lunes, 3 de mayo de 2021

Hugo Toscaraday (Buenos Aires, 1957)

 

 



El viejo Whitman, a la sombra de un almendro

 

 

Dinamitarme el corazón, con la luz de esta mañana,
sería poca cosa, frente a tanto amor.
Los hombres, los hombres van camino a casa,
regresan de la diaria tarea en el campo
y no hay desaliento en ellos, ni rechazo.
La suave templanza los anima.
 
Dinamitarme el corazón, con la luz de esta mañana,
sería poca cosa, frente a tanta vida.
 
Hay días, que me siento como la constelación de géminis,
porque yo soy el otro también, a cada instante.
 
Ahora estoy viendo a tres muchachas negras,
que ríen calle abajo y cada una de ellas,
es como un templo de cobre labrado.
 
Todo esto me conmueve.
Mientras un mozo de caballeriza y su amada,
junto al río, semejan árboles rendidos. 

 

 

(Fuente:  Segunda cita / Isla negra)

 

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