lunes, 31 de mayo de 2021

Camila Evia (San Martín de los Andes, Argentina, 1987)

 

 

RIDÍCULOS

 
ahí tienen al ridículo
jadeando el escupitajo
del genio postizo

tragando siglos
pulverizando ángeles
a niveles efímeros

el cielo derrama su verdad
y permite a los pájaros
volar en su bostezo

 

 

GNOSSIENNES 

 

Encadenados dientes
Relieve de cristal
Bajo el claro de luna

Rugidos afónicos surgen
Entre blancas melodías
Abominables tentáculos

La exquisita ala de un cisne
De carácter melancólico

Salpicada por el hueso del infierno

 

 

LÁGRIMAS DE AMAPOLA

 

en la hora ciega de la costa sin sol
la lluvia ahoga las flores mientras las hijas
del océano cantan a la gris espuma

el viento sacude y golpea
a las amapolas que encogen sus hombros

en la difunta escena del letargo

las plantas se inclinan por su propio peso
y las moscas sedientas rodean los capullos
de semillas inmaduras para beber sus lágrimas 

 

 

INCENDIO

 

Cuento las pestañas
quemadas por la oscuridad
de tu indiferencia
despojada de toda realidad

Garras de tormento
te absorben                 derriten

las capas de tu espada

Triunfaron los bufones

quemando la seda
por la cerda satisfacción

de la ira

Por orden maligna
arrancaste la hierba
cubierta de estrellas

 

 

OBSIDIANA

 

Silicatos despegados del suelo

verde oscuro óxido teñido
de estima alumínica

Rumores de viento estático
sonámbulos reglamentos de
rojo veteado en blanco y negro

La luz blanca del cielo alumbra
las cenizas que giran en los viejos

sueños enterrados en lápidas cristalinas

 

En Ridículos (Buenos Aires poetry, 2019)

 

(Fuente: Sarrauteducación.com) 

 

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