

2

El vientre sembrado
desagua cada año
los frutos tiernos
de las manos
(es hechizo)
nace
la mantequilla
la casa
el peinado
el gesto
despierta el alma
la voz
mira hacia adentro del silencio milenario.

3

(Mujer por la noche)

Un suspiro quieto
baja
la lentísima garganta
(le roe las entrañas
un nuevo pedazo de vida)
los cordones del tiempo
le atraviesan las piernas
y hacen la conexión con la tierra.

Extraño árbol de hijos
unos muertos y tantos por morir
que del cuerpo a lo alto
navega de tristeza
las horas.

4

El arañón en la piel
enciende la noche
mientras la luna
(por ironía)
ilumina la alcantarilla

anuncia el canto de los gatos
De cuántos partos se vive
para cuántos partos se muere.

Un grito se clava navaja
en la garganta de la noche

recortada sobre el tiempo
pintada de cicatrices
ojos secos de lágrimas
Dominguea, organiza la cerveza
de sobrevivir a los días.

* N. de la T. Mujer.

***

Versiones de Raquel Madrigal Martínez

/
 

A Mãe e a irmã



A mãe não trouxe a irmã pela mão
viajou toda a noite sobre os seus próprios passos
toda a noite, esta noite, muitas noites
A mãe vinha sozinha sem o cesto e o peixe fumado
a garrafa de óleo de palma e o vinho fresco das espigas
[vermelhas
A mãe viajou toda a noite esta noite muitas noites
[todas as noites
com os seus pés nus subiu a montanha pelo leste
e só trazia a lua em fase pequena por companhia
e as vozes altas dos mabecos.
A mãe viajou sem as pulseiras e os óleos de proteção
no pano mal amarrado
nas mãos abertas de dor
estava escrito:
meu filho, meu filho único
não toma banho no rio
meu filho único foi sem bois
para as pastagens do céu
que são vastas
mas onde não cresce o capim.
A mãe sentou-se
fez um fogo novo com os paus antigos
preparou uma nova boneca de casamento.
Nem era trabalho dela
mas a mãe não descurou o fogo
enrolou também um fumo comprido para o cachimbo.
As tias do lado do leão choraram duas vezes
e os homens do lado do boi

afiaram as lanças.
A mãe preparou as palavras devagarinho
mas o que saiu da sua boca
não tinha sentido.
A mãe olhou as entranhas com tristeza
espremeu os seios murchos
ficou calada
no meio do dia.

~
 

Amargos como frutos



“Dizes-me coisas tão amargas como os frutos...”
Kwanyama

Amado, porque voltas
com a morte nos olhos
e sem sandálias
como se um outro te habitasse
num tempo
para além
do tempo todo

Amado, onde perdeste tua língua de metal
a dos sinais e do provérbio
com o meu nome inscrito

onde deixaste a tua voz
macia de capim e veludo
semeada de estrelas

Amado, meu amado
o que regressou de ti
é tua sombra
dividida ao meio
é um antes de ti
as falas amargas
como os frutos

(Dizes-me coisas amargas como os frutos)

~

Mukai


1

Corpo já lavrado
eqüidistante da semente
é trigo
é joio
milho híbrido
massambala

resiste ao tempo
dobrado
exausto
sob o sol
que lhe espiga
a cabeleira.

2

O ventre semeado
deságua cada ano
os frutos tenros
das mãos
(é feitiço)
nasce
a manteiga
a casa
o penteado
o gesto
acorda a alma

a voz
olha p’ra dentro do silêncio milenar.

3

(Mulher à noite)

Um soluço quieto
desce
a lentíssima garganta
(rói-lhe as entranhas
um novo pedaço de vida)
os cordões do tempo
atravessam-lhe as pernas
e fazem a ligação terra.

Estranha árvore de filhos
uns mortos e tantos por morrer
que de corpo ao alto
navega de tristeza
as horas.

4

O risco na pele
acende a noite
enquanto a lua
(por ironia)
ilumina o esgoto
anuncia o canto dos gatos
De quantos partos se vive

para quantos partos se morre.

Um grito espeta-se faca
na garganta da noite

recortada sobre o tempo
pintada de cicatrizes
olhos secos de lágrimas
Dominga, organiza a cerveja
de sobreviver os dias.
 
***
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

Idea Vilariño (Uruguay, 1920 - 2009)

 

Un soneto




 
 
 
Nunca sufrí una soledad más dura 
que aquella soledad que me infligiste 
una noche de amor. Yo comí triste 
aquel plato repleto de amargura.

No es que esperara más. Pero aunque oscura 
la noche nos juntaba y tú no fuiste
más que un amante. Menos. No quisiste
que mezclara en tu vida mi locura.

Cuando la hora aquella fue acabada
te abracé antes de la despedida 
y fue de tus caricias la más tierna

permitirme sufrir sin decir nada
sin llanto sin pasión sin voz vencida 
apoyada mi frente entre tus piernas.



1950



en Poemas recobrados II, 1947-2003


(Fuente: Descontexto)

 

Kenneth Rexroth (EEUU, 1905 - 1982)

 

“Otra primavera”





 

 

 

Las estaciones cambian y los años pasan

Sin ayuda ni vigilancia.

La luna, sin pensarlo,

Cumple su ciclo, llena, creciente, y llena.

 

La luna blanca entra en el corazón del río;

El aire está lleno del perfume de las azaleas;

Profundo en la noche, el cono de un pino cae;

Nuestra fogata muere en la vacía montaña.

 

Las estrellas brillantes tiritan entre las trémulas ramas;

El lago es negro, sin fondo en la noche cristalina;

Alta en el cielo, la Corona del Norte

Es partida en dos por la oscura cumbre de un monte nevado.

 

Oh corazón, corazón, tan singularmente

Intransigente y corruptible,

Aquí yacemos extasiados junto al agua iluminada por las estrellas

Y los momentos que debieran durar para siempre

 

Se deslizan inconscientemente por nosotros como el agua.

 

 

 

en La señal de todas las cosas (Antología), 2004

Traducción de Marcelo Pellegrini y Armando Roa Vial

 

 

 

Another spring

The seasons revolve and the years change / With no assistance or supervision. / The moon, without taking thought, / Moves in its cycle, full, crescent, and full. // The white moon enters the heart of the river; / The air is drugged with azalea blossoms; / Deep in the night a pine cone falls; / Our campfire dies out in the empty mountains. // The sharp stars flicker in the tremulous branches; / The lake is black, bottomless in the crystalline night; / High in the sky the Northern Crown / Is cut in half by the dim summit of a snow peak. // O heart, heart, so singularly / Intransigent and corruptible, / Here we lie entranced by the starlit water, And moments that should each last forever //Slide unconsciously by us like water.




(Fuente: Descontexto)




 

Ismael Gavilán (Valparaíso, Chile, 1973)

 

De "Vendramin"


 
 
 
Apócrifo del Canzoniere

Mientras intento hacer un inventario
de las cosas útiles del día, mi cuerpo,
acostumbrado a vaivenes menos decorosos
y a los desfiladeros destructivos del deseo,
nombra otro nombre para olvidarse de sí mismo
en la ilusión que es la fuerza irreal de las palabras.

Mi cuerpo -un cuerpo o su representación-
entrelazado a esa densidad metálica que atraviesa,
sin reticencia, el cuarto, los estantes,
los fragmentos de una historia personal compleja
y con la curiosidad por indagar acerca de sí mismo
como motivo burlesco para una imagen de Francis Bacon;
aún hace legible el modo en que el placer no es indiferente:
caída donde prevalece lo que hacemos y llamamos amor,
el sonido de nuestro nombre pronunciado en el abrevadero
de la noche y esas cortinas sucias
que convierten la complicidad de las sensaciones tibias
en una necesidad metafísica de buscar lo invisible en lo visible
como asimismo hacer del engaño verdad
y de la concupiscencia, exploración del vacío y su sorpresa.

En la tristeza de vivir el fin de toda experiencia,
la simplicidad incomprensible de unos labios
delatan el sabor incestuoso del atardecer,
el espasmo a que todo discurso llega
cuando su referente es desdibujado,
volviendo indolente esa humedad que desdeña palabras
y que hace del movimiento un arma exquisita:
ese ahogo transparente, donde el quejido mutuo
y el sudor de las nalgas fulminan toda percepción,
la habitual monotonía en gris mayor -Darío dixit-
y cualquier posibilidad de entendimiento
representado en alguna paráfrasis que la tradición racional
designa como conciencia, gnosis o cosa semejante.

Después de todo, al final del día,
cualquier inventario entra en contradicción
con el comportamiento ritual y sus exigencias terrestres.
Así, el gesto en que se paraliza el instante
es reflejo de aquel espacio blanco de donde volvemos
con una oscuridad fecunda, ajena al lenguaje:
una rutina que se ha vuelto el mal montaje de una película
donde lo que queremos decir y lo que decimos realmente
se halla prescrito en el abismo abierto entre deseo y realidad.
 

En  "Vendramin", 2014, Mundo visible. Poesía reunida 1995-2020, Ediciones Altazor, Viña del Mar, 2021


Foto: LP5
 
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)

 

Patricio Rascón (Jaén, España, 1961)

 

DE  LOS MUERTOS Y LOS DORMIDOS

 


 

 

VIVIR

 

a Ana Pérez Cañamares

 

 

Plantar

recolectar

cocinar

comer

beber

conversar

jugar

reír

llorar

amar,

 

con tal cuidado

que quepa todo en un mismo verbo.

 

 

 

Patricio Rascón

Los muertos y los dormidos

 

Fahrenheit450

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

 

Logan February (Anambra, Nigeria, 1999)

 

Amor y todes vives en el jardín

 

                                                        A la manera de Heather Christle



En mi campo visual, estabas desnudo,

agachado a la luz estival, tan cerca

que mis manos, si cerrase los ojos, aún así

aterrizarían en vos, y no en una corola,

de lino, de anciano, en una dedalera o una viola

canina en vos, con las fabricaciones

de tu aliento, tus enseñanzas sobre reencarnar

en forma de animal, un animal para el que el alma

es algo que ocurre, un único aullido; y aprender este mundo

con el oído, el tacto, las sensaciones: te presté atención.

 

 

    Traducción de Ezequiel Zaidenwerg