martes, 25 de noviembre de 2025

José Kozer (La Habana, Cuba, 1940. Radicado en EE.UU. desde 1960)

 

 

Naturaleza muerta de Franz Kafka

 

Le cupo amar los gorriones.
Porque era un hombre abundante y detestable
quiso creerse oscuro como
si fuera un habitante de la
ciudad de Viena condenado
a inspeccionar el mundo
desde los ventanales que
Stalin concibió en el
Kremlin.
Pero soñaba también con los cañaverales.
Vio un día que lapidaron la imagen de San Juan
de Patmos en los ojos
rasgados del fuego.
Y se sintió circundado de palomas.
Vasto en exceso, conoció momentáneamente las
desdichas de la ambigüedad.
Creyó verse asesinado entre los matorrales por los
gendarmes.
Por su falta de clarividencia conoció el futuro.
En la piedra de los holocaustos comprendió su
significado.
Dejaba demasiadas circunstancias por terminar.
Nadie compareció: llamaban a los fiscales en la
piedad.
Lo empezaron a buscar por Praga o en la incesante
garúa de Lima
pero solo desenterraban el veredicto que dejó en
las bibliotecas.
Nadie entre tantísimos documentos lo quiso consolar.

 

 

(Fuente: Presente Griego Revista de Poesía) 

 

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