UNO DE MAYO (II)
Un autobús, el uno de mayo,
se estrella a las seis veinticinco,
de la madrugada, el uno de mayo,
en Almonte, El Atillo, Santivañez, Maadna,
en la cocina arroz y bacalao, acelgas,
y el lilo florecido hace algunos años
que secó. Una trabajadora temporera,
marroquí, ha muerto el uno de mayo,
antes de comenzar la jornada, kilómetro
16 de la carretera A-484, la llaman
de Rociana, veinticinco mujeres heridas,
tres con pronóstico muy grave, ha
informado el servicio de Emergencias
112 de Andalucía, Nicaragua, Bolivia,
Marruecos, este uno de mayo.
Sartenes escurriendo, el padre sentado
en el silencio, el lilo seco se cortó,
podemos escuchar esas flores
pequeñas en el rumor de un periódico.
En la memoria de los arbustos
hay un hueco para este tiempo,
en el menú de los hospitales nunca
hay fresas en los postres. En todos
los cumpleaños se azulea un olvido
para pasear por la ciudad y el ruido
hasta un registro civil, un uno de mayo.
Pablo Müller
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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