«Egipto»
No la tarjeta postal ni el enjuiciamiento, disfrazados de patetismo o síntesis. El radiante rigor. No la ventana abierta al día, sino a la noche entreabierta. El ademán sin cuerpo. Eso, casi dorado, que envenena la arena: un sentido. La gravedad solemne de un volumen de fe ya inconcebible. El canto del primer asesinado. La voz oscura que ilumina el límite. La ventana que da a una puerta. * La ventana abierta a la Muerte. Con sus mínimas manchas de sangre fresca. La mirada ocre. La gracia funeral. La elegancia vengativa. El viento del sentido. El rapto argumentado, puesto en tela de juicio, mientras suena una marcha fúnebre: oasis del desconsuelo.
El poema seleccionado pertenece a Ondulaciones:Poesia Reunida (1968-2007) (Ediciones Galaxia Gutenberg, Círculos de los lectores).
(Fuente: Aire nuestro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario