LA
QUEMADURA
No toques la herida
pues se infectará.
No la veas:
"camina con las manos
camina con el olvido
navega en esa ola de destierro
y nunca la toques
no las despidas
no retornes."
La herida ya no sangra
la herida es el recuerdo
esa promesa adherida a los tejidos
la herida no es tu nombre
es sólo la posibilidad
de que no sane.
ADIÓS
"comparado
al no-amor
el
amor es cobarde y no ama."
G. Bataille
Se paralizaron las noches eternas y etílicas
las has cambiado por ese ojo dilatado
de las historias menores
de los veranos eternos
sin chapoteo de botas desgastadas
sobre el lomo felino de la aurora.
Se acabó tu nombre,
cariño
y ese navegar en la inmortalidad utópica
de las traiciones.
Se acabó ese órgano hipertrofiado
latiendo furioso
cerca de tu ventana.
Se acabó viejo amor esa lágrima sobre
tu huella indiferente.
Se acabó mi pasión por asesinarte de
miles de maneras
mi pasión que habría deseado
descuartizarte con ternura
apuñalarte eternamente
sin dejar que murieras.
Se acabó
cariño
tu cara patética en mi sopa
porque navegué y todos los marinos
olvidan algún gran puerto
porque la lejanía es el tiempo
acelerado
y tu foto se seca
se quiebra
se esparce en el desierto.
ESCRITO
EN LA SERVILLETA DE UN BAR
Si el adiós no fuera desplazarme en
noches infinitas
si no fuera resbalar para siempre
en todas las despedidas.
Si no fuera releer una y otra vez las
cartas secas
las fotos blanco y negro
la excusas
si no fuera pedirte una y otra vez
que no me olvides
que no te pierdas en el tiempo
que el flujo interminable de mis días
no te desmorone
ni te despierte.
***
En Psicotrópicos. Ed. Amargord, 2017
(Fuente: Voces del extremo)
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