miércoles, 30 de septiembre de 2020

Catalina Espinoza (Chile, 1987)

 

 

Sábado 

 

Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa
pero el de aquí hasta allá del patio
permitió que nos extendiéramos
sobre el vacío de los maceteros
estirando los brazos y las piernas
después del lavado.

Secarnos bajo el sol junto a los paños de cocina
era buen ejercicio matutino
y de vez en cuando estilábamos por la casa
al ritmo de disparos o bengalas
derrumbando el silencio del pasaje.

Nuestra calle era nuestro precipicio
un canal adherido a la cicatriz
hedionda de la infancia:
Cinco de Abril hasta el hartazgo
de monumentos y fantasmas.
Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa
ni ropa para ser colgada.

Mirar la lavadora y meter la mano
como quien pierde con el agua:
todo o nadar
y preferimos nadar
cambiando el curso de la calle.

El agua sucia inundando las esquinas
mientras sonaba música de fondo:
la sinfonía sabática
con olor a detergente y a desuso
el breve encanto de la balada
arrullando este desastre.
 
 
 


en Dueña de casa, incluido en Con mi caracol y mi revólver. Muestra de poesía chilena reciente (Vallejo & Co., Internet, 2018, selec. de Diego Alfaro Palma).
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

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