Quién dijo que era sencillo
Sentadas en Nedicks
las mujeres se reúnen antes de marchar
hablando de las chicas con problemas
que contratan para hacerlas libres.
Pasa un contador medio blanco
un hermano esperando servirlas primero
y las damas ni aprovechan ni rechazan
los placeres menores de su esclavitud.
Pero yo que estoy atada por mi espejo
así como por mi cama
veo causas en el color
tanto como en el sexo.
Y me siento aquí a alucinar
cuál de mis yos sobrevivirá
a todas estas liberaciones.
(Fuente: Lab de poesía)
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