Respiración de la memoria
No siempre suele empezar el tiempo
Por unas hojas húmedas y unas palabras
Recogidas en la soledad de un río inconstante.
Donde no es posible recordar
Hacia dónde se quiso partir.
Y es así como se anhela a veces
Retener un pedazo de mar
Con que orientarse en medio de la tierra.
Todo podría entenderse alegremente.
Todo podría estar frente a su justa sombra.
Pero en las madrugadas donde hay estrellas todavía
Y en los inmensos parques donde se queda el viento
Como un hombre a quien sólo le resta esperar
No cesan de existir naufragios.
Que reparten espectros de ademanes turbios
En torno del fuego y de la rosa más honda
Por donde ansía respirar la memoria.
Es inevitable entonces estar solo.
Permitir que los sueños remonten la sangre
Y hagan cantar o llorar continuamente
Desde una ventana abierta hacia los árboles
O en una sombra.
Es inevitable sentirse andando lejos.
Hasta que en una tierra
A donde siempre se está llegando tarde
Se abre y caiga el cansancio como una fruta ciega.
Siempre el espacio empieza
Por una lluvia que lo apaga todo
(Fuente: Hugo Toscadaray)
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