AQUELLOS DOMINGOS DE INVIERNO
También los domingos mi padre se levantaba temprano
y se vestía en medio del frío negro azulado,
después, con manos agrietadas, doloridas
de trabajar a la intemperie, hacía
arder los rescoldos. Nunca nadie se lo agradeció.
Yo despertaba y oía el frío astillarse, quebrarse.
Cuando las habitaciones estaban caldeadas, me llamaba,
y lentamente me levantaba y vestía,
temiendo la ira crónica de aquella casa,
le hablaba con indiferencia, a él,
que había expulsado el frío
y lustrado tan bien mis mejores zapatos.
¿Qué sabía yo, qué sabía yo
del amor austero y los oficios solitarios?
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en "Collected Poems", Frederick Glaysher ed., Liveright, Nueva York, 1996. Versión de © Jonio González.
THOSE WINTER SUNDAYS
Sundays too my father got up early
and put his clothes on in the blueblack cold,
then with cracked hands that ached
from labor in the weekday weather made
banked fires blaze. No one ever thanked him.
I'd wake and hear the cold splintering, breaking.
When the rooms were warm, he'd call,
and slowly I would rise and dress,
fearing the chronic angers of that house,
speaking indifferently to him,
who had driven out the cold
and polished my good shoes as well.
What did I know, what did I know
of love's austere and lonely offices?
(Fuente: Jonio González)
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