martes, 4 de mayo de 2021

Loreley EL Jaber (Buenos Aires, 1972)

 

 

El pedido

Enciendan una vela cuando me vaya
apenas me sepan en viaje.
Olvídense de todo
como yo también
borro y escribo
este ruego en el aire

Puede que la noche les traiga mi mensaje
que corran a buscar fósforos
que duden
si alumbrarme o
quemarme

Como sea,
bendigo la luz que respira en la llama

*


Semilla

Mi padre lleva alrededor de los ojos
los picos afilados de unos gallos
que riñeron con él
Su cara tiene esa
y esta otra marca:
un diente cortó filoso su carne de niño
Mi padre se quiebra
cada vez que recuerda el encuentro
con su padre
Bajar del barco y verlo
después de tanto
Verlo y querer
incrustarse
en el pecho de ese hombre
vivo
Como si plantara una semilla
mi padre cuenta la fuerza
del pico, del diente, del padre
para que no olvide
que esa sangre negra y dulce
también es mía

*

Conjuro

Ay, hijo,
qué te hacen
qué quieren

Deciles que tu mamá es inmensa
más grande que el universo
que tiene un odio antiguo acumulado
en sus manos
que puede deshacer el hilo
que sostiene
una
a una
sus pequeñas almas

Ay, hijo,
qué quieren, qué te hacen

Hoy te vi rendido
y llena de odio convoqué la negrura y
tuve miedo

*

Despertar

Ayer, con un desaliento
que me quitaba el aire
dormí con mis hijos
Hoy el sol me despertó en su cuarto
muy temprano
No fue la belleza tibia de un sol mañanero
fue la fuerza caliente de un rayo impetuoso
Fue como si dios
me sacara de un tajo los párpados
como si me dijera
sin amor alguno:

“Despertate y mirá.
Respiran”

***

 

En Nunca hay suficiente mar (2020)

 

(Fuente: Música rara) 


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