sábado, 1 de noviembre de 2025

Andrea López Kosak (Bahía Blanca, Argentina, 1976)

 

ANIMALES DE COSTUMBRES

 

 
 

HAMBRE Y AMOR

 

I - ANIMAL SIN HAMBRE


Por estos días 
decir va a hacer frío 
significa hay que cortar leña.

Me preparo, lastimo, 
insisto en la hendidura 
hasta que la materia ceda, 
transformo lo seco 
y duro y muerto en necesario.

Las venas de mis manos 
me recuerdan a las de mi abuela 
a quien su marido 
llamaba Picota: herramienta 
de trabajo o de tortura.

Un crujido
familiar, de hueso débil 
prende en las ramas.



El campo fue el mito 
fundacional de la familia.

No había cielo 
para los muertos,
sino la llanura donde balaban corderos 
antes del sacrifìcio.

Un paraíso
que construyó mi madre
cuando su madre carneaba animales
que no tenían nombre,

no como esa cerda 
paridora, que amamantó a los gatos 
y por haber aprendido 
a obedecer, sobrevivió.



La noche es un pozo 
profundo como el hambre 
que despierta a mi hija.

Me asomo desde el fondo 
a la distancia
recién nacida entre las dos.

Acá está mamá,
digo, como si fuera otra
quien recompone el grito.

Una voz que subleva 
la penumbra común 
de la necesidad.



Camino
desde la ruta a casa 
con el polvo en el cuerpo, 
el hambre:

lo que me hermana 
con la oveja que pasta 
silenciosa y acostumbrada 
a mis pasos.



En la ausencia de sentido, terror. 
En la palma de la mano, 
una plumita.

El gorrión parpadea
entre los dientes de la gata, 
que me mira

a mí,
que no tengo cómo 
hacerme entender.



Me despierta el olor de la tormenta. 
Entre sueños mis pezones crecen 
por la humedad, se estiran 
hasta despegar mi cuerpo del colchón. 
Respiro hondo y son raíces amoratadas.

Alguien dice: se viene el agua 
y el viento se ensaña 
con las sábanas tendidas.




II - DE TRIPAS, CORAZÓN


Un cardo florece
sin agua, entre espinas
al borde del camino
ignorado por todo:
el púrpura surge entre el polvo
el colectivero hace globos con eí chicle.

Dos nenas juegan 
sobre la pared de una casa 
a medias construida, 
constantemente a punto 
de perder el equilibrio, 
caer sobre los perros 
dormidos a la sombra.

La rueda del molino de agua 
es la cadencia
del día movido por la fuerza 
sobre un eje vencido.




III -GUARIDAS

La vida es un cuento
contado en la infancia

en la repetición
va cobrando matices.



En el mejor de los sueños 
la mesa está servida 
y somos los comensales.

¿Eran felices 
tus padres?
¿Vos también
hacías barquitos de papel
para que naufragaran
por el agua sucia de la cuneta?

Y está
lo enfermo que incomoda 
en la fiesta:

¿Todavía funcionan 
tus piernas
hechas para tomar distancia?

En el mejor de los sueños.



El amor, ahora, 
es el cartel de neón 
de un bar, titilando de día 
como esos que tantas veces 
dejamos atrás, de la mano 
por calles desiertas: 
nadie necesita su luz, 
pero evocan 
lo mejor de la noche.

(Del libro homónimo,
Caleta Olivia, 2025)

Andrea Kópez Kosak


Andrea López Kosak, Bahía Blanca, Argentina, 1976. Publicó los libros de poemas “Bailar sola”, Editorial de la Universidad de La Plata, 2005; “La Tarea”, Manual Ediciones, Chile, 2011; “Le dan hueso”, Cinosargo Ediciones, Chile, 2012; “Leva”, Editorial Literal, México, 2015;“Indor”, El ojo del mármol, Argentina, 2015; “Mula blanca”, Caleta Olivia, Argentina, 2018 ; “El jardín de las licencias”, Prueba de Galera Editoras, Argentina, 2021; “Animales de costumbres”, Pre-textos, España, 2021, libro ganador del IIIa Premio Internacional de Poesía Juan Rejano de Puente Genil y “Antología” una breve muestra de distintos libros publicada por la Editorial Liliputienses, España, 2022. Participó de distintas antologías en Argentina, Chile y México.

 

(Fuente: La Biblioteca de Marcelo Leites) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario