¿ Y si tejiéramos,
de merecer el fondo
del mundo tal osadía,
como si la carne de las víctimas
fueran oro fuera del reino?
el orden de hoy
que mañana será
un pulpo,
un comercio libre de granos,
un peine que arrastra sangre
o un derecho irrefragable,
acaso la fuerza pública
y el infeliz que clama
por monedas o un cigarro
habitarían dos cámaras ajenas
pero de una sola membrana
divisoria,
desnudas y confundidas
a la manera
de un lucero en el río
y una piedra en jaula de luz?
- Inédito -
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