Canto
Tú no cantes
no cantes a las flores de cerezo
ni a las alas de las libélulas
no cantes al murmullo del aire
ni al aroma del cabello de las mujeres.
Niégate
todas las cosas débiles
todas las cosas frágiles
todas las cosas melancólicas.
Rechaza
todas las cosas sentimentales
y canta con franqueza
lo que piensas
lo que llena nuestro estómago.
Canta las cosas que penetran al corazón
canta un canto que aúlle cuando lo destrocen
un canto que brote desde el fondo del agravio.
Estos cantos
cántalos valerosamente con una melodía severa.
Estos cantos
clávalos con martillo en el corazón de la gente.
Trad. Atsuko Tanabe
(Fuente: Ada lírica)
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