UN POEMA DE ENTREVISTA A ALBERTO EINSTEIN
EL MUNDO PERFECTO DEL QUE TODOS HABLAN
Dedicado a Dios
Mi madre fue:
la primera recolectora
la primera cazadora
la primera agricultora
la primera exploradora
la primera poeta
y la primera científica.
Mi madre es las Naciones Unidas,
mantiene la paz y la seguridad de quien la rodea,
fomenta relaciones armoniosas de índole casero o vecinal
sus manos despliegan campamentos y atardeceres
sus palabras cicatrizan acantilados
sus abrazos son fronteras sin límites.
Mi madre es la UNICEF,
su bandera son las manos que sujetan
oportunidad de triunfo y merienda;
distribuye cuidados y unos pestiños que curan sobremesas.
Mi madre es la capitana mayor de los Cascos Azules;
incluso cansada ejerce la disciplina de la sonrisa.
Domina las prácticas de supervivencia; si la fiebre
o el dolor saltan, ella lo hace más lejos.
En caso de conflicto despliega una caricia,
bombardea con croquetas, somete a sopa las aguar revueltas.
Mi madre es la OMS,
participa en todo tipo de campañas;
si le pido que pose junto a unos leggings
lo hace desinteresadamente:
nadie mejor que estella por los pasillos del centro comercial.
Mi madre es el Banco de España:
concede microcréditos a fondo perdido,
y como ministra de exteriores
vigila el riguroso cumplimiento de las leyes
de llaves puestas por fuera
y nevera siempre abierta.
Dice cosas como «no sirvo»
«no tengo vida en la sangre», o «ya no veo nada»,
y a los tres segundos canta cuarenta en copas
y se levanta para hacer unas migas.
Cuando me voy siempre sale a despedirme
y me transmite algunas recomendaciones
de la Dirección General de Tráfico
y del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Camina desde hace noventa años
¿Se dan cuenta? Noventa años…
Solo cuando se cansa, busca mi brazo:
ignora que soy yo el que se agarra a ella.
Tirso Priscilo Vallecillos
Entrevista a Albert Einstein
Ediciones Trea
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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