DESTINOS
DESTINOS
Una casa es el refugio
dentro atesora
toda clase de vanidades,
triunfos e ideales,
resguarda inútiles objetos
cargados de memorias
que solo él comprende.
Cuando parte,
todo desluce.
No están más los ojos
que cargaban de sentido
esos vejestorios propiedad
exclusiva del tiempo.
Todo inaugura
su destino de polvo,
los colores comienzan a marchitar
y la polilla hace lo suyo.
Los bienes otrora más preciados
comienzan a añorar
el roce de ese cuerpo
y se abandonan a su suerte.
Los humores, amores
y lamentos
son hoy los únicos habitantes,
apresados entre el eco reiterado
de un anhelo irrecuperable.
Un fantasma por cada historia
se balancea entre las hojas,
mecedoras, y cortinajes.
Un deseo trunco se desvela
en murmullos
y amenaza con devorar la casa.
Cruje el tiempo
bajo pasos invisibles
que dan testimonio
de aquel hombre
que un día fuera todo arrebato
en lo que hoy carcomen vigorosos
el salitre y el viento.
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