ahora el aire es aire y la cosa es cosa:goce alguno
de tierra celestial embelesa nuestro espíritu,cuyos
ojos milagrosamente desencantados
viven la magnífica honestidad del espacio.
Las montañas ahora son montañas;los cielos,cielos –
y una libertad aguzada nos enaltece la sangre
como si todo este supremo este completo
indudable universo lo hubiésemos(y solo nosotros)creado
–sí;o como si nuestras almas amanecidas del
trance verde del verano,no se aventuraran
a una magia más profunda:ese sueño blanco
donde gastaremos toda curiosidad humana
(jubilosos,como es propio de los amantes)inmortal y
el coraje de recibir el sueño más poderoso del tiempo
.
traducción Jan de Jager
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