sábado, 26 de septiembre de 2020

Elizabeth Bishop (Worcester, Massachusetts, EEUU, 1911- Boston, Massachusetts, 1979)

 

 



UN ARTE

 
El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen tener la intención
de perderse que su pérdida no representa ningún desastre.
 
Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de llaves perdidas, de una hora malgastada.
El arte de perder no es difícil de dominar.
 
Practica entonces perder más lejos, perder más rápido:
lugares, y nombres y adondequiera que pensases
viajar. Nada de eso provocará un desastre.
 
Perdí el reloj de mi madre. Y ¡mira!, mi última o
penúltima de tres casas amadas desapareció.
El arte de perder no es difícil de dominar.
 
Perdí dos ciudades, encantadoras ambas. Y, más extensos,
varios dominios de los que era dueña, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no representó un desastre. 
 
—Incluso perdiéndote (la voz jocosa, un gesto
que amo) no habré mentido. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil de dominar
aun cuando pueda parecerse (¡Escríbelo!) a un desastre.
 
 
Traducción de
Jonio González
 
 
 
 
 

ONE ART
 

The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
 
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master. 
 
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster. 
 
I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master. 
 
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster. 
 
—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
 
 
 
 
 
(Fuente: La reversible)

 

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