Este país cuelga de una canción infantil
las manchas de sangre
en el papel que lo ilusiona
nomás ver ese reverso oculto
donde los huesos que esconde
hacen pesada la hoja
difícil por eso dar vuelta la página
nomás se espera el horizonte
y ya el cielo se llena de odio
que es como decir amor
pero con pólvora
hay días en que no tendría que escribir
dejar que la historia marque su ritmo de sutura
ser sólo un testigo fiel al tiempo
a su mandato de tinta cuando brota
a su casta de no cambiar nada
al desequilibrio de su juego entre la fiesta
de este país que cuelga
y se balancea sobre la tela de una araña.
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