TUCANES
El tucán es uno de los pocos pájaros que conoce
-seguramente por una necesidad que la biología
ha comprendido, cediendo- la intimidad.
En la intimidad, el tucán se despoja inmediatamente
de su ostentoso, inútil y pesado pico.
Adquiere de inmediato una apariencia muy sutil,
ayudado por su plumaje que parece terciopelo,
la combinación del negro puro con el blanco
blanquísimo, y esos ojos redondos de fondo azul
y pupilas asimétricas de agua negra que ven lo ine-
fable y lo acarician.
Ahí es él mismo. Por supuesto que es el inicio de la
larga ceremonia previa al apariamiento.
Las hembras, por delicadeza solamente, son un poco
más pequeñas.
La vida sexual de los tucanes es sumamente rica.
Ya la preparación es una fiesta.
El cortejo los conduce como una danza hipnótica
al borde del éxtasis.
No se hablan durante el coito. Apenas musitan.
Los sonidos justos, los eternos sonidos del sagrado
momento del encuentro.
Todo lo demás, para ellos, es simulación y estúpidas
obligaciones instintivas.
(Fuente: Idiomas Olvidados)
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