1.
Militantes de izquierda enfurecidos
atacan asamblea de cachilas
que en Plaza Italia deciden sindicarse
sus labores domésticas peligran
Los cineastas progres reclaman mas apoyo del gobierno
compañeros poetas
dejan sus manuscritos en las manos
de marias kodamas diligentes
porque ellas saben bien de
defenderle el nombre y los ingresos
Los pobres tienen la esperanza
de ser alguna vez
algo como patrones pero buenos
y que no les contesten los empleados
Las mujeres buscan hombres
para que ocupen el lugar que dejan
es cierto, ya no hay hombres de verdad
los travestis se sienten ignorados
reprimidos odiados y hasta discriminados
por las dudas ejercen la prostitución
lo que despúes de todo es un trabajo
todos creen
profundamente en dios
y en la justicia
y son de verdad
unos agradecidos a la vid a
2.
Dulce el aire
seco el vino
a punto la comida
la ropa limpia
la sonrisa siempre
los pisos con los errores del pasado
a la vista
las jambas y dinteles
de buenas intenciones y claridad
la muerte no tiene
esta avidez por el mañana
ni esos chicos que corren sin miedo
a que le falten los padres
y se duermen
cansados y felices
tapaditos de luna
cielo
y árboles…
3.
Vuelan mientras me desangro
espiritualmente claro
vuelan espiritualmente
pero yo me desangro de verdad
de verdad
mis venas pierden el Icor
y ellos vuelan
en figurado sentido
metaforicamente
puta que lo parió !
ya no queda sangre en mí
y ellos siguen volando
por el puro cielo
verdoso
Siempre en torno al bien y el mal
Un golpe una teta
un estallido de sangre
otro golpe un culo
otra teta un grito
otro golpe una teta
un culo una mirada
fija perdida
otro culo otra teta
un golpe silencio
unos ojos
de espanto finjido
sangre un grito
un paisaje por fin
culos sangre golpes tetas violencia
rostros hieráticos ojos fijos
paisajes
soberbia vanidad the end.
Incidentalmente
Asombro
no hay hitos en mi vida
poemas e hijos
poemas y mujeres
poemas y mis piernas
poemas y tus pies
no hay hitos
también se puede
vivir de esta manera
poemas y música
poemas ycolores
poemas y amor
paisajes y musica y poemas
y viajes poemas y mujeres
hijos y amores y poemas
claro si amigos y poemas
y
sueños y poemas y colores
con seguridad
se puede vivir de otra manera
La muerte y poemas?
4.
No creo en ese dios bocotudo
de anorexias y fusilamientos
que es triste dicen que no crea en su dios
en ése
en el que creen casi todos
mirenme, no creo
y sin embargo, vivo
5.
Las piedras grandes
los árboles
todo lo que destacándose
señalaba el rumbo
ha desaparecido
chilcas
arbustos feos y parejos
y pájaros,
pájaros oscuros en el atardecer
sin colores
limitan un cielo
en que se apagan
verde el pasto
y una iguana
franjada de amarillo
se escurre en la ya noche
Hubo alguna vez
una mujer sobre la tierra?
6.
“…campos grises de Marcela” A. Zitarrosa.
Dios ha muerto en el campo
es un hombre tendido
con los pies entrampados
al cruzar el alambre
y de boca en la tierra;
Avisan los chimangos
centinelas de harapos
casi en círculo
florecen margaritas
7.
Apedreamos a la mujer
vuelan redondas y graves
nuestras primeras piedras
a estrellarse sordas
a romper su carne
Ella lo soporta mientras puede
cubriendose la cabeza con las manos
y los senos con los brazos
en tanto
muy lentamente
va cayendo de rodillas
abrumada
recogiendose como una flor
en su vestido negro
Nuestra rabia es brazo fuerza
piedra golpe y sangre
sucesivamente
después comenzamos a retroceder
con los ojos fijos
sin espanto
todavía sus manos
como dos grandes mariposas
se agitan levemente entre los despojos
8.
Digo y se abre un capullo
de enjambrazones silenciosas
de luminarias mudas
en la noche
digo y comienza a alborotar
se queda el mundo
a nuestros pies
abierto
9.
Se llamaba
Luis Acosta García
busquen en los diccionarios
no lo van a encontrar
Su obra: «Filantropía Moderna»
nunca van a saber
de lo que se trata
El frío de su muerte cada junio
cubre Buenos Aires
no sabrán quien es
ni yo voy a decirles
Pero
Cada vez que quieran cantar y no los dejen
Cuando quieran sentirse orgullosos
decir soy Argentino
repítanlo despacio:
Luis
Acosta
García
Es buen remedio para la soberbia.
10.
Los paseos cotidianos de punta a punta rinden
su servicio, mantienen en estado, calman los nervios
y ayudan a pasar las horas los minutos los segundos
cuadrados de cemento que no acaban por ningún comienzo
recorridos miles de veces, al cabo de un tiempo
es todo lo que queda de un día y la conciencia de que lo de
afuera pesa existe y pesa como a un atlas el mundo
sin nada de comer, sin nada de tomar, sin nada
se desenvuelve en tedio en espera, espera que no termina
ni a las once ni a las tres
ni a las cinco que te llamen por
el apellido y te abran la puerta y puedas salir a las calles
al solcito lindo del que ves un cacho
por la ventana sin altura y el dolor
de cabeza que se insinuaba apenas en la mañana
crece crece hasta arder en los ojos
En La piedra encendida
(Fuente: El atardecer de las jirafas)
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