miércoles, 30 de septiembre de 2020

Miroslav Holub (Chequia, 1923 - 1998)

 

 

Cementerio judío de Olšany,
tumba de Kafka, abril, soleado

 

Bajo los sicomoros indagan

algunas palabras vertidas de la lengua.

Abandono próximo

y por ende pétreo.

 

Un hombre viejo en la puerta

con aspecto de Gregorio Samsa,

que no se metamorfoseó,

entrecierra los ojos a esa

luz desnuda

y a cualquier pregunta responde:

 

Perdone, yo no sé,

no soy de Praga.

 

 

 

Bodegón vespertino con protoplasma

 

Las casas se cubren

del liquen del crepúsculo,

el noticiero de la radio

trepa por las fachadas,

canta la hamburguesa.

 

El protoplasma llamado

así-es-la-vida

saca de todas las ventanas

protuberancias con avizoras cabezas de viejas,

engulle transeúntes,

penetra en las camas de la casa de enfrente,

absorbe lágrimas, añicos de riñas,

embarazos y abortos,

mancha carricoches y televisores,

se inflama con los precios de los huevos,

se hincha, mucoso, de adulterios,

separa exosporas

eso-en-nuestros-tiempos-no-había.

 

Y aún de noche fosforece

como mar muerto desecándose

 

Entre edredones, mermeladas y estratosfera.

 

 

 

Mosca

 

Posada en el tronco de un sauce

observaba

un trozo de la batalla de Crécy,

rugidos,

resuellos,

gemidos,

taconazos y caídas.

 

Durante la decimocuarta carga

de la caballería francesa

se apareó con un mosco ojopardo

de Vadincourt.

 

Se frotaba las patas

a lomos de un caballo destripado,

reflexionando

sobre la inmortalidad de las moscas.

 

Se posó, aliviada,

en la lengua azul

del duque de Clairvaux.

 

Cuando hubo caído el silencio

y solo el susurro putrefacto

rodeaba los cuerpos

y un par de brazos y piernas,

respingando,

se fajaban aún bajo un haya,

comenzó a poner huevos

en el único ojo

de Johann Uhr,

armero del rey.

 

Y en esas

la devoró un vencejo

que huía

de Estrées en llamas.

 

 

 

(Fuente: Revista Altazor)



Arthur Rimbaud, (Francia, 1854-1891)

 

 

      El Relámpago




      ¡El trabajo humano! explosión que ilumina
mi abismo de vez en cuando.

      “Nada es vanidad; ¿hacia   la   ciencia, y adelante!,
exclama el Eclesiastés moderno, es decir Todo
el mundo. Y sin embargo los cadáveres de los
malvados y de los holgazanes caen sobre el corazón
de los otros… ¡Ah!  rápido, un poco rápido; allá lejos,
más allá de la noche, esas recompensas futuras,
eternas… ¿las eludiremos?

     –¿Qué puedo hacer? Conozco   el trabajo; y la
ciencia es demasiado lenta. Que la plegaria
galopa y la luz brama… bien lo veo. Es demasiado
simple y hace demasiado calor; prescindirán de mí.
Tengo mi deber, pero me enorgullecería como muchos,
dejándolo a un lado.

      He malgastado  mi vida. ¡Vamos! Finjamos, holguemos,
¡oh piedad! Y existiremos divirtiéndonos, soñando
amores monstruosos y universos fantásticos, quejándonos
y combatiendo las apariencias del mundo, saltimbanqui,
 mendigo, artista, bandido, –¡sacerdote! Sobre mi lecho
de hospital, el olor del incienso retornó a mí tan potente;
guardián de aromas sagrados, confesor, mártir…

      Reconozco en todo esto la sucia educación de mi infancia.
¡Y qué!... Andar mis veinte años, si los otros andan veinte años…

      ¡No! ¡No! ¡ahora me rebelo contra la muerte!
El trabajo resulta excesivamente liviano para mi orgullo:
mi traición al mundo significaría un suplicio demasiado breve.
A último momento atacaría a diestra y siniestra…

       Entonces. –¡oh! – pobre alma querida,
¡la eternidad no se habría perdido para nosotros!





Versión castellana de Oliverio Girondo – Enrique Molina.
 
 
 
(Fuente: Alpialdelapalabra)

 

Emiliano Campos Medina (Buenos Aires, 1978)

 

 

En el hospital de noche





Cuatro años
de extrañamiento
en una sala de hospital.
Las hojas de otoño al viento
el vidrio esmerilado y detrás
rostros de hipotermia.
En el hospital de noche
roedores con cara de niño
rascan el vidrio.
Los pasos en el pasillo
una enfermera te despierta,
el ruido de los ascensores
como engranajes de un sueño.
 
 


Nieve en Barcelona,
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2020
 
 
 
(Fuente: Otra iglesia es imposible)




 

Leonardo Sciascia, (Sicilia, Italia, 1921-1989)

 

 


Invernal

 
 
El día soplado en un vidrio turbio,
las cosas frágiles y opresivas: quizás a un grito
los árboles caerán con un sonido estridente,
y caerá gélida la luz. Pero brusco
el sol desciende como una cuchilla
en la calle abierta a los vientos
y relumbra en las tiendas antiguas.
Existir — rasguñar
la plancha de plomo del hastío,
pedirle al plomo
su ilusoria alma de plata,
a un tajo de luz que brille
como en las tiendas las cosas viejas.
 
 
 
 

Family reunion
 

Todo está igual en esta habitación,
el reloj detenido hace años,
las porcelanas sobre los muebles,
las fotos rodeando los espejos,
las lámparas sin gracia en las repisas:
y siempre el brasero de cobre
al que convoca el regreso de los días fríos.
Como encerrados en un arca de tedio,
permitimos el tiempo devastador.
Podríamos olvidar toda palabra,
dejar que el silencio nos salve
y la memoria se desangre
hasta que un fuego seguro nos reciba.
Pero el perro alza confiado el hocico,
vieja angustia en las pupilas;
y en los ojos de los otros me reconozco
sin piedad — pena de exilio
que disuelve el tiempo humano en sílabas acres.
 
 
 
 


Hic et nunc

 

Soy una estatua mutilada
en el fondo de un agua clara.
Encerrado en un gesto — y quebrado.
Sólo un temblor de cosas
reflejadas — árboles que se enredan
y vuelan con rapidez — puede darme
ilusión de tiempo,
mutar la nada en palabras.
 
 
 
 


 Insomnio
 

La risa estridente de la Noche
se abrió en el silencio
como una vena mortal.
Y me oculté en mí,
ciega presa asustada,
sin memoria ni esperanza de luz.
Ahora, en este amanecer que tienen las casas,
el pueblo es como un navío que zarpa:
en su nítida arboladura
se engancha por mí una vela de muerte.
 
 
 

(Trad.: Gerardo Gambolini)

 

Abdelamir Yaras (Bagdad, Irak, 1966-Canadá, 2003)

 

 

MALA SUERTE

 
 
Naceré en el siglo venidero
naceré en Bagdad,
también.
Tengo mala suerte
mi padre será el mismo
también mi madre,
y mis amigos serán los mismos.
Ya que soy desgraciado
– como he dicho –
hasta para nacer,
– eso es lo que ocurrirá de hecho –
no naceré en otro lugar,
aún cuando muriese
no moriré
en otro
lugar.
 
 
 
 
 
Traducción del árabe de
Abdul Hadi Sadoun
 
 
(Fuente: La Reversible)

Max Jacob (Francia, 1876 - 1944)

 

 

La señora ciega

 

 
La señora ciega cuyos ojos sangran cuida de sus palabras
Ella no habla a nadie de sus males
 
Tiene cabellos parecidos al musgo
Y lleva joyas y pedrerías rojizas
 
La señora gorda y ciega cuyos ojos sangran
Escribe cartas prolijas con márgenes e interlíneas
 
Cuida los pliegues de su vestido de felpa
Y se esfuerza por hacer algo más
 
Y si no menciono a su cuñado
Es porque aquí este joven no merece el honor
 
Pues bebe por demás y emborracha a la ciega
Que ríe, ríe entonces y aúlla.
 
 
 
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

 

Freedom Nyamubaya (Zimbabwe, 1958)

 

 

VIAJE Y MEDIO

 
 
¿Alguna vez te ordenaron desnudarte
Frente a un millar de ojos aullantes
Forzada a permanecer tirada de espaldas
Con tus piernas abiertas
Permitiendo que alguien a quien nunca
Viste antes inspeccione tu vagina?
 
Imagínate tirada de espaldas
Apoyada sobre un estómago vacío
Sobre hormigas que te muerden furiosas
Sobre las arenas calientes de África
Y que te pidan que simules hacer el amor
 
¿Alguna vez has permanecido despierta
Cientos de horas en una noche
Llorando a gritos sin voz?
¿Alguna vez te pidieron que ladraras como un perro salvaje
O que te rieras como una hiena
O te han golpeado las nalgas
Hasta convertirlas en carne molida?
 
“¡La verdad proviene de las nalgas del camarada!”
Una famosa consigna
Esto sucedió en los campamentos del movimiento de liberación
 
Hemos recorrido un largo camino
Y todavía tenemos que hacer viaje y medio
 
 
 
(Fuente:  La parada poética)

Andjelko Vuletic (Bosnia, 1933)

 

 

DONDE EL DESTINO ESTÁ ESCRITO

 
 
En una gota de lluvia está escrito
todo mi
destino:
que hoy me pararé,
me levantaré,
y me lanzaré hacia el sol:
me reiré desde
una nube,
cabalgaré vientos y tormentas,
y mañana
me
romperé
contra la acera.
Y se acabó: descanso.
 
 
 
 
_________________
en “La última cena”, Huerga & Fierro, Madrid, 2004. Trad. del croata de Francisco Javier Juez. 
 
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

Beira Lisboa, (Caracas, 1982)

 

 

Cinco poemas urgentes



Los huesos son palancas para el equilibrio

Yadira Magdaleno. Fisioterapeuta

 

Quédate con mis huesos

Llévalos a un lugar donde no quepa ni su olor

Que no se reconozcan

 

Hazlos blandos

impíos

de su propia cepa

 

Finge que te duelen cuando caen

Vuélvelos tu casa

O haz de ellos tu abandono


***

 

Mi abuelo nació muerto

intentó correr

pero sus piernas

no lo soportaron

 

Mi madre

nunca supo de las piernas de mi abuelo

ni de las suyas mismas

ni de las mías

que avanzan y avanzan en pendiente

 

Sixto Coa le dicen a mi abuelo

nadie lo conoce

pero todos vamos hacia él


***

 

Si el río es el que vuela y se sacude

qué hace entonces la mano en movimiento

 

Si la que pasa y no saluda es esa piedra

de dónde salió la voz del desagravio

 

Si soy yo esta que muere

Y suele reprender sin autorización a su conciencia


***

 

Dios no es casualidad

Casualidad es que te lo encuentres en el cementerio

haciendo cola

para entrar


***

 

Funerarias no se dan abasto

Julio, 2020

 

En las funerarias

los celulares no funcionan

solo la voz de Isabella que pregunta

¿Por qué no responden?

¿No ven que es de mala educación guardarse

[las respuestas?

 

El hombre tiene hambre

El hombre habla fuerte

Pero el hombre no sabe que está muerto

Nadie se lo ha dicho

 

Va y viene la sopa Va y viene la carne

La carne siempre fresca del que olvida

El llanto del que no llora

 

Isabella tiene sed

Isabella nada dice

Isabella no sabe que está viva

Solo el hombre

que ríe y juega:

¡Corre niña corre!

ay mi vida no te caigas

que ya sobran los caídos de la tarde

 

¿De qué sirven los muertos si no lloran?






Urgente, Editorial Eclepsidra, 2020

 

 

(Fuente: La parada poética)

 

Miguel Olivera (Montevideo, 1943) *

 

 


LOS PENÚLTIMOS TIROS DEL COMANDANTE

 

  

"...heroico en lances de trinchera y cama..."
                                                  Jorge Adoum

  

COPLA inicial...

"percanta que me amuraste..."

viene pascual contursi
trayendo bizcochitos
trayendo sus versitos
trayendo la canción...

tan

     minochetristera
     y
     contursiana

como sólo es posible
cuando una mujer
te amura
cuando una mujer
te lapida
y
te deja
entre la desesperación y la desesperación...


únicamente
un poeta del bajo te sacará de pobre
y
algunos bizcochitos
y
una catrera
y
un perrito compañero
y
una guitarra
y
el sol de la mañana
y
un tango
como nadie
te dirá lo que sos...

 


1/
"...siempre llevo bizcochitos..."
                         Pascual Contursi


aquí estoy
muy temprano en la mañana
lidiando
con mi tos
y
con mi insomnio
solo de vos
y
sin un tango a mano...
fumo
y
te pienso
cebo mate
y
te sufro
como un pascualcontursi
muy desgraciado
y
solo
y
sin bizcochos...

 

 

2/
…tengo todos los tangos a favor de mi angustia:
daré combate…
                           M.A.O.

tengo todas las de perder:
escasa munición
tiempo acotado
tropa menguada
corazón malherido de antiguas emboscadas
pulso tembleque por falta de sueño(s)


y
salida de escape obstruída
por maniobra enemiga
de cerco y aniquilamiento…

 


3/
“…Aquí no se rinde nadie, carajo…!!”
Camilo Cienfuegos

no sé qué hacer
rendirme ni lo pienso…
voltear fantasmas
con tiro selectivo
uno por bala
pero no sé si alcanza
cuántos son
dónde están
qué tiempo me queda hasta que avancen
podré resistir
la primera ofensiva
y
recargar para el próximo ataque
¿?


4/
“…mañana vendrá la bala/ y con la bala el olvido…”
                                                            J.L.Borges

la reserva de
fuerzas
y
recursos está flaca
y
el miedo hace
lo suyo…
cambio de posición
me parapeto
distribuyo mi parque
pongo los cargadores de recambio
al alcance de mis manos
que tiemblan sin cesar
como sabiendo
que será breve
el desenlace
y
súbito el golpazo
y
la mordida
de la bala que llegue
con mi nombre…

  

 

5/
“…y el tiro en la sabiola/ entró de sien a sien…
” Enrique Estrázulas

ya está
ya fue
ya pasó todo
será ésta la gloria ?
ésta luz es la luz ?
este volar adentro de unos ojos
es
la victoria final
o
la derrota penúltima
es
el sobremorir heroicamente
y
entrar al cielo del guerrero santo
donde una santa en celo
lo celebre…?
es
ésto
el plusultrar la muerte
y
renacer de a dos
con más vida que antes…?

 

 

6/
“…ya gastamos las balas y el fusil…”
                          Virgilio y Homero Expósito

“chau
no va más”
escribió el comandante
dio un beso
dos
dio muchos besos
y
se quedó sin pulso
y
esos besos sonaron
como una metralla
la luz lo acribilló
muy a mansalva
la sangre
estalló
y coaguló
como pimpollos
y
el aire revivido
entró a pulmonear la dicha
y
una voz de mujer
le susurró muy límpida:
“esta es la libertad
desnuda y bella
como yo
como vos
como la libertad…

 


” LIBERTAD

desde el núcleo más hondo
del cero / de la nada
del blanco estupefacto
por la línea y la magia
isla de un trazo
única / infinita
piel de la luz
irrepetible
descubierta...

así
venida al mundo
desen/fundada
daga de aguamiel
curva del aire
vaina de tu cuerpo
desnuda
y
libre
entera

     viva... 

 

***

 

 

* Miguel Olivera, preso político entre 1972-1985 



(Fuente: amsterdamsur.nl)

 

 

Miguel Olivera (Montevideo, Uuruguay, 1943)

 Panfleto para el día de la poesía

 

“Ha terminado el mes/ y el hijo sin venir/ y mi hermano sin volver.
Ha terminado el mes y no te amé las piernas
Y no escribí ese poema de otoño en Ontario
Y pienso pienso pienso
se fue otro mes
y no hicimos la revolución todavía.”
JUAN GELMAN

A León Felipe
y A los penados 14 que murieron haciendo señas
y nadie los entendió...

“no he venido a cantar”
pueden llevarse la guitarra...

viejo León / Felipe
voz enojada – vozarrón de ogro
llanto de piedra – ira acumulada
harto ya de saber todos los cuentos
del tío/ de la abuela/ del candidato/ del gobierno
de todos los gobiernos...
viejo gruñón / Felipe
rabioso barrabrava
gritón
de la poética maldita...
vociferante fiero
rabia de la razón
poesía – trompada
contra quijadas blandas de tantos caraduras...

viejo león / rugiste
hasta desgañitarte
-(siempre hay un león sordo en los conciertos preciositas)-
y caían muy mal tus improperios
y golpeaban a diestra y a siniestra
y cada verso tuyo era un macaco al suelo...

viejo león / Felipe
ya no da locos el tiempo
ni ásperos criollos / ni baguales aedas
ni furiosos troveros / ni brutos payadores
de palabras en armas...
no hay palabras en armas
sino en las sórdidas crónicas policiales
en las rapiñas de cada momento
y en las guerras lejanas / tan cerca de nosotros
“como el pan de cada día”
a la hora muy roja de los noticieros...

no hay poesía de protesta porque no hay protesta
ni poesía militante porque no hay militancia
no hay poesía rebelde porque nadie se rebela
ni poesía de barricada porque no hay barricadas
no hay poesía política porque esto no es política
ni poesía de combate porque ya no se combate
no hay poesía social porque se ha renunciado al socialismo...

todo quedó en el pan
en el pan / fleto:
es panfletario todo lo que no sea oficialista
es sesentista la verdad / es revanchista la justicia
es obsoleto llamar pan al pan y vino al vino
decir impunidad es un pecado de leso discurso
decir revolución es un atentado al parlamentarismo incruento
decir cambio social lucha de clases reforma agraria imperialismo
es un idioma viejo con pocos traductores...

a la poesía brava / a la poesía potra
a la poesía “paleta quemada”
la domaron –la doman-
todos los años en la asociación rural del prado
en los quinchos de varela
en las ferias de libros / en las editoriales trasnacionales
en los conciliábulos del BID
en las conferencias de ejércitos
en las bases militares de los yankis
en las supremas cortes de los impunes
en los casinos en las pasarelas en los concursos literarios
en los megaoperativos de policía encapuchada y de gatillo fácil
en las bocas de pasta base donde nunca cae un jefe narco
sino miserables peones mandaderos de los cafiolos...

la poesía de hoy
no está donde debería estar
vigilando / denunciando/ enfrentando
a botnia a aratirí al puente de la laguna de garzón
a la venta de la reserva forestal de aguas dulces y barra de valizas
al puerto maderero de la paloma y al de nueva palmira
al estadio de peñarol con plata del gobierno...

la poesía de hoy
no estuvo en Afganistán / ni en irak / ni en libia
no va a estar en siria ni en irán ni en la franja de gaza
no está en las pancartas de madrid de atenas de roma de chicago
no está en la escuela judía de Toulouse ni en el despojo al pueblo saharaui
no está en las cárceles privadas ni en guantánamo ni en los niños soldados
no está en las tumbas colectivas de mujeres en ciudad Juárez
no está en aysén ni en catamarca ni en la patagonia
ni en la tierras mapuches arrasadas ni en la amazonia depredada
como no está en haití ni en el congo ni en el sinaí
ni aún protegida por casquitos azules violadores y mercenarios...

la poesía de hoy
está en los humildes botines andadores del maestro julio castro
y está –esperando que la nombren-
en estos viejos-nuevos huesitos encontrados bajotierra en el batallón 14
y en los que están esperando ser hallados en el batallón 13...

la poesía de hoy
no estará hoy
en el acto de hoy
cuando unos pocos (a puertas cerradas)
obedientes / bienmandados
“asuman la responsabilidad” de la barbarie del pasado reciente
sin asumir ni un cero de las barbaridades infames del presente...

la poesía de hoy
la poesía domada
doméstica
maquilladita / pulcra/ suavecita /
hecha a la medida del dolorcito íntimo
escondidita en su rincón / en su bulín/ en su altillito
dicha en voz baja / balbuceante / inútil
sin-édoque / sin-alefa/ sin-táctica / sin nada
ecolálica/ disléxica/ llena de taras fónicas /disfónicas
patológicamente prosódicas/
fonológicamente absurdas / fonéticamente estrábicas

sho shego por la cashe
sheno de shanto y shamaradas/
sho shoro porque esha no me shama
oh!
no me ama...!!

la poesía
está echada a nuestros pies
mansita
nos entibia las patas
nos contiene los dramitas del ombligo lastimado
nos lame las heridas del amorcito contrariado
nos endulza el café
nos entretiene
nos acompaña como runrún de fondo
en las lecturas de boliche
entre eructos de cerveza y sobras de fainá de orilla
nos infla el ego con los aplausos aburridos
nos convence de que vamos bien
progresando progresivamente en el progresismo inocuo
en sus senderitos de jardín
que dan vueltas y vueltas sin conducir a ninguna parte
y no son el camino...

la poesía de hoy
con caravanas de trazabilidad / vacunas / antialérgicos
veterinariamente saludable
transgénica / monsántica
poesía-vaca
apacible
que ni muge
poesía souvenir
adorno/ decorado
tiene florcitas / amoríos / perfumes
juegos verbales / estructuras caprichosas
chispas textuales / jueguitos formales
genialidades de una estrofa / paratextos ocultos de iniciados
tragedias de colchón / originalidades de blogósfera / confesiones de facebook
minimalista
mínima
malita
poesía-flautita
encantando burgueses que no entienden nada ni les importa nada...

(la poesía se ha vuelto un diario íntimo que no interesa a nadie...
no jode a nadie...)

viejo León / gruñiste...
de qué vale gruñir
viejo León / Felipe
si tu rugido feroz se lo llevará el viento...

ya no se ruge así...
los poetas ya no gritan así:
“con los labios amargos llenos de baba y de blasfemia
y con los brazos rígidos y erguidos, y los puños cerrados
pidiendo justicia fuera del ataúd”...

los poetas ya no dicen así
no curten estos temas ni estos lenguajes
acaso mera jerga de des-ubicados
poetas en orsáy histórico-político
fuera de juego
adelantados
profetas solitarios y vociferantes
de una pelota que llegó a des-tiempo
y un gol que no valió
que fue anulado
porque avanzamos demasiado rápido
porque corrimos antes de lo que marca el reglamento...

y ahora
nos tenemos que ir
viejo León / Felipe
“sin haber recibido nuestro legado
sin haber encendido nuestra lámpara
sin haber repartido nuestro pan...
sin haber aprendido más que a gritar y maldecir...!!
y nos vamos
porque la tierra y el pan y la luz ya no son nuestras...

nos vamos a crecer con los muertos:
¡cómo crecen los muertos!
abren la tierra como semillas de centeno
y siguen y siguen creciendo...
nos vamos a crecer con los muertos
y volveremos mañana en el corcel indomado del viento...

a crecer, ¡a crecer, poetas!
salve, María Claudia
será justicia
y salve, Macarena Gelman...

yo me voy con tu abuelo juan
a “seguir limpiando nuestro fusil con el trapito de la memoria...”

en una de esas
viejo León / leones y leonas
-crecidos-
rugiremos
-rugiendo-
volveremos

VIVA LA POESÍA

 

 

Nota:

El 21 de marzo de 2012* el estado uruguayo, obligado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pedía perdón a la familia Gelman por los crímenes del terrorismo de estado. En las afueras del palacio legislativo, donde se realizaba la sesión a puertas cerradas, los poetas decían poesía.

*Este poema fue leído en público, ese día, en la explanada municipal de 18 y Ejido

 

Catalina Espinoza (Chile, 1987)

 

 

Sábado 

 

Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa
pero el de aquí hasta allá del patio
permitió que nos extendiéramos
sobre el vacío de los maceteros
estirando los brazos y las piernas
después del lavado.

Secarnos bajo el sol junto a los paños de cocina
era buen ejercicio matutino
y de vez en cuando estilábamos por la casa
al ritmo de disparos o bengalas
derrumbando el silencio del pasaje.

Nuestra calle era nuestro precipicio
un canal adherido a la cicatriz
hedionda de la infancia:
Cinco de Abril hasta el hartazgo
de monumentos y fantasmas.
Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa
ni ropa para ser colgada.

Mirar la lavadora y meter la mano
como quien pierde con el agua:
todo o nadar
y preferimos nadar
cambiando el curso de la calle.

El agua sucia inundando las esquinas
mientras sonaba música de fondo:
la sinfonía sabática
con olor a detergente y a desuso
el breve encanto de la balada
arrullando este desastre.
 
 
 


en Dueña de casa, incluido en Con mi caracol y mi revólver. Muestra de poesía chilena reciente (Vallejo & Co., Internet, 2018, selec. de Diego Alfaro Palma).
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949)

 

 

CEREZOS Y BOTELLAS

 
 
Descifrar, ¿qué? Era tu piel el lodo y la alambrada.
Ese espacio en el que flotaba la luz de los cerezos,
más allá de la carretera, entre los montes,
era tu propio, inesperado éxtasis, y no la oferta.
íbamos tarde, o no íbamos. Ya veíamos tu lunar o tu furtiva vestimenta,
y entonces caía la ciudad amurallada de la espuma, rodaba tu bastón,
se diluía la masa de los hechos en multiplicadas llanuras.
Así eras, no había prisma que descompusiera tu luz.
Los artefactos y los cálculos, los basurales alrededor de las ciudades,
los océanos de furia, los papeles chamuscados, el sudor del vacío,
abrieron a inútil oscuridad, abombado impulso, puertas cerradas.
Los pedazos de vidrio de las bacanales
no evocaban tu pupila o tu niebla.
No tenías certeza. El ángel reflexivo seguía a nuestras tropas
como la cola de un cometa hecho escombros.
 
 
 

en "Poesía reunida", Ediciones En Danza, Buenos Aires, 2020, de "Hostias", Ediciones Del Dock, Buenos Aires, 2004.

 

Vera Pavlova (Moscú, Rusia, 1963)

 

 

(LA JOVEN DUERME ASÍ)

 
 
la joven duerme así
 
como si alguien estuviese soñándola
 
la mujer duerme así
 
como si mañana fuese a estallar una guerra
 
la anciana duerme así
 
como si bastara fingirse muerta
 
lo muerto y la muerte pasan
 
más allá del sueño
 
 
 
 
_______________
trad. de Valeria Guzmán en circulodepoesia.com.

 
 

(Юная спит так)

юная спит так
будто кому-то снится
взрослая спит так
будто завтра война
старая спит так
будто дастаточно притвориться
мертвой и смерть пройдет
дальней околицей сна
 
 
 
 

 

 

 

(En el invierno un animal)

 

En el invierno- un animal

En la primavera- una planta

En el otoño- un ave

El resto del tiempo soy una mujer

 

 

 

(зимой – животное)

 

зимой – животное
весной – растение
летом – насекомое
осенью – птица
все остальное время я женщина


 
 
 
 
 

 

Kim Addonizio (EEUU, 1954)

 

 

 

 

INTIMIDAD

 

La mujer que prepara mi capuchino en la cafetería—ojos oscuros, cabello rojo teñido,

cuello de tortuga negro y sin mangas—fue la amante del hombre con quien salgo ahora.

Ella no me conoce; somos extraños, y sin embargo no puedo mirarla

casualmente, como solía hacer antes de saberlo. Ella está junto a la máquina, hundiendo

la válvula

en la espuma de la leche, mirando al vacío—no sé qué es lo que piensa.

En lo que a mí respecta, ella bien podría estar recordando a mi amante, recordando lo

que sea que haya ocurrido

entre ellos—él nunca me ha dicho nada, excepto que no fue importante, y luego

cambia rápido de tema, demasiado rápido, ahora que lo pienso; ¿sería que él,

después de todo, había mentido?, ¿y no había cruzado brevemente por su cara una

expresión de

dolor? No puedo estar segura. De seguro no fue nada, me digo a mí misma;

no hay razón para sentirme incómoda aquí parada, o sentirme cómplice,

como si hubiera algo importante entre nosotras.

Ella podría estar pensando en cualquier cosa; pero, ¿por qué siento ahora la súbita

sospecha

de que ella sabe, de que ella me puede sentir mientras la estudio, mientras intento

imaginarlos juntos?—

su pintura de labios de un rojo oscuro, más oscuro que su cabello—mientras intento

verlo a él besándola, volteándola en la cama

en la forma en que le gusta tenerme. Me pregunto si tal vez

había cosas en ella que él prefería, cosas que él extraña ahora que estamos juntos;

a veces, cuando él y yo hacemos el amor, hay momentos

en los que me abruma la tristeza, y aunque estoy ahí con él no puedo dejar de pensar

en las manos de mi ex esposo, que me gustaban de un modo especial, y quisiera

regresar

a esa vieja intimidad, que a menudo se sentía como la más pura felicidad

que haya conocido, o que vaya a conocer. Pero todo eso ha acabado; y, además, ¿no

hubo otros amantes

que no dejaron rastros? Cuando los veo ahora apenas puedo recordar

cómo se veían desnudos, o cómo se sentía tenerlos

dentro de mí. Entonces, ¿qué es lo que siento mientras ella vierte el negro espresso

sobre la leche

y empuja la taza hacia mí, y yo le doy el dinero,

y nuestros ojos se encuentran por sólo un segundo, y nuestros dedos se tocan?

 

 

       

Traducción de G.A. Chaves

 

(Fuente: Círculo de poesía)

 

 

Kim Addonizio (EEUU, 1954)

 

 

Blues para Robert Johnson


Dame una botella de whiskey con el sello roto
Dame una hora más con el sentimiento roto
De nuevo sin dormir y un perro negro en mi camino

Cantas hellhound, crossroads, love in vain
Cantas y en el cielo negro, la lluvia suena
Sacudes los parabrisas moviendo los pies

Pongo mi palma en el vaso para sentir el frío
Bebo los recuerdos que arden
Bebo por los amores que fallaron y fallaron

Miro hacia el río, puedo verte ahí
Mirando hacia la luz azul del cabello de una mujer
Mientras le dices Nena, la oscuridad me sorprenderá aquí

Estás enterrado en Mississippi debajo de una piedra
Estás enterrado y sigues cantando debajo de la tierra
Y el blues suena, mama’s child, y me desgarra toda desde adentro

 

 

(Fuente: Life vest under your seat)


 

martes, 29 de septiembre de 2020

Jacobo Fijman (Besarabia, 1898 - Buenos Aires, 1970)

 

 

Mañana de sol

 
 
Tañía el sol sus llamas
en los cántaros húmedos del viento
de rocío y paisaje
que alargaba el elástico sendero.
Desentumecimientos.
Carnes del trigo;
espigas en mis manos.
Jadean los aromas;
temblequea cual besos los caminos.
Silencios verdes de los bosques rojos
apretados de gozo y alegría.
¡Enloquece en mis ojos la mañana!

 

Silvia Montenegro (La Plata, Buenos Aires, 1961)

 

 

El borde: el filo del mar

3

En tu casa del mar hay dos puertas.
Por una entra el cuerpo
por la otra el cerebro.
Afuera, en el pequeño jardín
amanece un crucigrama.
En el sillón rojo,
tus manos rotas.

4

¿Ves el muelle?
¿Ves cómo nos dice adiós?

7

El secreto es irse.
Siempre nos estamos yendo, madre
somos la tarde entre libros frente a la ventana.

11

Los chimangos destriparon la masa gris.
Piernas solas corrían entre las cárcavas
sin recordar lo que sostuvieron.
Entonces la luz,
la felicidad llegando desde la arcilla.
 
 
 


El borde: la frontera invisible

3. Line up

–¿Dónde está el placer?
–En la espera.
–¿Qué esperás?
–El borde.
–¿Cuál?
–El blanco, el sagrado, el espumoso.
–¿Se mueve?
–Es lo alto en movimiento.
–¿Qué hay en lo alto?
–El corazón.
–¿Qué mira el corazón desde la cima?
–Lo que de cerca no puede.
–¿Por ejemplo?
–La tierra luminosa.
 
 

                                                             a Diego


El borde: devenir animal

2. Castor

Vos fuiste antes, vos eras antes
de nacer.
Vos llevabas tu escama, tu cara fea, tus bigotes
largos
antes del mundo.

Nadie te quitó lo salvaje cuando la boca sagrada se abrió.

Qué alabanza.
Qué veloz nadador bajo el planeta luminoso.

Nosotros los peregrinos
nos protegemos en la sombra de un aguaribay,
nos miramos la esbeltez, el rostro impasible,
hablamos de felicidad.

Vos sumergís la cabeza en el agua,
nosotros la escondemos.
 
 
 


El borde: la orilla del tiempo

5. Canción

En su música me llevó a tocar lo que rompí
y con mi mano sana escribí lo roto.
Después me apretó como aprieta el amor
y nunca más nunca más
pude hablar.



                                                                      a Martín


El borde: la incertidumbre

2. All you need is love, cantan

Cuando el liquidámbar perdió sus hojas
ya te habías ido
habías dejado tu cara detrás del humo.

¿Hay alguien en este frío
en estas piernas que me duelen?

Tomábamos un vino dulce hasta el borde
y creíamos que la vida era sólo el vuelo de un zorzal.

Todavía me deslumbra lo que desaparece.

Pero me duelen las piernas
y no puedo caminar
para alcanzarlo.
 
 
 


El borde: el límite del mundo

4. Sitio

No estaba escrito que quedáramos vos abajo
y yo en la superficie.
¿O yo abajo?

Madre,
en el sitio donde estoy
lo esencial no es la palabra.
Es el murmullo a descifrar.

No llores.

No es la muerte.
Es depurar la pisada.
La juntura de lo mínimo con lo mínimo.

No es la muerte la muerte.
Es la osadía de imitar al lince.

Crear el ritmo.
Contar los segundos entre la calma y la contracción.

No estés triste.
El universo se abre hacia adentro.

Somos dos en la inmensidad.

                                                                                    a Teresa





El borde aquel

1. La línea rota

No olvides esto: no puedes volver atrás.
                                                J. J. Cale

Guardamos la tristeza detrás de los ojos,
un escondite de piedad ciego y azul.

Siempre a punto de morir
y sin embargo
no nos morimos.

Vemos esqueletos de ballenas en las nubes,
a veces la belleza es ese hastío.

Algunas noches cenamos con Dios
y reímos hasta el amanecer.

El punto álgido es el sol
encandila el tiempo. Lo quiebra.

Cuando queremos regresar,
no tenemos casa.

Acontecen caracoles entonces
nos tapa un agua roja
nos crecen gajos.

Somos multitud
somos el Everest
nos deslizamos en balsas de nieve.

Tocamos el hilo de sangre en la alfombra
la alfombra es inmenso lago
desde ahí miramos la única estrella.
 
 
 

  El borde, Silvia Montenegro, Editorial Prueba de Galera, La Plata, 2019.

 

 

(Fuente: Los poetas no van al cielo)