Bárbaro
Mucho después de los días y las estaciones, y los seres y los países,
la bandera de carne que sangra sobre la seda de los mares y de las flores árticas; (que no
existen.)
Respuesta de las viejas fanfarrias de heroísmo -que todavía atacan el corazón y la cabeza-
lejos de los antiguos asesinos -
Ay, la bandera de carne que sangra sobre la seda de los mares y de las flores árticas; (que
no existen.)
Qué dulzuras.
Las hogueras, que lloran en las ráfagas de escarcha -qué dulzuras- las llamas en la lluvia
del viento de diamantes que lanza el corazón terrestre eternamente carbonizado por nosotros. Ay
mundo.
(Lejos de viejos refugios y de viejas llaman que se oyen, que se sienten,)
Las hogueras y la espuma. La música, giro de los abismos y los choques de témpanos en
las estrellas.
Ay dulzuras, ay mundo, ay música. Y ahí están las formas, los sudores, cabelleras y ojos,
flotando. Y las lágrimas blancas que hierven -ay, dulzuras-, y la voz femenina que llega hasta el
fondo de los volcanes y de las grutas árticas…
La bandera...
Traducciòn de Ezequiel Zaidenwerg
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