Soy de carne
y no regreso
a la carne.
Sé disimular
el parentesco
y la tentación aplazada,
carenciado y necesitado.
Burdo.
Dicho esto
tan simple,
no queda más
que el camino del espíritu,
la obra de otros
y esa difícil
topología de admisiones.
¿Regimiento enmascarado?
¿Protección de lo real?
¿Será un grado cero?
¿Una figura que vuela
y nunca hace tierra?
Abuso por extensión,
relajo por acción,
incoherencia por natura.
Soy de carne,
mido aguas,
afronto
la maravilla notable
y la peor pudrición,
practico la eximia cetrería
que la mentira
puso en mis dados,
me rodeo de palabras
hidráulicas,
satenes y sartenes,
me cruzo con el alma,
conforme cita y hoja de papel,
nos abrazamos y despedimos,
no hubo sujeciones
en ello,
por el contrario,
prometimos citarnos
en lugar neutro,
sin exigencias ni sobriedades,
que cada uno
se vistiera con ropa volante,
desandados,
roídos juguetes de madera,
inconfesados,
subidos
a presencias silenciosas
y harapientas,
subidos
a estas lomas renales,
inconclusas,
sin temor o boca torcida.
- Inédito -
No hay comentarios:
Publicar un comentario