El canto de los muertos (1944-1948)
ROSTRO DILUIDO EN EL AGUA
En el silencio
Demasiado peso en la garganta
Demasiada agua en el bocal
Demasiada sombra volcada
Demasiada sangre sobre la rampa
Jamás llega a su fin
Este sueño de cristal
LAS VENTANAS DESNUDAS DEL EXILIO
En el crepúsculo de las pendientes
En la trabilla de los árboles del bosque
Él no se hace esperar demasiado
Un solo vistazo
Sorprendí el secreto de las fuentes
En este asilo de ataúd
En la línea de los tiempos móviles
No piensa en nada
De lo poco que tenía que decir
Ha retenido la Nada
Un duro invierno que se dibuja
Tender la mano
Y sobre los pentagramas del navío
Notas puras de la agonía
El amor la locura el delirio
Y vosotros comprendéis que esto es nada
EL SENTIDO DEL VACÍO
Estas líneas por franquear que no puedo leer
Estas formas inauditas que no quieren decir nada
Nada más que la muerte
Siendo la muerte el más justo precio
El peso del cuerpo en la balanza
Y el extraño circuito de la distancia
En el extremo de los hilos que se juntan en el puerto
La partida es mañana hacia otros oleajes inútiles
El regreso es seguro al hogar sin calor
Una pena jamás apagada bajo la ceniza
Ni brasa ni carbón ni llama
No se piensa en nada real
Ni tierra ni cielo
Ni eco ni silencio
Menos aún la flecha de una mirada
Disueltos desatados rotos
Nudos de la esperanza
PRISIÓN
Quedé apresado por el ala exquisita del azar
Había olvidado decirlo
Había perdido el sentido de la distancia
En el desastre del presente
Apretado entre las mallas rígidas de la razón
Ahogado por fuerzas precisas
Daba vueltas alrededor de la casa sin comprender
Sentado de pie perdido en el delirio
Y sin memoria que remontar en los límites oscuros
Ya nada que conservar en las manos que se confunden
Nada que retener o que espigar entre los dedos
Tan sólo quedan reflejos que resbalan
Del agua del viento
Filtros límpidos
En mis ojos
Y la sangre del deseo que cambia de índole
Imágenes
Imágenes
Sin ninguna realidad para nutrirse
A DOBLE LLAVE
Estoy tan lejos de las voces
De los rumores de la fiesta
El molino de espuma gira al revés
El sollozo de las fuentes se detiene
La hora se ha deslizado penosamente
Sobre las grandes playas lunares
Y el espacio tibio estrecho sin una grieta
Duermo con la cabeza sobre los codos
Sobre el desierto plácido del círculo de la lámpara
Tiempo terrible tiempo inhumano
Arrojado a las acercas de barro
Lejos del circo límpido que declina desde los cristales
Lejos del canto decantado naciendo de la pereza
En una áspera barahúnda de risas entre los dientes
Un dolor marchito que tiembla en tus raíces
Prefiero la muerte el olvido la dignidad
Estoy tan lejos cuando reviso todo lo que amo
ALBA SINIESTRA
He vuelto a encontrar la isla natal
El archipiélago de las palabras liberadas
El sentido más cruel de los gestos furtivos
En la sombra donde el miedo se disimula
Detrás de la cortina móvil del pensamiento
Apenas el designio despuntando bajo las grietas
Un dedo meloso sobre los labios plegados
Los gruñidos del cielo tarde en los rincones
Donde se esconde la ausencia de un amor constelado
Rostro del regreso sangriento a mano diferida
Desastre de un destino surgido tardíamente
Navío destrozado en el ángulo de las banquisas
Se juega con las palabras al que pierde gana
Y sobre el suelo de sal endurecido por la luz
Flores de la mañana chamuscada
Corazón entre mis manos de ceniza
Dunas movedizas del desierto
(Fuente: Mecánica celeste)
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