EL MUNDO ENCANTADO
No me gusta oír noticias de tragedias.
Esas tremendas historias de tragedias
Esas historias de hombres atrapados
en las minas nocturnas, y de viudas
y de niños apresados,
un puñado de angustia, a la entrada
de negros socavones.
Evito las noticias de naufragios,
y de bombas arrojadas
sobre pequeños países
y de gente huyendo.
Evito mirar fotografías
en que algún guerrillero
tiene de pronto el rostro
de Cristo asesinado.
Además, ya se sabe:
los periodistas exageran tanto,
y luego, todo esto
ocurre tan distante.
Tranquilizada entonces,
yo vuelvo a mis asuntos,
porque el invierno ya se acerca
y debo presenciar las tormentas,
los fríos,las escarchas,
con la estufa encendida
desde adentro.
(Fuente: Marcelo Sepúlveda Ríos)
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