Al amanecer
Al amanecer soy otro.
Todos los amaneceres soy otro.
Pero este amanecer era otra.
Era una diosa de relampagueo continuo
que me miraba y proponía un contrato.
Un contrato de amor.
Cuando uno encuentra a estas mujeres
decir no, es suicidarse.
Y de suicidios están hartos los purgatorios.
La vida, que venga. Ser puros, dignos
de esta majestad que nos ofrece el destino.
Bailando en el night club café.
Arrastrándonos por la calle.
Golpeándonos las nalgas con varas de ortiga.
Escupiéndonos whisky al amanecer sobre el balcón
adorando a Venus sobre nuestros pies.
Es tan misteriosa la vida
que su dolor merece la pena, eso
dijo esa otra que se despertó en mí al sol
vestida y sola, huérfana de otra sed
que no fuera la de buscarte
al amanecer y decirme
soy otra
de las que amas
cuando nos amamos
(Fuente: El poeta ocasional)
No hay comentarios:
Publicar un comentario