3 poemas 3
Fotografía de Anka Zhuravleva |
HABITANTES DE LOS RÍOS
Desde la cuna lanzas tu exceso de risa al cielo,
buscando un trampolín para saltar al otro lado.
Solo tú conoces el peso de tu carne.
Tu cuerpo, pequeño y fino como un junco,
conducía hasta la orilla familias de zapateros.
Juntos daban claridad y buen sabor al agua.
Apenas se ven ya zapateros en los ríos.
Pero los juncos siguen adornando las orillas,
haciendo trenzas que darán fuerza a tu médula de esponja.
De qué quieres salvarte, junco de agua dulce,
si tu cuerpo está cerrado y hueco
no podrás hundirte.
Otras antes que tú se convirtieron en aves zancudas
y se atrevieron a cruzar la meseta.
Hoy nadie recuerda sus nombres. Pero cruzaron.
Fotografía de Anka Zhuravleva |
LECCIONES QUE NOS HA DEJADO EL FRÍO
Del choque de nuestros cuerpos
quedó un lugar tranquilo bajo las sábanas,
una canción que se escucharía durante años.
Estaba la noche,
el frío estaba,
pero nosotras, no.
Entre tu lengua y la mía
cartas de adolescentes
que se abren al tocarse.
Estaba la noche,
el frío estaba,
pero nosotras, no.
La oscuridad nos enseñó a rendirnos,
a dejarnos llevar por la corriente
y no llamarlo fracaso.
Estaba la noche,
el frío estaba,
pero nosotras, no.
Fotografía de Anka Zhuravleva |
EN LOS TEJADOS
En los tejados nadie quiere vivir,
y sin embargo nos protegen.
Debajo, la ciudad se multiplica:
cuerpos que entran en otros cuerpos
olvidados para salvarse de sí mismos.
Tampoco el nido es un lugar seguro
-advierten los pájaros desde la cornisa
a punto de desprenderse-.
El vencejo abre su pico y nos ofrece
su mística lengua, el umbral de una casa
que apenas conoce la tierra.
Nos invita a dar un salto similar
al vuelo de sus padres, a bucear
en un paisaje invisible.
La gente está en los tejados:
a todos alcanza hoy la luz.
(Cuenca, España, 1982)
P
Lectura recomendada por María Sánchez
de Desplazamiento, Ediciones Comisura, 2023
(Fuente: Emma Gunst)
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