
LA MANO
Muertas están las ventanas de aquella casa
con el lago que crea la lejanía remota,
callaron las puertas y ahora sólo
reposa dentro el árido viento del estío.
Introduce en secreto una mano blanca,
esta mano que no disputa,
¿y qué hace con ella aquí,
en este tiempo de inconsciente oscuridad?
¿Cómo se comporta su ternura
en los cuartos vacíos, con telarañas?
¿No ha hallado, acaso, el modo de salir
y bañarse nuevamente en el lago?
(Traducción: Juan Octavio Prenz, argentino)
En: Poetas contemporáneos de Yugoslavia
Selección, traducción y prólogo de Juan Octavio Prenz
Lima: Librería-Editorial Juan Mejía Baca, 1977, p. 187
(Fuente: Óscar Limache)
No hay comentarios:
Publicar un comentario