Los pájaros se fueron.
Un día que no me di cuenta.
No distingo ya ciertas mañanas.
Antes llegaban
comían frutas
se iban y regresaban.
Como si fueran de la familia.
Igual.
Todos los días.
Con una complicidad secreta
que no es de este mundo,
este amor,
esta confianza mutua, digo.
Esto no es un poema.
Es una noticia.
Una crónica de los tiempos
que vivimos.
Ya no sé qué es esto.
Este desequilibrio sin cordura.
Los pájaros se fueron
y no han vuelto
a mi casa a cantar
con esa espontánea libertad
que solían tener los pájaros antiguos.
Los pájaros se fueron.
Algo ocurrió con el clima del mundo.
Sol o lluvia.
Con otros vientos.
No sé dónde.
Los pájaros se fueron.
A una mejor vida o a la muerte.
En esta emigración forzada.
Nunca les dije cómo
decir adiós
ni tampoco les enseñé
el camino para regresar
a mí
tan solitario miro el cielo gris
hoy
en estos días en que
nos abandona la música
del trino
y solo se escucha
contra las paredes
el eco
ese extraño silencio sin alas.
Los pájaros saben algo
que aún nosotros
no sabemos.
(Fuente: Mónica Córdoba)
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