miércoles, 7 de abril de 2021

Pierre Reverdy (1889-1960)

 

 

El canto de los muertos (1944-1948) 

 


ROSTRO DILUIDO EN EL AGUA

 

En el silencio

Demasiado peso en la garganta

Demasiada agua en el bocal

Demasiada sombra volcada

Demasiada sangre sobre la rampa

Jamás llega a su fin

Este sueño de cristal

 

 

 

LAS VENTANAS DESNUDAS DEL EXILIO

 

En el crepúsculo de las pendientes

En la trabilla de los árboles del bosque

Él no se hace esperar demasiado

Un solo vistazo

Sorprendí el secreto de las fuentes

En este asilo de ataúd

En la línea de los tiempos móviles

No piensa en nada

De lo poco que tenía que decir

Ha retenido la Nada

Un duro invierno que se dibuja

Tender la mano

Y sobre los pentagramas del navío

Notas puras de la agonía

El amor la locura el delirio

Y vosotros comprendéis que esto es nada

 

 

EL SENTIDO DEL VACÍO

 

Estas líneas por franquear que no puedo leer

Estas formas inauditas que no quieren decir nada

Nada más que la muerte

Siendo la muerte el más justo precio

El peso del cuerpo en la balanza

Y el extraño circuito de la distancia

En el extremo de los hilos que se juntan en el puerto

La partida es mañana hacia otros oleajes inútiles

El regreso es seguro al hogar sin calor

Una pena jamás apagada bajo la ceniza

Ni brasa ni carbón ni llama

No se piensa en nada real

Ni tierra ni cielo

Ni eco ni silencio

Menos aún la flecha de una mirada

Disueltos desatados rotos

Nudos de la esperanza

 

 

PRISIÓN

 

Quedé apresado por el ala exquisita del azar

Había olvidado decirlo

Había perdido el sentido de la distancia

En el desastre del presente

Apretado entre las mallas rígidas de la razón

Ahogado por fuerzas precisas

Daba vueltas alrededor de la casa sin comprender

Sentado de pie perdido en el delirio

Y sin memoria que remontar en los límites oscuros

Ya nada que conservar en las manos que se confunden

Nada que retener o que espigar entre los dedos

Tan sólo quedan reflejos que resbalan

Del agua del viento

Filtros límpidos

En mis ojos

Y la sangre del deseo que cambia de índole

Imágenes

Imágenes

Sin ninguna realidad para nutrirse

 

 

A DOBLE LLAVE

 

Estoy tan lejos de las voces

De los rumores de la fiesta

El molino de espuma gira al revés

El sollozo de las fuentes se detiene

La hora se ha deslizado penosamente

Sobre las grandes playas lunares

Y el espacio tibio estrecho sin una grieta

Duermo con la cabeza sobre los codos

Sobre el desierto plácido del círculo de la lámpara

Tiempo terrible tiempo inhumano

Arrojado a las acercas de barro

Lejos del circo límpido que declina desde los cristales

Lejos del canto decantado naciendo de la pereza

En una áspera barahúnda de risas entre los dientes

Un dolor marchito que tiembla en tus raíces

Prefiero la muerte el olvido la dignidad

Estoy tan lejos cuando reviso todo lo que amo

 

 

ALBA SINIESTRA

 

He vuelto a encontrar la isla natal

El archipiélago de las palabras liberadas

El sentido más cruel de los gestos furtivos

En la sombra donde el miedo se disimula

Detrás de la cortina móvil del pensamiento

Apenas el designio despuntando bajo las grietas

Un dedo meloso sobre los labios plegados

Los gruñidos del cielo tarde en los rincones

Donde se esconde la ausencia de un amor constelado

Rostro del regreso sangriento a mano diferida

Desastre de un destino surgido tardíamente

Navío destrozado en el ángulo de las banquisas

Se juega con las palabras al que pierde gana

Y sobre el suelo de sal endurecido por la luz

Flores de la mañana chamuscada

Corazón entre mis manos de ceniza

Dunas movedizas del desierto

 

 

 

(Fuente: Mecánica celeste)

 

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