martes, 29 de septiembre de 2020

Shirley Campbell Barr (San José, Costa Rica, 1965) Reside en Brasilia

 

 

UN MUNDO SIN MIEDO

Me resisto a creer
en presagios y anuncios del Apocalipsis
me niego a recibir sin resistencia
esas voces que anuncian
señales de muerte
de nuestros tiempos…

No estoy dispuesta a morir
bajo la bandera de estos hermosos sueños
que son justamente
los que quiero vivir
suficientes antepasados reposan
por la defensa de los mismos principios
suficientes ausencias
tengo impresas en el ayer.

Sucede que estamos arribando
a la era de la vida y la verdad
sucede que se acerca
el fin de los finales tristes
y de las guerras perdidas
sucede que tengo una niña en casa
que está decidida

a llegar a grande
y sucede que le prometí
un mundo sin miedo
por eso
me resisto a ser parte
del odio y del terror
y me niego a morir
en la siguiente batalla
me niego a recibir llorando el día nuevo
sucede que en casa tengo
una brillante sonrisa sin dientes
que me ha cambiado la vida
y la muerte
y el libro del Apocalipsis
fue desterrado de mi biblioteca
y las noches de lluvia se convirtieron
no sé por qué mágico encanto
en hermosas canciones de cuna.
 





UMBRAL

Aún es temprano
el sol apenas está saliendo
la mañana está fresca
las plantas están húmedas
es temprano
apenas amanece
aún es temprano
los dientes están frescos
las manos limpias
la mañana tiene ese dulce olor a madrugada
es hora de limpiar la casa
recoger la basura del día anterior
y empezar a existir
ahora que casi entendemos lo que pasó
podemos mirar al sol de frente
cambiarnos las ropas viejas ajenas
y volver a empezar
aún es temprano
huele a montaña
a niños recién bañados
a tetas llenas de leche
a historia amanecida
reconstruida
rescatada
el sol apenas está saliendo
huele a pan fresco
a lágrimas de ayer
es temprano
aún se puede empezar todo de nuevo.
 
 






LIBERADA

Yo ya no busco razones
para mi piel
no busco más excusas ni explicaciones
para la redondez de mis nalgas
o la natural cadencia
en mi andar.
No justifico ya mi natural agrado
por los tambores
o la necesidad de mi cuerpo
de danzar al ritmo que le toquen.

Hace ya tiempo
que dejé de explicar antepasados
que justifiquen mis labios,
mi extraordinaria nariz
o la hermosura incólume
que me acompaña
desde tiempos inmemoriales.

No justifico más
mis sincretismos
mis pasiones o mi sensualidad.
Yo ya no otorgo razones
para mi ser.
Me convertí en mí misma
me aprendí
soy yo.

Tengo certeza de mí misma
y de los míos
no necesito autorizaciones para ser.
No pido ya permisos
para vivir.

Hoy disfruto con sobrada elegancia
mi negrura
la llevo con honor,
con garbo y distinción.
La paseo por parques,
mercados y plazas
por escenarios y anfiteatros
simples coloquios
y grandes conferencias
con placer me colma el alma
el discurso y la vida.
Ya no intento disimularla en mi cabello
en mi tez
o en mis distinguidas alocuciones
la aprendí de memoria
desde adentro,
con historia
desde el centro del alma.

Por eso,
ya no preciso de razones para ser
porque me descubrí limpia
brillante y victoriosa
incólume y probada
bendecida
batallada
negra.

Ya no,
no preciso razones
hoy soy yo
liberada.




en Rotundamente negra y otros poemas, Ediciones Torremozas, 2013
 
 
 
 
(Fuente: Emma Gunst)



 

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