2 POEMAS SUMERIOS
EL VIAJE DE INANA AL INFIERNO
(Un extenso poema acerca de la diosa Inana -a veces llamada Innin-, una diosa diferente de la semítica Ishtar, la guerrera que la sucedería, ya que Inana es la diosa de la fertilidad y de la tierra. Es también la Señora del Cielo. Inana es la hermana del dios sol Utu, también diferente -y más pacífico-, que su sucesor semita, Shamash, aunque ambos fuesen jueces de los hombres.)
INANA EN EL AVERNO
Desde las cimas del cielo
Miró ella el foso,
Ella era un dios en las cimas del cielo
Pero mi corazón estaba en el infierno.
¡Oh, Inana, en las cimas
Tu corazón en el infierno!
Esta señora dejó tierra y cielo
Y se hundió en el foso,
Poderes y títulos dejó ella,
Se hundió en el foso,
Dejó Emushkalamma en Badtibira,
Se hundió en el foso,
Partió de Zabalam en Giguna,
Se hundió en el foso,
Eshara dejó en Adab,
Se hundió en el foso.
Partió de Nippur, Baratusgarra,
Se hundió en el infierno,
Partió de Kish, Hursgkalamma,
Se hundió en el infierno.
Eulmash dejó en Agade,
Se fue caminando al infierno.
Llevó los signos en las manos,
Se colocó las sandalias en los pies,
Las siete insignias: se colocó en la cabeza
La Shugurra, la corona del desierto,
Sobre su frente arregló la peluca,
Sosteniendo en la mano la vara de medir
Lapizlázuli oscuro, y la línea,
Alrededor de su cuello ató
Pequeñas gemas de lapizlázuli.
Dos piedras, óvalos perfectos, descansan sobre su pecho,
Un anillo dorado ajustado en su mano,
Las joyas pectorales que anonadan a los hombres están
[sujetas
Sobre su pecho, ella ensombreció sus ojos
Con hechizante kohl, y sobre su cuerpo
Portaba el Pala, túnica de soberanía;
Y así Innana descendió caminando al Averno.
LA RESPUESTA DEL HIJO
(Al canto de Inana, su madre)
No hay respuesta posible
A su desolado grito,
Resuena en el desierto,
Ya que yo no puedo responder.
Aunque la hierba brote
De la tierra
Yo no soy hierba, no puedo responder
A su llamado.
Las aguas se alzan por ella,
Yo no soy agua para acudir
A sus gemidos.
No soy brotes de hierba
En una tierra muerta.
CANCION DE UNA MUJER MUERTA EN EL PARTO
(ACADIO)
Viví con él que era mi amante.
La muerte entró reptando a mi cuarto.
Me sacó de mi casa,
Me arrancó de mi marido,
Puso mis pies en una tierra sin retorno.
(Fuente: Liliana Kancepolski)
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