El poeta palestino
El poeta palestino carga el dolor en el fondo
de sus huesos, el espanto entre ceja y ceja;
la tumba de los niños es su última mochila…
El poeta palestino es un ser obstinado,
no le pide flores al pasado…
El poeta palestino lleva su patria en los
ojos, como si fuera el sol o el arcoíris,
O sea que su patria es ahora un cielo
y nadie se la podrá usurpar…
y aunque lo persigan
las nubes doradas saben protegerlo…
también su desierto tiene aguas de rosas…
Son veloces las nubes / como caballos, y alegres en su belleza…
Se desnudan inocentes, por más que se tuteen
con la muerte…
Igual que el muchacho sobre la colina
que carga y descarga su viejo fusil
en la noche que arde…
sin tregua… bajo la luna de luto…
El poeta palestino lleva su patria
en la boca,
porque siempre hay un momento
para besar…
El poeta palestino se inclina sobre
su tierra… y la acaricia… mientras pasan
las lluvias y las sombras…
Por más que nos persigan y nos maten
-le dice al cielo, le grita al mundo-
mi patria nunca será una sepultura abierta…
Hemos nacido para la vida / y lanza
su risa al viento el poeta palestino…
y piensa en la mujer que mañana mismo
temblará en sus labios…
Bajo la noche estrellada por miles de años,
el poeta palestino se despide,
la vida día a día
es el exilio de la vida…
Adiós, madre, prometo que cuidaré tus flores,
La guerra, este martirio de los niños, más que
un infierno es el mar del laberinto:
Se sale hacia adelante…
Adiós, madre, no temas… me entrego
al viento…
Mi alma es un navío…
La patria/Palestina es tu susurro que me besa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario