martes, 25 de mayo de 2021

Antonio Rodríguez Jiménez (Albacete, España, 1978)

 

 


de la mera existencia

 

 

Tras la violencia de la cacería,
se reagrupa en un claro la manada.
Ya viene el aire limpio del olor del peligro
y amamantan las madres a sus crías.
Pacen tranquilamente los adultos y nadie
podría imaginar que hace muy poco
eran solo pavor, galope ciego.
 Atrás quedó la sangre de los miembros
menos afortunados, naturaleza muerta
alimentando el ciclo de la vida.
No hay espacio en la paz de los rumiantes
para albergar tristeza
ni para la memoria.
Esto es su tiempo: instantes sucesivos
de placidez y alarma. Es el decurso
de seres sin relato,
de la mera existencia.

 

 

del Los signos del derrumbe (2014)

 

 

(Fuente: Ada lírica)

 

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