viernes, 25 de septiembre de 2020

Bengt Berg (Suecia, 1946)

 

 

 


 

 

Poemas de la primavera en ciernes

 

Escribo en letra pequeña,

afuera copos de nieve en la oscuridad,

Escucho y presiento

la incipiente primavera

cigarra – tú!

 

Sentarse al volante

y horadar en sí mismo por entre un remolino

de ideas, oscuridad de la nieve

con un chelo

entre el martillo

y el yunque

 

Como si el silencio

fuera un reloj de pared agotado,

Ese augurio

de huellas diagonales de trineos

con sabor a óxido, una ternura

que va abriéndose camino

a través de la gramática

 

Ir hacia adelante

con una confianza indescifrable

como primavera en camino,

y las hojas de arce, ya

brillando en la tranquila luz de las vocales

Entonces el día abre su ojo

 

nos vemos

 

el uno al otro

 

 

 

Exilio

 

En la extraña ciudad de lenguaje incomprensible

caminas por calles desconocidas;

ni siquiera el agua del río

que fluye bajo el puente de piedras

puedes nombrar

 

Y allí estás otra vez

solo con tu propia sombra

filtrada lentamente sobre el asfalto

como la melodía lejana

de un instrumento desafinado

 

Entonces, de repente

un ave pequeña te descubre,

enfrenta tu mirada

con sus ojos como granos de pimienta

antes de perderse otra vez

en el crepúsculo

 

 

(Traducción al español de Aleisa Ribalta)

 

(Fuente: Altazor)

 

 

 

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