Vacía la casa donde tantas veces
las palabras incendiaron los rincones.
La noche se anticipa
en el plano mudo
que nadie toca.
Voy a solas desde un recuerdo a otro
abriendo las ventanas
para que tu nombre pueble
la mísera quietud de esta tarde a solas.
Ya nadie inmoviliza las horas largas y cerradas
tanto pudor de niña.
Y tu recuerdo es otra casa
Y mis latidos forman una hilera de pisadas
grande y quieta
por donde yo tropiezo sola.
que van desde su puerta hacia el olvido
(Fuente: Revista el humo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario