Poemas de la primavera en ciernes
Escribo en letra pequeña,
afuera copos de nieve en la oscuridad,
Escucho y presiento
la incipiente primavera
cigarra – tú!
Sentarse al volante
y horadar en sí mismo por entre un remolino
de ideas, oscuridad de la nieve
con un chelo
entre el martillo
y el yunque
Como si el silencio
fuera un reloj de pared agotado,
Ese augurio
de huellas diagonales de trineos
con sabor a óxido, una ternura
que va abriéndose camino
a través de la gramática
Ir hacia adelante
con una confianza indescifrable
como primavera en camino,
y las hojas de arce, ya
brillando en la tranquila luz de las vocales
Entonces el día abre su ojo
nos vemos
el uno al otro
Exilio
En la extraña ciudad de lenguaje incomprensible
caminas por calles desconocidas;
ni siquiera el agua del río
que fluye bajo el puente de piedras
puedes nombrar
Y allí estás otra vez
solo con tu propia sombra
filtrada lentamente sobre el asfalto
como la melodía lejana
de un instrumento desafinado
Entonces, de repente
un ave pequeña te descubre,
enfrenta tu mirada
con sus ojos como granos de pimienta
antes de perderse otra vez
en el crepúsculo
(Traducción al español de Aleisa Ribalta)
(Fuente: Altazor)
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