sábado, 6 de julio de 2013

Un poema de Vicente Narioh

 

Aquende




Doblegada la duda
pende
y te sorprende
su puro vaivén
superador:

Hasta el perfecto concepto
se suspende

¿noción inacabada?
¡oh, cavidades do el azar cavara:
ora horadando, orificando,
ora dudando, aquende la veloz
promesa del gerundio?

Proeza dudosa, obedecer
sin pausa un movimiento dado
y ya dudado

Hay dudas que se oponen,
su puro vaivén
superador,       separa
al movimiento del deseo

¿para llegar adónde?

(otros esperan que resistas
otros aspiran a una duración -mientras
hay duda hay esperanza, suspiran)

Hay suspiros que duran, y dudas
que duran un suspiro …..

Conocemos: nos unen más dudas que
certezas
Sabemos: los jóvenes no dudan, pero
la duda no envejece

Quien duda de su propia capacidad
sólo puede producir hechos dudosos
u objetos directos

Quien duda de su alimento, no sólo
alimenta la duda pero quien levante
banderas dudosas nunca estará solo
y quien cultive valores dudosos,
amasará fortunas

Hay necesidades dudosas
pero seguimos dudando
menos de lo necesario

Sostiene y sigue
sosteniendo Vicente Narioh

Hay hombres que dudan un día y son buenos
Hay otros que dudan un año y son mejores
Hay quienes dudan muchos años y son muy buenos
Pero hay quienes dudan toda la vida, esos son
irrepetibles.




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