4 poemas de LAS HORAS LENTAS
Soy
las uñas de mis dedos
y la rara piel que arañan.
Soy
testigo de mis heridas
y la memoria viva de su fuerza
más allá de lo que diga nadie.
Soy
mis dientes y mis colmillos
mis delicadas caderas
y mis pechos.
Soy
mis pecados, mis ocultos deseos
Oh, dios,
¡Cuanto los echo de menos!
Soy
todas las amigas que me han traicionado
(no una sino tantas veces)
y gracias que doy a dios por eso.
Soy
mi columna vertebral,
erguida y fuerte
frente al monte
Soy
mis ojos y los tuyos
perdidos en una obscuridad
que es solo mía.
Soy
mis pies - cuando los tengo -
que me han llevado muy lejos casi siempre.
Casi siempre.
***
En un instante, amor
Tú siempre fuiste Él:
Mi amante, mi amigo,
el hombre inesperado
que supo anclar mi camino.
Y por un instante, uno solo,
apenas un instante, un día
me ayudó a poner pie en tierra
batida de rocío real, no de charcos,
para construir en lo hondo
un palafito.
Y desde entonces,
amor,
ando al paso contigo
y volteo donde tu volteas,
toda yo con todo tú,
casi siempre,
mientras las viejas,
viejas vigas de madera
resisten y sostienen
- con altiva ferocidad
nuestras vidas.
***
Para qué hablar
Ahora que te sientes como un juguete roto
en las manos de Gepeto.
Ahora que tu rostro se refleja
en la cáscara de una mandarina.
Ahora que regresan los recuerdos
al lugar de su martirio
Ahora
que ha llegado la hora
de cargarte en angarillas de pelta
envolverte en una sábana cubierta de oleo
dejarte extendida en un frio metal
- con el collarín puesto –
va la vida y te regala
un nombre escrito en esa tarjeta
que alguien ató
al dedo gordo de tu pie.
***
Que tontería
Los circuitos de los cables y las centrales cósmicas
no se han interrumpido
y en este mundo de redes
nadie parece culpable.
El crimen es irreal.
La pena es irreal.
y la leve presión de un botón
puede hacer desaparecer
a jueces y acusados
e incluso a nosotros mismos, los espectadores,
el suave y conciliador delete
en un mundo como este donde
solo el dolor es real,
el único, irremplazable testigo
que bate tus venas
- a veces también las mías -
y ataca por sorpresa demostrando
que algo no marcha bien.
Pilar Salamanca. Las horas lentas. Ed. La Vorágine, 2023
(Fuente: Voces del extremo)
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