Poema
Tal vez un día
¡Quién sabe!...
Sí
Tal vez un día...
piedra tirada
a nuestra jaula de cristal
y para nosotros
la fuga
allende fronteras del mar.
Tal vez reviente un día
la caracola de los misterios
en el fondo del mar
y otro volcán venga a flote
— diez veinte
mil volcanes — ¡Quién sabe!...
y las islas se derritan:
Extraña alquimia
de montes y árboles
de lavas y mástiles
de gestos y gritos.
Tal vez un día
donde está seco el valle
y los árboles dispersos
haya ríos y bosques.
Y surjan ciudades de acero
y los pilones se vuelvan molinos.
Islas renacidas
nubes liberadas...
Tal vez un continente
a medida de nuestros deseos.
Sí
Tal vez un día...
¡Quién sabe!
~
Didáctica inconseguida
Tu nunca viste a un hombre
súbitamente triste
al descubrir un tesoro o paraíso
o alguien con dolor en el pecho
y un filo apoyado en el corazón
escupiendo risa por la boca
— Mientras te enseño camino
que no pasa por la puerta
de nadie
y dices que estoy loco.
~
Construcción en vertical
Con palitos de fósforo
puedes construir un poema.
Pero atención: el uso del pegamento
estropearía tu poema.
No tiembles: tu corazón,
todavía más que tu mano,
te puede traicionar. ¡Cuidado!
Un poema así es arduo.
Sin pegamento y en vertical,
puede llevar una eternidad.
Cuando esté concluido,
no lo firmes, el poema no es tuyo.
Versiones de Raquel Madrigal Martínez
/
Poema
Talvez um dia
Quem sabe!...
Sim
talvez um dia...
pedra jogada
a nossa gaiola de vidro
e para nós
a fuga
além fronteira do mar.
Talvez arrebente um dia
o búzio dos mistérios
no fundo do mar
e mais um vulcão venha a tona
— dez vinte
mil vulcões — Quem sabe!...
e as ilhas fiquem derretidas:
Estranha alquimia
de montes e árvores
de lavas e mastros
de gestos e gritos.
Talvez um dia
onde é seco o vale
e as arvores dispersas
haja rios e florestas.
E surjam cidades de aço
e os pilões se tornem moinhos.
Ilhas renascidas
nuvens libertas...
Talvez um continente
À medida dos nossos desejos.
Sim
Talvez um dia...
Quem sabe!
~
Didatica inconseguida
Tu nunca viste um homem
subitamente triste
ao descobrir um tesouro ou paraíso
ou alguém com dor no peito
e um gume encostado ao coração
cuspindo riso pela boca
— Entretanto ensino-te caminho
que não passam pela porta
de ninguém
e dizes que sou louco.
~
Construção em vertical
Com pauzinhos de fósforo
podes construir um poema.
Mas atenção: o uso da cola
estragaria o teu poema.
Não tremas: o teu coração,
ainda mais que a tua mão,
pode trair-te. Cuidado!
Um poema assim é árduo.
Sem cola e na vertical,
pode levar uma eternidade.
Quando estiver concluído,
não assines, o poema não é teu.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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