sábado, 30 de noviembre de 2019

Walt Whitman (EEUU)


Yo canto al cuerpo eléctrico

(Traducción: Jorge Luis Borges)


1
Yo canto al cuerpo eléctrico,
Me abrazan los ejércitos de quienes amo y yo los abrazo,
No han de soltarme hasta que yo vaya con ellos, hasta que les responda,
Hasta que yo los purifique y los colme con la carga de mi alma.
¿No es sabido que quienes corrompen su cuerpo están ocultándose?
¿Y quienes profanan a los vivos son tan viles como quienes profanan a los muertos?
¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma?
¿Y si el cuerpo no fuese alma, qué es el alma?



2
El alma del cuerpo de un hombre o del cuerpo de una mujer no admite explicación,
El cuerpo del hombre es perfecto, y es perfecto el cuerpo de la mujer.
La expresión de la cara no admite explicación,
Pero la expresión de un hombre cabal no sólo está en la cara,
Está en los miembros y en las coyunturas también, está, curiosamente, en las coyunturas de las caderas y de las muñecas,
Está en su andar, en el porte de su cuello, en la flexión del talle y de las rodillas; la ropa no la oculta;
Su fuerte y dulce identidad se abre paso a través del algodón y la lustrina,
Verlo pasar expresa tanto como el mejor poema, y acaso más,
Os detenéis para mirar su espalda y su nuca y sus hombros.
La negligencia y la redondez de los niños, los senos y las cabezas de las mujeres, los pliegues de sus vestidos, su andar al cruzarse en la calle con nosotros, el contorno de sus caderas,
El nadador desnudo en la pileta atravesando el transparente resplandor verde y tendido de espaldas y silenciosamente flotando sobre las agitadas aguas,
El rítmico balanceo de los remeros en los botes de remo, el jinete en su silla
Muchachas, madres, amas de llaves en todas sus tareas,
El grupo de trabajadores sentados al mediodía ante la comida y sus mujeres que les sirven,
La mujer que sosiega al niño, la hija del granjero en el huerto o en el establo,
el peón que está carpiendo el maizal, el conductor del trineo que guía entre la turba a sus seis caballos,
El forcejear de los que luchan, dos aprendices ya crecidos, animosos, afables, americanos, en el baldío al atardecer después del trabajo,
Los sacos y las gorras tiradas, el abrazo del amor y de la resistencia,
El abrazo de arriba y el de abajo, el pelo revuelto que les encegué los ojos;
La marcha de los bomberos uniformados, el juego de los músculos varoniles a través de los pantalones ceñidos y de los cintos,
El cansado regreso desde el incendio, la pausa cuando la campana vuelve a sonar y su llamado los detiene,
Las diversas actitudes, espontáneas, perfectas, la cabeza inclinada, los cuellos encorvados y el contar;
A ellos los quiero, me suelto, paso sin traba y estoy en el regazo de la madre con el pequeño,
Nado con los que nadan, lucho con los que luchan, marcho con los bomberos y me detengo, escucho, cuento.



3
Conocí a un hombre, un sencillo granjero padre de cinco hijos,
Y éstos los padres de otros, y éstos los padres de otros hijos.
Este hombre era de una fuerza maravillosa, sereno, hermoso,
La forma de su cabeza, el amarillo claro y la blancura y la blancura de su pelo y su barba, la insondable profundidad de sus ojos negros,la plenitud y la riqueza de sus modales;
Para ver esas cosas yo solía ir a visitarlo, era sabio también,
Tenía seis pies de estatura y ya había cumplido ochenta años; sus hijos fornidos, puros, barbados, de piel curtida, hermosos;
Ellos y sus hijas lo querían, todos quienes lo vieron lo querían,
No lo querían por costumbre, lo querían con amor personal,
No bebía más que agua, la roja sangre se traslucía en su piel morena,
Le gustaba cazar y pescar, dirigía él mismo su bote, era dueño de un fuerte bote que un armador le había regalado, tenía escopetas que hombres que lo querían le habían regalado;
Cuando salía con sus cinco hijos y con sus muchos nietos a cazar o a pescar, lo hubiera señalado como el más hermoso y el más fuerte de todos,
Habrías deseado quedarte con él mucho tiempo, habrías deseado estar en el bote para poder tocarlo.



4
Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,
Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,
Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira y que ama.
¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un hombre o de una mujer, no es esto mucho?
No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.
Hay algo en estar cerca del hombre y de mujeres y de mirarlos, y en su contacto y en su olor, que es grato al alma,
Todas las cosas son gratas al alma, pero esta es la más grata.



5
Esta es la forma femenina
Exhala de pies a cabeza una divina aureola,
Atrae con irresistible atracción,
Me atrae su aliento como si yo no fuera otra cosa que un indefenso vaho, todo desparece salvo ese aliento y yo,
Los libros, el arte, la religión, el tiempo, la visible y sólida tierra, y lo que del cielo esperábamos y lo que del infierno temíamos, todo se ha consumido,
Mis frenéticos filamentos, indómitos, brotan de él, a reacción también es indómita,
El pelo, el pecho, las caderas, la curva de las piernas, las negligentes manos que sueltan, las mías que se sueltan,
La marea aguijoneada por el reflujo, el reflujo por la marea, carne de amor henchida y deliciosamente doliendo,
Límpidos, ilimitados chorros de amor, calientes y enormes, trémula jalea de amor, zumo espumoso y delirante,
Noche nupcial de amor que se abre camino con delicadeza y demora en el alba yacente,
Penetrando en el día dócil que cede,
Perdida en el abrazo de la profunda y dulce carne del día.
Este es el núcleo - primero el niño nace de la mujer, el hombre nace de la mujer,
Este es el baño del sexo, ésta la fusión de lo grande y de lo pequeño, y otra vez la salida.
No sintáis vergüenza, mujeres, vuestro privilegio incluye a los otros y es el manantial de los otros,
Sois las puertas del cuerpo y también las puertas del alma.
La mujer encierra todas las cualidades y las afina,
Está en su lugar y avanza con equilibrio perfecto,
En todas las cosas debidamente veladas, es a la vez pasiva y activa,
Su destino es concebir hijas e hijos, y asimismo hijos e hijas.
Veo mi alma que se refleja en la Naturaleza,
Veo a través de una neblina a la Única, de inexpresable plenitud, cordura y belleza,
Veo la cabeza inclinada y los brazos cruzados sobre el pecho, veo a la Mujer.



6
El varón también es el alma, él también está en su lugar.
El también es todas las cualidades, es acción y poder,
La plenitud del hombre visible está en él,
El desdén le sienta, el deseo y el desafío le sientan,
Las pasiones más impetuosas y más vastas, el ápice del gozo, el mayor pesar le conviene, para él se ha hecho el orgullo.
El infinito orgullo del hombre sosiega el alma y la enaltece,
El conocimiento le sienta, siempre le agrada, todas las cosas las somete a su propia prueba,
Sea lo que fuere el examen, sean lo que fueren el mar y la nave, sólo arrojará la sonda en sí mismo. (¿Dónde, sino en sí mismo, podrá arrojar la sonda?)
Sagrado es el cuerpo del hombre y sagrado es el cuerpo de la mujer,
No importa de quién sea, es sagrado -¿es el del peón más despreciable de la cuadrilla?
¿Es el de uno de los inmigrantes más torpes que acaban de desembarcar en el muelle?
Todos, aquí o allá, tienen su lugar, no menos que el más rico, no menos que tú,
Todos, hombre o mujer, tienen su lugar en la procesión.
(Todo es una procesión,
El Universo es una procesión de paso medido y perfecto.)
¿Tan grande es tu saber que puedes llamar ignorante al más bajo?
¿Te crees acaso con derecho a mirar un bello espectáculo, negado a él o a ella?
¿Piensas que la materia se ha congregado desde su vaga nube y que la tierra ocupa la superficie y que el agua corre y brotan las planteas,
Para ti sólo, y no para él o para ella?



7
Un cuerpo de hombre en el mercado,
(Porque antes de la guerra yo solía concurrir al mercado y mirar la venta),
Ayudo al rematador; el holgazán no sabe su oficio.
Caballeros, atención a esta maravilla,
Por más que pujen los compradores, no ofrecerán bastante,
Sin un animal ni una planta la tierra tardó quintillones de años en engendrarlo,
Para él giraron pacientes e incesantes los ciclos.
Dentro de esta cabeza, el inescrutable cerebro,
En él y abajo, la creación de los héroes.
Ved estos miembros, colorados, negros o blancos, sus tendones y nervios son intricados,
Los desnudarán para que estén bien a la vista.
Sentidos exquisitos, ojos que la vida ilumina, coraje, voluntad,
Láminas de los músculos del pecho, espinazo y cuello flexible, carne tensa, fuertes brazos y piernas,
Y dentro, aún más prodigios.
Adentro la sangre que corre,
¡La misma antigua sangre! ¡La misma sangre roja que corre!
Ahí se dilata y fluye un corazón, ahí están todas las pasiones, deseos, anhelos, aspiraciones.
(¿Crees que no están ahí porque no se expresan en salones o en las aulas?)
Este no es sólo un hombre, es el padre de otros, que serán padres a su vez,
En él está el origen de populosos estados y de ricas repúblicas,
En él, innumerables vidas inmortales, innumerables encarnaciones y dichas.
¿Cómo saber quiénes nacerán de su prole a través de los siglos?
(¿De quién supones que has nacido tú mismo si pudieras exhumar los siglos que fueron?)



8
Un cuerpo de mujer en el mercado,
Ella tampoco es sólo ella misma, es la fecunda madre de madres,
Es la que lleva a aquellos que crecerán y serán compañeros de las madres.
¿Amaste alguna vez el cuerpo de una mujer?
¿Amaste alguna vez el cuerpo de un hombre?
¿No ves que son los mismos para todos en todas las naciones y en todas las épocas de la tierra?
Si algo hay sagrado, el cuerpo humano lo es,
Y el esplendor y la dulzura de un hombre son el sello de su hombría sin mancha,
Y en el hombre o en la mujer, un cuerpo limpio, fuerte, de fibra firme, es más bello que la cara más bella.
¿Has visto al insensato que profanó su propio cuerpo vivo?
No se ocultan, no pueden ocultarse.



9
¡Oh, cuerpo mío!, no me atrevo a abandonar a tus semejantes en otros hombres y otras mujeres, ni a los semejantes de las partes que te componen;
Creo que tus semejantes perdurarán o morirán con los semejantes del alma (y que son el alma),
Creo que tus semejantes perdurarán o morirán con mis poemas, y que son mis poemas,
Poemas del hombre, de la mujer, del niño, del muchacho, de la esposa, del esposo, de la madre, del padre, del joven y de la joven,
Cabeza, cuello, pelo, orejas, lóbulo y tímpano de la oreja,
Ojos, pestañas, iris del ojo, cejas y la vigilia o sueño de los párpados,
Boca, lengua, labios, dientes, paladar, mandíbulas y articulaciones de las mandíbulas,
Nariz, aletas de la nariz y tabique,
Mejillas, sienes, frente, mentón, garganta, nuca, forma del cuello,
fuertes hombros, barba viril, omóplatos, espalda, y el ámbito del pecho,
Brazo, axila, junta del codo, antebrazo, músculos del brazo, huesos del brazo,
Muñeca y coyunturas de la muñeca, mano, palma, nudillos, pulgar, índice, articulaciones de los dedos, uñas,
Amplio pecho, rizado vello del pecho, esternón, costados,
Costillas, vientre, espinazo, vértebras,
Caderas, articulaciones de las caderas, fuerzas de las caderas, redondez cóncava y convexa, testículos, raíz del hombre,
Muslos, que son la firme base del tronco, Músculos de la pierna, rodilla, rótula, piernas,
Tobillos, empeine, planta del pie, dedos del pie, talón,
Todas las actitudes, todas las bellezas, todos los bienes de mi cuerpo o el tuyo,o del cuerpo de cualquier otro, varón o mujer,
Las celdillas de los pulmones, el estómago, las entrañas dulces y limpias,
El cerebro y sus pliegues dentro del cráneo,
Simpatías, válvulas del corazón, válvulas del paladar, sexo, maternidad,
Lo femenino y todo lo que pertenece a la mujer, y al hombre que nace de la mujer,
El seno, los pechos, los pezones, la leche del pezón, las lágrimas, la risa, el llanto, las miradas de amor, la amorosa inquietud, las erecciones,
La voz, la articulación, el lenguaje, el susurro, el grito,
El alimento, la bebida, el pulso, la digestión, el sudor, el sueño, caminar, nadar,
Porte de las caderas, saltar, recostarse, abrazarse, brazos que se curvan y aprietan,
El continuo movimiento de las comisuras de los labios y de los ojos,
La piel, la mejilla tostada, las pecas, el pelo,
La sensación curiosa de la mano al rozar la desnuda carne del cuerpo,
Los ríos incesantes del aliento, de la inspiración y la exhalación,
La belleza del talle y de las caderas, y más abajo, hasta las rodillas,
Las mínimas partículas rojas que llevo y que tú llevas, los huesos y la médula de los huesos,
La sensación deliciosa de la salud;
Afirmo que estas cosas no sólo son los poemas del cuerpo, sino también del alma,
Afirmo que son el alma.




En Hojas de hierba
Traducción: Jorge Luis Borges, 1972


(Fuente: Biblioteca Ignoria)

Georg Heym


Los demonios de las ciudades», deTraducción de Montserrat Armas





Recorren la noche de las ciudades,
Que negras se doblegan bajo su pie.
Como barbas de marinero en torno a su mentón
Están negras las nubes por el humo y el hollín.

Su larga sombra se balancea en el mar de casas
Y apaga las hileras luminosas de las calles.
Ella se desliza con dificultad como niebla sobre pavimento
Y lenta anda a tientas casa por casa.

Sobre una plaza ha colocado un pie,
Y arrodillado apoya el otro sobre una torre,
Así se alzan, donde cae negra la lluvia,
Tocando las flautas de Pan en la tormenta de nubes.

En torno a sus pies gira el ritornello
Del mar de las ciudades con música triste,
Un gran canto fúnebre. Ya sordo, ya estridente
Cambia el tono, que se eleva en lo oscuro.

Caminan junto al río, que negro y ancho
Como un reptil, su espalda manchada de amarillo
Por las farolas, se retuerce triste
En la oscuridad, que cubre de negro el cielo.

Se apoyan con dificultad sobre un muro de un puente
Y hunden sus manos en el enjambre
De hombres, como faunos que al borde
De los pantanos hurgan con su brazo en el fango.

Uno se levanta. Cuelga ante la luna blanca
Una máscara negra. La noche, que cae
Como plomo del cielo sombrío, profundamente
Empuja las casas al pozo de lo oscuro.

Crujen los hombros de las ciudades. Y estalla
Un tejado, del que brota un fuego rojo.
Se sientan despatarrados en su cima
Y como gatos maúllan al firmamento.

En un cuarto cubierto de tinieblas
Grita una parturienta con dolores.
Su cuerpo fuerte sobresale enorme de las almohadas,
Y en torno a él, de pie, los grandes diablos.

Se aferra temblando al potro del dolor.
En torno a ella, la habitación oscila por su grito.
Llega el feto. Se abren sus entrañas, rojas y largas,
Y sangrantes las desgarra el feto.

Los cuellos de los diablos se alargan como jirafas.
El niño, sin cabeza. La madre lo tiende
Ante sí. Cae hacia atrás, en su espalda,
Hendidos, los dedos de rana del espanto.

Pero los demonios se hacen enormes.
El cuerno de su sien desgarra rojo el cielo.
En torno a su pezuña, el terremoto truena
Por el seno de las ciudades, propaga el fuego.




                       1910
 
 
 
Traducción de Montserrat Armas


(Fuente: Descontexto)
 

Alaíde Foppa (Guatemala, 1914-1980)


Ella se siente 

 

Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa,
como fruto devorado adentro
por pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
—no corteza vacía—
imagen que brilla en el espejo
—no sombra que se esfuma—
una voz clara
—no pesado silencio—
alguna vez escuchada.
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

viernes, 29 de noviembre de 2019

Carlos Drummond de Andrade (Brasil)




Búsqueda de la poesía 

 


No hagas versos sobre acontecimientos.
No hay creación ni muerte frente a la poesía.
Ante ella, la vida es un sol estático,
no calienta ni ilumina.
Las afinidades, los aniversarios,
los accidentes personales no cuentan.
No hagas poesía con el cuerpo,
ese excelente, completo y confortable cuerpo,
tan indefenso a la efusión lírica.

Tu gota de bilis, tu careta de gozo
o de dolor en la oscuridad son indiferentes.
Ni me reveles tus sentimientos,
que prevalecen sobre el equívoco e intentan el largo viaje.
Lo que piensas y sientes, eso todavía no es poesía.
No cantes a tu ciudad, déjala en paz.
El canto no es el movimiento de las máquinas
ni el secreto de las casas.
No es música oída al pasar;
rumor del mar en las calles junto a la línea de espuma.

El canto no es la naturaleza
ni los hombres en sociedad.
Para él, lluvia y noche,
fatiga y esperanza nada significan.
La poesía (no saques poesía de las cosas)
elude sujeto y objeto.

No dramatices, no invoques.
no indagues. No pierdas tiempo en mentir.
No te aborrezcas.
Tu yate de marfil, tu zapato de diamante,
vuestras mazurcas e ilusiones, vuestros esqueletos de familia
desaparecen en la curva del tiempo, son algo inservible.

No recompongas
tu sepultada y melancólica infancia.
No osciles entre el espejo y la
memoria en disipación.
Si se disipó, no era poesía.
Si se quebró, cristal no era.

Penetra sordamente en el reino de las palabras.
Allí están los poemas que esperan ser escritos.
Están paralizados, pero no hay desesperación,
hay calma y frescura en la superficie intacta.
Están allí solos y mudos, en estado de diccionario.
Convive con tus poemas, antes de escribirlos.
Ten paciencia, si son oscuros. Calma, si te provocan.
Espera que cada uno se realice y consume
con su poder de palabra y su poder de silencio.
No fuerces al poema a desprenderse del limbo.
No recojas del suelo el poema que se perdió.
No adules al poema. Acéptalo
como él aceptará su forma definitiva
y concentrada en el espacio.

Acércate y contempla las palabras.
Cada una
tiene mil rostros secretos bajo el rostro neutro
y te pregunta, sin interés por la respuesta,
pobre o terrible, que le dieras:
¿Trajiste la llave?

Fíjate:
huérfanas de melodía y de concepto,
ellas se refugiaron en la noche, las palabras.
Todavía húmedas e impregnadas de sueño,
ruedan en un río difícil
y se transforman en desprecio.




(Fuente: Biblioteca Ignoria)


jueves, 28 de noviembre de 2019

Gloria Fuertes (España)







1. Dediqué mi libro


 Dediqué mi libro a una niña de un año,
 y le gustó tanto,
 que se lo comió.




2. Al borde


Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.




7. Nací para poeta o para muerto...

 
Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
—supervivo de todos los naufragios—,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.
Nací para puta o payaso,
escogí lo difícil
—hacer reír a los clientes desahuciados—,
y sigo con mis trucos,
sacando una paloma del refajo.
Nací para nada o soldado,
y escogí lo difícil
—no ser apenas nada en el tablado—,
y sigo entre fusiles y pistolas
sin mancharme las manos.



(Fuente: Somari colectivo literario)

Felipe Herrero (Buenos Aires, 1985)





LA MUERTE DE MI ABUELO / acabó con mi niñez


acabó el espejismo soleado / los toneles de fruta
fresca / el agua rebalsando aquellos baldes /
sobre el pasto fresco y esponjoso /
acabó el constante piar de pájaros

lo veo a mi abuelo / caminar por viñedos /
tronquitos ruedan por la acequia / el vino huye
de sí mismo imperturbable / demasiada oferta y
poca demanda / años bajo sol mendocino / años
que dieron paso libre a canillas / para que el vino
sangrara / y mi abuelo sudara / corriera con un
vasito para alzarlo / bajo sol mendocino / para
tragar esa sangre de uva / ese malbec del mal
gusto / mal gusto al paladar según franceses / y
tanta gente asesinada / tanta gente al pie de los
Andes / esos huarpes arrancados de la tierra seca
y colorida

y mi abuelo con el vasito para alzarlo / y el
vino rodando tronquitos / en algún lugar del
Departamento de Maipú / anteriormente
saqueado para la corona / en algún lugar /
en el cono sur del mundo.





EXPONER AL MÁXIMO AL POEMA


/ partirlo en dos
/ como a una nuez / y dejar que escupa glicinas
rumbo al cielo

hermosa palabra glicina
apenas va desmoronando
una legión de uvas de su ramo

se llueven himnos del cielo / tonos tiernos o
esponjosos / y el paladar se abre / como una flor
se chorrea / de glicina y vino rumbo al vientre /
como un río que lleva al mar y luego a puerto.




EL HOMBRECILLO CIVILIZADO


no es libre

su estilo (in)civil lo apresa
en cierta credibilidad
de libertad destacada

y aunque los pájaros crucen el cielo / den vueltas
o acorten distancias / el hombre prosigue en el
suelo / camina un círculo zanjado / se jacta de
su imperio tecnológico / de tanta belleza ganada
en una cosa / en una sola cosa / pero aun raja su
pierna con esa lanza clavada / la misma lanza a la
vuelta del camino / una y otra vez / como la lista
de cosas en las que falla

mantenernos conectados a lo fácil / el control de
tres-cuatro o diez personas
mantenernos atados a lo fácil

y fallar cuando el otro no es motivo
y fallar cuando el otro “es destructivo”

hacer odiar al otro
hacer                odiarnos

simples problemas / sin resolución (sin esmero) /
por una aplicación dentro de una caja cableada /
que permite conectarnos con la muerte.




(Fuente:  Vallejo & Co)

Rafael Morales Barba (España, 1958)


Medusa 

 

No pudo oponer sino deriva
este cuerpo en la tarde mancillado,
irisado sinsentido
de la ofrenda,
reflejo del envés, esa eterna medusa frágil
o cuerpo cercenado, vela
profunda de hastíos
transparentes, por la orilla.

En su indolencia
se mece mi orfandad
deshojada,
y en la inclemente letanía de las olas
que han podido contigo.
 
 
 
(Fuente:  Asamblea de palabras)

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Eduardo Milán (Uruguay, 1952)


Yo te puedo enseñar a escribir un poema de hoy... 

 

yo te puedo enseñar a escribir un poema de hoy
presentación del objeto, ya no
no seguir el horizonte de El llano en llamas de Rulfo
no entregarse a la resonancia del llano, ya no
sobre todo en el ejemplo de "El hombre”
ahí resuena en la hondonada una vuelta de cabeza

el lugar del poeta es el Afuera, no tanto la metáfora se desmembró
un horror-mano-a-la-cara cuando vio millones
desperdigados por el mundo sin adonde
sí, sigue siendo esa figura su hábitat
el lugar del hombre real es el afuera real
ahí los ves si quieres letra
los dos coinciden bajo la luna llena
imposible sentir pena
sólo se siente rima

de nada vale llamarla gorda cuando todavía es llena no todo cambió
los dos coinciden sin ser distintos
parte siria del poeta con parte siria del hombre
de nada vale decir dueños de la resonancia
suena cencerro abajo en la acumulación primaria
nuevos habitantes del vacío
la metáfora se hizo polvo
el polvo está en el camino
sólo que no hay camino en el sentido de Camino
sólo que no hay afuera en el sentido de Afuera
la misma Comuna descendió a comuna
un tótem baja a sus pies

expulsados
las palabras importantes tienen su comienzo ex
ex remite a lo que ya no está
extraño en los sesenta, en los setenta-ochenta, exilio
el presentimiento no sereno de no ser: estar extra
el poema ex-nihilo fue objeto de rechazo
no hay poema de la nada, ni en plena crisis de origen
toda cosa se antecede antes de la misma sed
manantial, oasis
el siglo XIX fue un fracaso del pensar
el poema del pensar: la piel no quiere
un poema puede rescatarte de un enredo
la realidad arremete contra los presentes vivos
los muertos están debajo de la tierra
están dentro del sueño de una cabeza de canto
 


  en Salido (Varasek Ediciones, Madrid, 2018).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

martes, 26 de noviembre de 2019

Charles Bukowski (EEUU)


Hay un pájaro azul en mi corazón

 


Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí dentro, no voy
a dejar que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo derramo whisky sobre él e inhalo
el humo de los cigarrillos
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca saben que
él está
ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿quieres cargarte mis
obras?
¿quieres arruinar las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy muy listo, solo le dejo salir
algunas veces por la noche
cuando todo el mundo está dormido.
Y digo, sé que estás ahí,
así que no estés triste.
entonces lo vuelvo a guardar,
pero él canta un poco
allí dentro, no le he dejado
morir
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es lo suficientemente hermoso
para hacer a un hombre
llorar, pero yo no
lloro, ¿lo haces
tú?

Eduardo Uribe (México, 1980)


La memoria es un tren que parte... 

 

 

La memoria es un tren que parte
y no es posible
viajar de nuevo a lo vivido.
Y en ese paraje, donde sólo la vida
inventa los recorridos y las horas
de salida o llegada,
la mirada es distancia
y las horas pasadas se confunden
con lo visto. Se precipitan
los días hacia una terminal
desconocida y sin sentido.
Todo se va con la prisa del mundo.
Pero el delgado instante
en que vi tu rostro
y la luz humedeció tus labios
permanece.
 
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Ursula K. Le Guin (EEUU, 1929-2018)




Himno al tiempo
El tiempo dice "Déjalo ser"
a cada momento e instantáneamente
todo es espacio y el resplandor
de cada galaxia brillante.

Y ojos contemplando resplandor.
Y la danza trémula de los mosquitos.
Y la expansión de los mares.
Y muerte y suceso.

El tiempo abre espacio
para ir y venir a casa
y en el útero del tiempo
todo comienza finalizando.

El tiempo es ser y ser
tiempo, es todo una cosa,
el resplandor, el ver,
la abundante oscuridad.

*******

Hymn to Time

Time says “Let there be”
every moment and instantly
there is space and the radiance
of each bright galaxy.

And eyes beholding radiance.
And the gnats’ flickering dance.
And the seas’ expanse.
And death, and chance.

Time makes room
for going and coming home
and in time’s womb
begins all ending.

Time is being and being
time, it is all one thing,
the shining, the seeing,
the dark abounding.



(Fuente: Contracorrientes)

lunes, 25 de noviembre de 2019

Heinrich Heine (Alemania, 1797 - 1856)


EL TAMBOR MAYOR

¡Qué cambio! miradle, es el cansado,
Viejo tambor mayor:
Allá cuando el imperio florecía,
Rozagante y feliz se contempló.
Erguido, y en los labios la sonrisa,
Orgulloso movía su bastón;
Los galones de plata de su traje
Brillaban deslumbrantes ante el sol.
Cuando entraba en aldeas y en ciudad
Entre alegres redobles de tambor,
De niñas y mujeres se agitaba,
Cual eco del redoble, el corazón.
Llegar, ver y vencer fue su destino,
Cual el del nuevo César, su señor;
Y el llanto de las rubias alemanas
Su rizado bigote humedeció.
Preciso era sufrirlo; en cada tierra
Que la planta del César dominó,
Los hombres el Monarca sojuzgaba,
Las mujeres hermosas el tambor.
Pacientes, cual encinas alemanas,
Mucho tiempo sufrimos tal baldón;
Licencia al fin para librar la patria
Nos dio nuestro legítimo señor.
Cual del circo en la arena el bravo toro,
Erguimos nuestros cuernos con furor,
Y los cantos de Koerner entonando,
Del francés sacudimos la opresión.
¡Canto terrible! sí; de horrible modo
En los oídos del francés sonó;
Y de espanto el espíritu invadido
Huyeron el monarca y el tambor.
El precio, al fin, un día hallaron ambos
De su vida satánica y feroz,
Y en manos del inglés, vencido y triste,
Prisionero cayó Napoleón.
De Santa Elena en el peñón desierto,
Sufrió martirio, y penas y dolor;
Tras sufrimientos largos é indecibles,
De un cáncer del estómago espiró.
Destituido, y sin amparo y viejo,
La misma fue la suerte del tambor;
Por no morir de hambre, el desdichado
En nuestro hotel como criado entró.
Él la sartén calienta, el piso lava;
Y conduciendo el agua, en su dolor
Sube con frente gris y vacilante
La escalera, escalón tras escalón.
Cuando mi buen amigo Federico
A visitarme va, su buen humor
No se priva del goce de reírse,
A costa del rendido gigantón.
¡Oh, déjate de bromas, Federico!
No es digna de un germano la misión
De abrumar con sonrisas los caídos,
Con mofas y con burlas el dolor.
Tratar debes, amigo, tales gentes
Con más respeto y más circunspección.
¡Por parte de tu madre, padre tuvo
Acaso sea el mísero tambor!




(Fuente: Poéticamente correcto)

Mandeep Dillhon


REENCARNACIÓN


En la siguiente vida
no escribiré poesía de una sobreviviente,
ni poesía de la hija de una sobreviviente.


Letras serán letras
y no metáforas
de una guerra contra el silencio.
Escribiré como capricho dominguero,
como actividad extracurricular
y no como sucedáneo
del plumaje, de la carne, del amor propio
que saquea la violencia.


No escribiré a modo de recuperar
lo intangible y lo innombrable
que suele ser la pérdida
del espacio íntimo.


Escribiré los poemas de una mujer
que nunca dudó de la bondad de la vida
y también de la niña que pudo ser niña
sin mayor preocupación.


Es decir, las mujeres ya no dudaremos,
mínimamente, no de nosotras.


En la siguiente vida
escribiré poemas de una mujer
que no habla de lo difícil que ha sido
a veces ser mujer;
es decir, de una mujer
que no aprendió a respirar
bajo agua, o si lo hizo
no fue por su sexo,
ni su color, ni su clase.


Escribiré la poesía de una mujer
que no pierde tiempo en el debate
de la intención de manos ajenas
y sólo es como es, sin culpas.


Y hasta entonces, escribo poesía
no por escribir poesía
sino como horizonte,
como recordatorio
y puente a esa siguiente vida.
Para mi, y para todas y para llegar.


Mariana Camelio (Chile, 1994)


Sótano de la casa principal (km. 37 sur, isla riesco)

                         las raíces-alimañas / me miran con unos ojos fijos
                         de peces que no se les cansan /...paso entre ellas
                                      y mis mejillas / se llenan de tierra mojada.
                                                                               Gabriela Mistral


 
hay zorros que viven debajo de esta casa
su asentamiento siempre ha sido radial y concéntrico
todo túnel me lo aprendí de memoria
el ejercicio de dibujar la isla boca abajo
hizo aparecer en el papel un trazado perfecto
de crujires soterrados nocturnos

              allí aparecieron también
              manchas de musgo que esconden quemaduras
              zorros que duermen en esas manchas tibias
                           sueños de árboles corteza fotosensible
                           que imprime caras cuyos nombres
                           y genealogía no recuerdo

en el verano vimos pájaros de muchas especies
pero todos de un gris ceniciento
la laguna a medio congelar tiene unos surcos azules y otros verdes
nada entiendo yo de crujires pero con la lluvia
en cada uno de esos huecos
             crecerían líquenes amarillos:
                           durante todos los tiempos en los barcos
                           se han visto fuegos en la punta de los mástiles
                           durante la tempestad se les ha considerado siempre
                           un signo de protección
 
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Gabriel García Márquez (Colombia)


Poema desde un caracol


Yo he visto el mar. Pero no era
el mar retórico con mástiles
y marineros amarrados
a una leyenda de cantares.


Ni el verde mar cosmopolita
-mar de Babel- de las ciudades,
que nunca tuvo unas ventanas
para el lucero de la tarde.

Ni el mar de Ulises que tenía
siete sirenas musicales cual siete islas rodeadas
de música por todas partes.

Ni el mar inútil que regresa
con una carga de paisajes
para que siempre sea octubre
en el sueño de los alcatraces.

Ni el mar bohemio con un puerto
y un marinero delirante
que perdiera su corazón
en una partida de naipes.

Ni el mar que rompe contra el
[muelle
una canción irremediable
que llega al pecho de los días
sin emoción, como un tatuaje.

Ni el mar puntual que siempre tiene
un puerto para cada viaje
donde el amor se vuelve vida
como en el vientre de una madre.

Que era mi mar el mar eterno,
mar de la infancia, inolvidable,
suspendido de nuestro sueño
como una Paloma en el aire.

Era el mar de la geografía,
de los pequeños estudiantes,
que aprendíamos a navegar
en los mapas elementales.

En el mar de los caracoles,
mar prisionero, mar distante,
que llevábamos en el bolsillo
como un juguete a todas partes.

El mar azul que nos miraba,
cuando era nuestra edad tan frágil
que se doblaba bajo el
peso de los castillos en el aire.

Y era el mar del primer amor
en unos ojos otoñales.
Un día quise ver el mar
-mar de la infancia- y ya era tarde.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Eugenio Montejo (Venezuela)


Los árboles

Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.

Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no se cómo anotarlo.
 


La vida

a Vicente Gerbasi


La vida toma aviones y se aleja,
sale de día, de noche, a cada instante
hacia remotos aeropuertos.

La vida se va, se fue, llega más tarde,
es difícil seguirla: tiene horarios
imprevistos, secretos,
cambia de ruta, sueña a bordo, vuela.

La vida puede llegar ahora, no sabemos,
puede estar en Nebraska, en Estambul,
o ser esa mujer que duerme
en la sala de espera.

La vida es el misterio en los tableros,
los viajantes que parten o regresan,
el miedo, la aventura, los sollozos,
las nieblas que nos quedan del adiós
y los aviones puros que se elevan
hacia los aires del deseo.

 




Las cigarras

De la cigarra, animal melancólico,
insecto de líricos hábitos,
sólo nos queda la ceniza
y anillos secos en los árboles.
Mas de su canto entre los bosques
cuando está marzo en las acacias
y el flamboyán, el árbol fénix, se abre
entre los patios,
la persistencia nos envuelve
y derivamos con sus gritos
por los más altos aires.

A esta vuelta del año
alguna hora entre las otras
traerá el rumor, el coro denso
que crece hasta llegar a las ciudades.
Después el día se enciende
y las mujeres flotan
en el sonido interminable…

No todo lo que amamos, si ellas cantan,
se aleja de las manos.
Aún marzo las acerca, aún confiamos
que las oiremos en los aires.
Sería terrible morir en una tierra
donde no vuelvan las cigarras.


(Fuente:  Contracorrientes blog)  

Daniela Toma (Rumanía, 1966)


No dudo que en algún lugar dentro de mí... 

 

no dudo que en algún lugar dentro de mí haya
un pájaro escondido pretendiendo ser un hombre,
hizo un nido debajo de mi piel con mis huesos marchitos
y se apoderó de la casa que heredé de mis padres
pero dejó la puerta abierta
el aire transportó mis 206 huesos hacia la cafetería del centro
ellos tendrán que convertirse en bailarinas (se dieron cuenta de que todavía había suficiente espacio en el último renglón de la lista de deseos)
pero la audición había terminado, después de haber estornudado una vez más,
él recordó que aún quedaba algo,
él ni siquiera quería saber qué
así que empujó mis huesos hacia el lugar donde se envolvían las frutas y las verduras
sin siquiera ser contadas
me pregunto si todos ellos podrían haber encajado dentro de ese documental,
incluso estando apretujados,
mi estado humano, ¿habría perdido riqueza?
huesos,
me gustaría pintar una mancha negra en su lugar,
pero han crecido demasiado
y no uso guantes los sábados por la noche.



(Fuente: Asamblea de palabras)


  

sábado, 23 de noviembre de 2019

Juan Larrea (España)


EVASIÓN



Acabo de desorbitar
al cíclope solar

Filo en el vellón
de una nube de algodón
a lo rebelde a lo rumoroso
a lo luminoso y ultratenebroso

Los vientos contrarios sacuden las velas
de mis carabelas

¿Te quedas atrás Peer Gynt?

Las cuerdas de mi violín
se entrelazan como una cabellera
entre los dedos del viento norte

Se ha ahogado la primavera
mi belleza consorte

Finis terre la
soledad del abismo

Aún más allá

Aún tengo que huir de mí mismo

San Juan de la Cruz (España)


COPLAS HECHAS SOBRE UN EXTASIS DE HARTA CONTEMPLACIÓN
 
Entréme donde no supe:
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
Yo no supe dónde estaba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo.
toda ciencia trascendiendo.
 
El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.
 
Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que la puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.
 
Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.



Samih Al Qasim (Palestina, 1939 - 2014),



“Tal vez apagues todas las luces de mi noche

Tal vez me prives de la ternura de mi madre

Tal vez falsifiques mi historia

Tal vez te pongas máscaras para engañar a mis amigos

Tal vez levantes murallas y murallas a mi alrededor

Tal vez me crucifiques un día ante espetáculos indignos

Pero no claudicaré (...)”.


Joanne Kyger (Estados Unidos, 1934-2017)


Todo lo que sé de vosotros es erróneo

 

                    Tras agotar el intelecto y la imaginación
               ¿qué es lo que queda?

        El pájaro carpintero camina por la hierba
    y se queda luego congelado
igual que yo—

                       Ésta es una oportunidad para practicar "meditación”

  Él es mi maestro
                                        escucha a los gusanos que se retuercen

                En una "realidad seca y despiadada”

"Tú” eres lo que queda


                                                                                  30 de marzo, 2012



(Fuente: Asamblea de palabras)

viernes, 22 de noviembre de 2019

Charles Simic (EEUU)


Descripción de una cosa perdida


Nunca tuvo un nombre
Ni me acuerdo cómo lo encontré.
Lo llevé en mi bolsillo
Como un botón salido,
Sólo que no era un botón.
Películas de terror,
Cafés abiertos toda la noche,
Baños oscuros
Y salones de pool
En calles resbalosas por la lluvia.
Tuvo una vida tranquila y sin tacha
Como una sombra en un sueño,
Un ángel en la pared,
Y luego desapareció.
Los años pasaron con su fila
de estaciones sin nombre.
Hasta que alguien me dijo ¡esto es!
Y como el tonto que soy,
Me bajé en un andén vacío
Sin ningún pueblo a la vista.
Versión de Tom Maver
(Fuente: Hasta donde llega la voz)

jueves, 21 de noviembre de 2019

Salvador Novo (México, 1904 - 1974)


FRIDA KAHLO

(1935)
Cuando los pinceles vuelven a ser pinzas las posibilidades del vientre
Vulcano lleno de gasolina con un aneurisma en potencia
seres como Ceres o Ícaro con paracaídas en el Hospital Morelos
la organización roja de los glóbulos con el mapa de las terminales
puntos de partida y partido partidos a todas las partes parciales
correspondencia aérea tejida con una sola mano de cinco agujas
en el piso en el quinto piso en el canto paso en el conto peso
en el hondo pozo en el ando buzo en el indo beso
hasta que no salga de la tierra la escuela anatómica
de otro cadáver anciano hasta las mariposas de otro cadáver anciano
para volver a llevarse todas las ramas consigo
como un cohete como una granada como un vidrio estrellado
como una noticia como un telégrafo como la sangre
por las venas rojas y azules como los semáforos regularizados
como los sistemas de riego de riesgo de rasgo de raso de rizo
de Diego de ciego de llego de pego de niego
el color de la tierra entre algodones al pie de la cama
la langosta con el pensamiento en los cangrejos
vigilada por la policía que violó el reglamento
desde su condecoración de la Legión de Honor y los siete puñales
y la cabeza parlante instaló su teléfono su televisión
con ínfulas y tirabuzones a larga distancia
instalación local hacia los azahares azarosos
e instalación oculta y clima artificial hacia la terminal
de suerte que uno puede con ayuda del microscopio
leer en las líneas de la mano las constelaciones
de suerte que uno puede con ayuda del telescopio
observar como los colorantes revelan la existencia de las hormonas
con la utilería del mundo llena de los trajes desechados de
Wanamaker’s
Wanamaker’s y Child’s han sido allí objeto de un monumento
y del puente colgante más grande del mundo
el camisón de la tehuana puesto a secar ha miado todo el Hudson
por donde los barcos de papel higiénico salen de vacaciones
con saludos de Christmas para Pompeya y sus productos
cuando la millonaria ha hecho que le bajen todo el almacén
y ha examinado las compañías de seguros contra la seguridad
los salones de belleza los discos de Ruddy Vallee
los cereales llenos de vitaminas las espinacas llenas de tiempo
la complicación de los subterráneos previstos en los teléfonos
en las venas en el vidrio estrellado en el vidrio ahumado del eclipse
observado como un microscopio desde el Empire State Building
cuyo último piso también se hizo bajar la millonaria para sus sobrinos.


(Fuente: Revista El humo)

Luis Rosales (España, 1910-1992)


Ayer vendrá

 

La tarde va a morir. En el camino
la flor de las acacias se deshace
al impulso del viento. Entre las ramas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol. La tierra huele,
comienza a oler, no cabe
ya dentro de sí misma y se levanta:
ahora hay tierra en la tierra y en el aire.
Y hay un bardal con sol; hasta él llegamos;
la sombra es el resumen de la tarde.
Te he sentido llorar. No sé a quien lloras.
Hay un humo distante
-un tren que acaso vuelve- mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Natalia Carrizo (Argentina)

Aquí nos trae la América encendida



Aquí nos trae la América encendida
Aquí nos trae de cuero cuarteado
Tantos cuarteles después, aquí nos trae
suturando de talones el espanto
Pues por seguir caminando
andamos
por el vehemente río de nuestra potencia
a la amazonia verde de la libertad
Pues por seguir hallando
buscamos
de la entraña mina de la dignidad
las altas cumbres de nuestra independencia
Aquí nos trae, cuerpito ardido
tantos deshielos y aquí nos trae
muertas lágrimas de mar, aquí nos trae
oscura tierra tan fértil
Semilla, grano de tiempo, gota de ser
aquí nos trae
dispuestos-despiertos-ya no depuestos
Ahora tan nuestros, aquí nos trae
cuerpito ardido, ardiendo




(Fuente: Poesía y Política)

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Luis Cernuda (España, 1902-1963)


Un español habla de su tierra 

 

Las playas, parameras
Al rubio sol durmiendo,
Los oteros, las vegas
en paz, a solas, lejos;

Los castillos, ermitas,
cortijos y conventos,
La vida con la historia,
Tan dulces al recuerdo.

Ellos, los vencedores
caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.
Me dejan el desierto.

Una mano divina
Tu tierra alzó en mi cuerpo
Y allí la voz dispuso
Que hablase tu silencio.

Contigo solo estaba,
En ti sola creyendo;
Pensar en tu nombre ahora
Envenena mis sueños.

Amargos son los días
De la vida, viviendo
Sólo una larga espera
A fuerza de recuerdos.

Un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Harold Alvarado Tenorio (Colombia)


LA PATRIA

 


No pierdas el tiempo buscando la patria.
El dinero no la requiere y su lengua es usura.

La patria es el habla que heredaste
y las pobres historias que conserva.

Tu abuela, en el zaguán, ciega ya la memoria,
meciendo los años de sufrimiento y desdichas.

Tu madre, entristeciendo de melancolía y pavor,
Limbania, vigilando en prolongados silencios
los rumbos de su hermana,
tu tío, atado a la tierra que habíale regalado,
en plena juventud,
diez memorables sonetos
y Elisa,
sazonando el espíritu del capón,
hirviendo las aguas de aromas,
viéndote crecer como un desconocido.

La patria es también el vasto imperio de tu idioma
y la música de aquellos que la pensaron con amor.

Tu patria son las verbales
y pequeñas batallas de Bolívar,
la culpa, el frío y el hambre de Vallejo,
Neruda y su infinita colección de nombres y cosas,
Los juegos memorables y eternos de tu maestro Borges,
y un laberinto de sangre llamado Macondo.

Tu patria serán los libros que des a la tierra
y la felicidad que depares al lector.

No pierdas el tiempo buscando la patria,
la llevas contigo.

Con ella morirás sin haberla pisado.

La patria son un hombre, una mujer
y la lengua que hablan.



(Fuente: La traición del hombre topo)

martes, 19 de noviembre de 2019

Salvador Novo (México, 1904 - 1974)




NEVER EVER
(fragmento)

I
Never ever clever lever sever ah la rima
imagina plombagina borra roba imposiblemente
treinta no más hola papá hola mamá
el divorcio extemporáneo muchísimamente
duradero duradero duradero invernadero
pudridero delantero esmero espero espuro espurio
murió lejos nunca más lo vimos sólo un telegrama
novena novenario lotería nada absolutamente
estaba apenas en la cuna y no quería
que nadie durmiera con él más que Abolta cli
ahora estudia estudia como yo entonces
las novias su mamá se enoja él se desespera
uno dos uno dos alto respirando profundamente
oh tres pastillas tres mil calorías treinta años
uno y trino que ya no escucha nadie
porque es verdaderamente penoso aunque, bien pensado
probablemente les da enteramente lo mismo
pero a uno no qué caramba siempre pues figúrate
es horrible pensarlo y sin embargo
pero eso ya lo tengo dicho en algún libro que se entiende
navamorcuende dice que lo vende
Europa Asia Eufrasia Éufrates frates orate
prorrate rate pausa piensa intensa interesa inveterado
vete errado es necesario algo para toda la vida
que yo pueda decir cuando ah sí cuando recuerdas
pues cómo no si era en la mañana yo pasé por ahí
y ella arrojaba a la calle un zapato viejo
toda la vida ah claro el zapato viejo pudridero
tiroidina orquitina esencia de orquídeas orquitis horcajadas horca
a ver señorita Inesita no sé el patio pequeñito
es indigno muchachito ahora verás mu mu el pie desnudo tan bonito
y el chorrito calientito cochi cochi cuino cuino
la media entera negra toda mojada mojada ah delicia
la risa que le dio debí indignarme contarlo todo
entonces arroz carne sssssssss temprano
los saltos dos ya se va no importa córrele
las puertas cerradas o como si lo estuvieran
otra vez otra vez otra vez otra vez se acabó
se lo dije a mi papá me odió más ya se ha de haber muerto
nunca me contestó todos se dispersaron el negrito
sus tíos eran malos con él también la abuela de aquélla
pobre nombre como lo ha puesto esa otra en las carpas
los Reyes Magos los trajeron a dormirse en el suelo
yo no podía subir tanto me caía me cansaba me resbalaba
el vértigo todavía me sobrecoge y sin embargo
la busqué palabra que tenía el dinero suficiente porque
aquella noche ya por nada cerca tenso todo pronto casi contra
arroz carne sssssssss ah pero ya era más grande
cuántos otros seguramente muchos pero yo pude pero no pude pudor
Pedro perder perderla para never ever ah ya nunca
las frutas el día todos mis amiguitos en la mesa
ni más están Facultad de México a ver escriba usted
pobre pobres sin el rapto de puro platicar a ver arriba
no nadie toma pronto acaba de llegar adiós
ellos siempre como amaneciste ahora no se puede le buscaremos
padrino madrina salud abcd vuelta a comenzar
t would take seventeen years to replace him
years are yours oh years but how in hell hello
acaso pero de qué carajos sirve pensarlo si ya
siempre si ya aun cuando si ahora lo pensamos mejor
todavía entonces era mucho más delicioso y luego
por todas las rutas que la vida abría cómo elegir
la música verbigracia o simplemente el tango
o las matemáticas yodoformo realmente yo sé más
y pase usted voy al momento tic tac tic tac
y si no pues ya estaba escrito resignación
nada se pierde allá en los grandes laboratorios
y cuando la resurrección pero qué has hecho todos estos años
vamos a ver qué nos sirven y cómo la dejaste
pobrecita si me acuerdo me acuerdo mucho del último
o por lo menos hay que creerlo y esperarlo
al mismo tiempo que despiertas como todos los días
a fregar los suelos de las tabernas de Shanghai
o a ordeñar las vacas los arados la hoz los platos
la gimnasia el agua caliente los periódicos los camiones
las corbatas y los zapatos que se van quedando en la calle
por quince centavos de saliva con el sol cada vez más débil.


II

El sueño de anoche triple cuádruple pleno plano Plinio
plinii secundi leo Leobardo Leopardi lee de cabo a rabo
de cabotaje sabotaje salvaje sálvame sargento argento agente
gente gentil genil genital genuflexa general genérico genético
frenético sin freno sin fresno sin fresco sin frasco sin asco
sintasco sintáctico sintético simétrico similibus liber libri
la pobre mujer se inventaba aventuras matutinas
que la dejaban exhausta para cuando los demás llegaban
y luego les fingía unos celos desproporcionados para ella
ah ahora en la mañana ya nadie se lo creía
ya sabe que aquí me encuentra y hacía unos grandes ademanes
unos grandes alemanes unos grandes alamanes
en cuanto a la otra pobre vieja que se enfría con una negativa
y no entiende la coquetería porque toda su vida ha buscado el
amor
amor
amor
no señora es verdaderamente imposible
que usted esté satisfecha con esta vida algo le falta
si le faltaban siquiera otros tres pero ella quería decir
amor
amor
amor
como ella lo entendía lo extendía día a día
una vez puede pasar porque a cualquiera le pasa a todos
les ha pasado pero cuando el llanto y el quebranto de
quererte tanto en fin yo cómo voy a entender eso ella sabrá
y todos los que hacen traducciones de Omar Kayam detective
tampoco a mi amiga la pueden acusar de enamorarse porque
yo la he visto y qué descanso cuando simplemente nos vamos
y sobre una máquina cualquiera mientras es oscura y propicia
todo es cuestión de luz más luz o menos luz licht mehr licht
aber wir alle wir zwei sind genug heute nur heute nur Goethe
es lebt die freiheit tatachún tatachún tatatatá rachún
valiente pendejada dedicarse a cubrir un siglo
el Siglo de las Luces las Rosas las Juanas y las Celias
para al fin venirse a casarse con Adela y tener relaciones con los parnasianos
étre un fou qui se croyait un fou ergo quod eram demonstrandum
al fin de los siglos todavía estarán royendo el pan como
enormes ratas semejantes a osos que disgregan el maíz




(Fuente: Revista El humo)