Traeme el girasol
Traeme el girasol para que lo trasplante
a mi terreno ardido por la sal;
que muestre todo el día el azul espejeante
del cielo la ansiedad de su rostro amarillo.
Tiende a la claridad todo lo oscuro
y los cuerpos se agotan en un fluir
de tinta; ésta, en música. Es, por tanto,
desvanecerse la mayor ventura.
Alcanzame la planta que conduce
adonde crecen transparencias rubias
y como las esencias se evapora la vida:
traeme el girasol loco de luz.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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