sábado, 2 de noviembre de 2019

Manuel Scorza (Perú)


La casa vacía

 


Voy a la casa donde no viviremos
a mirar los muros que no se levantarán.
Paseo las estancias
y abro las ventanas
para que entre el Tiempo de Ayer envejecido.
¡Si vieras!
Entre las buganvillas
cansadamente juegan
los hijos que jamás tendremos.
Yo los miro. Ellos me miran.
Mi corazón humea.
Este es el sitio donde mi corazón humea.
Y a esta hora,
en el balcón, callada, yo sé que tú también te mueres
y piensas en mí hasta ensangrentarte.
Yo también pienso en ti.
Óyeme donde estés:
por esta herida no sale solo sangre:
me salgo yo.

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